El Pinchazo del Cerdo presenta nuevo cd

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EL PINCHAZO DEL CERDO

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[Cuento] La eremita hereje

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[Cuento] La eremita hereje (extraído del Manifiesto Anticivilización)
El siguiente relato o cuento fue extraído del texto más amplio titulado “Manifiesto Anticivilización”, escrito en su día por Antón FDR, miembro del colectivo coruñés anarcoprimitivista Re-Evolución!, y que por entonces se convirtió en “referencia” del pensamiento de esta tendencia, pero de cuya deriva política con el paso de los años creo que es mejor no hablar…

El relato reflexiona sobre valores como el altruísmo, la solidaridad, la compasión o la moral, y sobre el modo en que esos conceptos tienden a generar unas dinámicas contradictorias, que preservan el veneno, disfrazando de cura el contagio, y perpetuando con ello el problema en lugar de solucionarlo. Un texto con una moraleja muy clara y que he decidido rescatar del olvido para que, quizá, vuelva a agitar conciencias.

Disfrutadlo.

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La eremita hereje.

En lejano lugar, apartado de la civilización por pedregosas montañas, por salvajes bosques de verde frondosidad y por inquietos y juguetones ríos azules de verdes centelleos vivía una mujer. Era conocida en toda la comarca con el nombre de la eremita hereje. Había quien pensaba que era una bruja que había huído a su recóndito escondrijo de las garras inquisitoriales y que desde las alturas de la montaña seguía haciendo sortilegios contra sus enemigxs. Otrxs aseguraban que era un demonio que por los siglos había vivido allí, que había nacido en las profundidades de las raíces de una secuoya muerta y la había amamantado una loba y que quién se acercaba a sus dominios perdía todo su uso de razón pues el bosque había sido encantado.

Otrxs, lxs pocxs, no creían nada de ésto, considerándolo una vulgar superstición popular. Solían ser gentes que venían de lejos buscando la sabiduría y la tranquilidad que de ella emanaba según cantaban ciertxs juglares que juraban haberla visto y vendían amuletos que ella misma había bendecido.

Un día que la misma mujer estaba cortando leña para hacer una fogata apareció entre los helechos que bañaban los pies de los árboles uno de estxs viajerxs.

El viajero se presentó. Era un hombre entrado en años y de aspecto venerable que al parecer era un reconocido sabio en la ciudad de dónde venía. El viajero habló a la mujer con la segura tranquilidad del/de la que se cree en posesión de toda verdad y le dijo: “Vengo a usted porque donde yo vivo la bondad humana parece haber desaparecido como si un malvado duende la hubiese secuestrado. Lxs príncipes/princesas se disputan territorios y riquezas, sólo para aumentar su ego mandando sin piedad a sus pueblos a morir a las más cruentas guerras. Lxs hombres/mujeres de palacio conspiran lxs unxs contra lxs otrxs para estar más cerca del trono, por codicia, gastando el heraldo público en cortesanas y fiestas mientras la gente no tiene para comer”. El viajero calló y bajó la cabeza apenado por el recuerdo esperando alguna respuesta de la mujer pero ella siguió cortando a hachazos la leña. El viajero, desconcertado, prosiguió: “Los vicios, la corrupción y la inmundicia son de igual modo los que imperan en el pueblo. La gente sólo mira para sus propios ombligos sin importarle el/la vecinx. Trabajan de sol a sol y se pisan lxs unxs a lxs otrxs sólo por conseguir unas monedas más mientras la putrefacción se adueña de la urbe y la gente cae enferma por esta pestilencia que nadie quiere curar. ¡Oh, amiga mía!, he venido para que me dé consejo. Dicen que es usted una especie de sabia santa. Dígame, pues, no se haga más de rogar. ¿Qué puedo hacer para inculcar a mis vecinxs, aunque sea un poco, el altruísmo y la compasión con la que la providencia la ha bendito, mi señora?”.

La mujer al oír ésto dejó su tarea. Clavó el hacha en el suelo, se secó el sudor que grácil se deslizaba por su frente y apoyándose en el palo de la herramienta se sentó junto al viajero y le dijo: “Amigo mío, gran favor es el que le quieres hacer a tus vecinxs intentándoles volver altruístas y compasivxs. De todas maneras vienes al sitio equivocado si lo que quieres es encontrar aunque sea una pizca de altruísmo o compasión. Nosotrxs no gustamos de vejar a nadie, querido amigo, de la misma manera que no queremos que nadie nos agravie”.

Turbado por la inesperada respuesta el viajero le contestó: “Éso último me parece muy sabio. Pero hay dos cosas que no entiendo bien… Ud. ha dicho nosotrxs…”. “Nosotrxs he dicho”, rió la mujer, “¿No se habrá creído las fábulas de la eremita de los bosques?” y cuando decía ésto salían tres hombres y una mujer de la gran cabaña de madera frente a la cual estaban charlando. El viajero pareció desencantado con tal circunstancia como si hubiese perdido para él un halo exótico en busca del cual había caminado, por jornadas, día y noche. Entre dientes, como refunfuñando, inquisidoramente empezó a decir: “Entonces lo de la heremita hereje…”. Lxs contertulixs rompieron en carcajadas, sin mala fé. La mujer puso su mano sobre el hombro del viajero y cándidamente explicó: “No puede usted hacer caso de los rumores de las gentes. Lo siento si le he defraudado. No he sido yo la que me he puesto ese ridículo nombre, de hecho, no me he puesto jamás nombre alguno. No, ni soy una ermitaña, ni soy una asceta ni nada de éso, de hecho no hay nada que más me guste que el gozar y la compañía humana… No veo por qué nadie querría privarse del contacto carnal, de la conversación sencilla con otras personas o la convivencia con quién amas.”

El viajero, alarmado, se echó para atrás liberándose de la mano que le tendía la mujer e indignado preguntó, repitiendo las palabras de la mujer: “¿Quiere usted decir que usted ama a lxs cuatro… carnalmente?” Sobraron palabras para la contestación. El viajero se enrojeció y la sensación de vergüenza le hizo arder en cólera. “Ahora veo que los rumores populares eran ciertos, es usted una bruja, una libertina. Yo he venido aquí engañado. Le he venido a hablar de la trágica situación de mi ciudad pero veo que ustedes aún son más depravadxs pues además de libertinxs se mofan de los sentimientos más elevados del/de la ser humanx: el altruísmo y la compasión. ¡Oh sí!, estaban bien en lo cierto quienes la pintaban como un ser salido de los avernos. No tengo más que hacer aquí. Pero dígame, sólo por curiosidad, ¿cómo pueden ustedes estar orgullosxs de no tener una pizca de compasión o altruísmo?”.

La mujer, ante tal avalancha de palabras y descalificaciones perdió la sonrisa. Sus ojos se volvieron resplandecientes y pícaros y contestó lo que sigue: “Amigo mío, usted quiere saber por qué hemos renegado de la compasión y del altruísmo pero yo ya se lo he dicho. Nosotrxs no gustamos de menospreciar a nadie. Es por éso que no nos compadecemos de nadie. Cuando un/a amigx sufre nos duele a nosotrxs pues en nuestro extremo egoísmo no nos gusta ver sufrir a la gente. Nosotrxs sentimos por lxs demás al identificarnos con ellxs y su dolor, no lxs compadecemos desde una distante posición y menos aún les denigramos y menospreciamos con limosnas piadosas y compasivas sino que les damos lo que es suyo o lo que queremos. Es así que cuando un/a amigx cae enfermx lxs demás lx cuidan para que sane cuanto antes porque no nos gusta ver sufrir y porque así queremos ser pagadxs por nuestrxs iguales si nosotrxs caemos enfermxs. Ustedes, en cambio, lo hacen como si fuese un favor o una obligación social, o divina, que al fin y al cabo es lo mismo. Mandan al/a la enfermx o al/a la viejx lejos de ustedes porque no aguantan verlx sufrir, porque se sienten culpables, porque no pueden compartir su dolor. Ustedes pagan a otrxs para que cuiden al/a la que no puede cuidar de sí y de esta forma alivian su remordimiento por haber sido compasivxs, altruístas. Ustedes dan al/a la mendigx la limosna de su altruísmo, compasión y generosidad que no es más que un despreciable instinto de superioridad, porque ustedes gustan de mirar por encima del hombro.: Por éso su príncipe manda al pueblo a morir a la guerra, por éso lxs hombres/mujeres de palacio conspiran, el pueblo pisa cabezas y se arrodilla por unas monedas… por éso usted ha venido aquí a buscarme. Porque usted antes de venir estaba ya convencido de estar en posesión de la verdad y era para usted un premio que yo le diese la razón a sus teorías. Es por éso que usted está ahora de pie, inquieto y molesto, porque usted ha visto que mi realidad nada tiene que ver con la suya y de hecho la pone en tela de juicio.”

La mujer paró un momento, se levantó, arrancó el hacha del suelo y con ella en las manos extendió los brazos ofreciéndosela al viajero, al tiempo que le decía: “Amigo mío, me preguntó qué es lo que creo que debería hacer. Pues si quiere consejo este es el único que puedo darle. Coja usted el hacha y destroce en mil pedazos el tronco muerto de su cultura pues lo mejor que usted y sus conciudadanxs pueden hacer es destrozar todas las instituciones y valores que mantienen sobre sus espaldas el árbol muerto y una vez despiezadas haced una hoguera con ellas para que pueda volar un nuevo ave fénix.”

El viajero ante tales argumentos se enfureció, rechazó el hacha, les dió la espalda y volvió a su ciudad, diciendo a su vuelta a todo el mundo que era cierto, la eremita hereje era una demonio amamantada por una loba y que él había logrado salir con vida por suerte, pues ella había intentado matarle a machazos y tirarlo en una hoguera.

El rumor circuló rápido como pólvora en la ciudad y todxs maldecían a la eremita hereje. Pero esta situación no duró mucho, pues no tardó mucho en llegar el ataque de un rey más fuerte y avaro a esta ciudad y todxs sucumbieron. 

La peste ciudadana. La clase media y sus pánicos

La peste ciudadana. La clase media y sus pánicos


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Que la economía y la política vayan a la par es algo elemental. La consecuencia lógica de tal relación es que la política real ha de ser fundamentalmente económica: a la economía de mercado corresponde una política de mercado. Las fuerzas que dirigen el mercado mundial, dirigen de facto la política de los Estados, la exterior, la interior y la local. La realidad es ésta: el crecimiento económico es la condición necesaria y suficiente de la estabilidad social y política del capitalismo. En su seno, el sistema de partidos evoluciona de acuerdo con el ritmo desarrollista. Cuando el crecimiento es grande, el sistema tiende al bipartidismo. Cuando se detiene o entra en recesión, como si obedeciera a un mecanismo homeostático, el panorama político se diversifica.

El capital, que es una relación social inicialmente basada en la explotación del trabajo, se ha apropiado de todas las actividades humanas, invadiendo todas las esferas: cultura, ciencia, arte, vida cotidiana, ocio, política… Que hasta el último rincón de la sociedad se haya mercantilizado significa que todos los aspectos de la vida funcionan según pautas mercantiles, o lo que es lo mismo, que cualquier actividad humana es gobernada por la lógica capitalista. En una sociedad-mercado de éstas características no existen clases en el sentido clásico del término (mundos aparte enfrentados), sino una masa plástica donde la clase del capital -la burguesía- se ha transformado en un estrato ejecutivo sin títulos de propiedad, mientras que su ideología se ha universalizado y sus valores han pasado a regular todas las conductas sin distinción. Esta forma particular de desclasamiento general no se traduce en una desigualdad social menguada; bien al contrario, es mucho más acentuada, pero incluso con el aguijoneo de la penuria ésta se percibe con menor intensidad y, por consiguiente, no induce al conflicto. El modo de vida burgués ha inundado la sociedad, anulando la voluntad de cambio radical. Los asalariados no quieren otro estilo de vida ni otra sociedad esencialmente diferente; a lo sumo, una mejor posición dentro de ella mediante un mayor poder adquisitivo. El antagonismo violento se traslada a los márgenes: la contradicción mayor radica más que en la explotación, en la exclusión. Los protagonistas principales del drama histórico y social ya no son los explotados en el mercado, sino los expulsados y quienes se resisten a entrar: los que se sitúan fuera del “sistema” como enemigos.

La sociedad de masas es una sociedad uniformizada, pero tremendamente jerarquizada. La cúspide dirigente no la conforma una clase de propietarios o de rentistas, sino una verdadera clase de gestores. El poder deriva pues de la función, no del haber. La decisión se concentra en la parte alta de la jerarquía social; la desposesión, principalmente en forma de empleo basura, precariedad laboral y exclusión, se ceba en la parte más baja. Las capas intermedias, encerradas en su vida privada, ni sienten ni padecen; simplemente consienten. Sin embargo, cuando la crisis económica las alcanza, las tira hacia abajo. Entonces, dichos estratos, denominados por los sociólogos clases medias, salen de ese inmovilismo que era basamento del sistema de partidos, contaminan los movimientos sociales y toman iniciativas políticas que se concretan en nuevas formaciones. Su finalidad no es evidentemente la emancipación del proletariado, o una sociedad libre de productores libres, o el socialismo. El objetivo es mucho más prosaico, puesto que no apunta más que al rescate de la clase media, o sea, a su desproletarización por la vía político-administrativa.

La expansión del capitalismo, geográfica y socialmente, comportó la expansión de sectores asalariados ligados a la racionalización del proceso productivo, a la terciarización de la economía, a la profesionalización de la vida pública y a la burocratización estatal: funcionarios, asesores, expertos, técnicos, empleados, periodistas, profesiones liberales, etc. Su estatus se desprendía de su preparación académica, no de la propiedad de sus medios de trabajo. La socialdemocracia alemana clásica vio en esas nuevas “clases medias” un factor de estabilidad que hacía posible una política reformista, moderada y gradual, y desde luego, un siglo más tarde, su ampliación permitió que el proceso globalizador llegara al límite sin demasiadas dificultades. El crecimiento exponencial del número de estudiantes fue el signo más elocuente de su prosperidad; en cambio, el desempleo de los diplomados ha sido el indicador más claro de la desvalorización de los estudios y, por lo tanto, el termómetro de su abrupta proletarización. Su respuesta a la misma, por supuesto, no adopta rasgos anticapitalistas, ajenos completamente a su naturaleza, sino que se materializa en una modificación moderada de la escena política que reaviva el reformismo de antaño, centrista o socialdemócrata, pomposamente denominada “asalto a las instituciones”.

La clase media se halla en el centro de la falsa conciencia moderna por lo que no se contempla a sí misma como tal; para ella su condición es general. Todo lo ve bajo su óptica particular exacerbada por la crisis, sus intereses son los de toda la sociedad. Sociológicamente, todo el mundo es clase media; sus ideólogos se expresan en el lenguaje de cartón piedra de Negri, Gramsci, Foucault, Deleuze, Derrida, Baudrillard, Bourdieu, Zizek, Mouffe, etc. Para ellos el “gran acontecimiento”, la quiebra del régimen capitalista, es algo que nunca sucederá. La revolución es un mito al que conviene renunciar en aras de una contestación realista a la crisis que fomente la participación ciudadana a través de las redes sociales, o sea, la cacareada “dialéctica de contrapoder”, no que impulse el cambio revolucionario. Políticamente, todo el mundo es ciudadano, o sea, miembro de una comunidad electrovirtual de votantes, y en consecuencia, ha de apasionarse con las elecciones y las nuevas tecnologías. Cretinismo ideológico posmoderno por un lado, cretinismo parlamentario tecnológicamente asistido por el otro, pero cretinismo que cree en el poder. Su concepción del mundo le impide contemplar los conflictos sociales como lucha de clases; para ella aquellos son simplemente un problema redistributivo, un asunto de ajuste presupuestario cuya solución queda en manos del Estado, y que por consiguiente, depende de la hegemonía política de las formaciones que mejor la representan. La clase media posmoderna reconstruye su identidad política en oposición, no al capitalismo, sino a “la casta”, es decir, a la oligarquía política corrupta que ha patrimonializado el Estado. Los otros protagonistas de la corrupción, banqueros, constructores y sindicalistas, permanecen en segundo plano. La clase media es una clase temerosa, espoleada por el miedo, por lo que busca hacer amigos más que enemigos, pero ante todo busca no desequilibrar los mercados; la ambición y la vanidad aparecerán con la seguridad y la calma que proporciona el pacto político y el crecimiento. Al constituirse como sujeto político, su ardor de clase se consume todo ante la perspectiva del parlamentarismo; la contienda electoral es la única batalla que piensa librar, y ésta discurre en los medios y las urnas. En sus esquemas no cabe la confrontación directa con la fuente de sus temores y sus ansias -el poder de “la casta”- ya que sólo pretende recuperar su estatus de antes de 2008, reforma que pasa por la despatrimonialización de las instituciones, no por su liquidación.

El concepto de “ciudadanía” ofrece un sucedáneo identitario allí donde la comunidad obrera ha sido destruida por el capital. La ciudadanía es la cualidad del ciudadano, un ente con derecho a papeleta cuyos adversarios parece que no sean ni el capital ni el Estado, sino los viejos partidos mayoritarios y la corrupción, los grandes obstáculos del rescate administrativo de la clase media desahuciada. La ideología ciudadanista, a la vanguardia del retroceso social, no es una variante pasada por agua del obrerismo estalinoide; es más bien la versión posmoderna del radicalismo burgués. No se reconoce ni siquiera de boquilla en el anticapitalismo, al que considera caducado, sino en el liberalismo social de corte más o menos populista. Esto es así porque ha tomado como punto de partida la existencia degradada de las clases medias y sus aspiraciones reales, por más que se apoye en las masas en riesgo de exclusión, demasiado desorientadas para actuar con autonomía, y asimismo en los movimientos sociales, demasiado débiles para creer y mucho menos desear una reorganización de la sociedad civil al margen de la economía y del Estado. En ese punto, el ciudadanismo es hijo putativo del neoestalinismo fracasado y de la socialdemocracia obstruida. El programa ciudadanista es un programa de advenedizos, extremadamente maleable y tan políticamente correcto que da arcadas, ideal para arribistas frustrados y aventureros políticos en paro. Los principios no importan; su estrategia es conscientemente oportunista, con objetivos únicamente a corto plazo, perfectamente compatibles con pactos que el día antes de las elecciones hubieran sido considerados contra natura.

En ningún programa ciudadanista figurarán la socialización de los medios de vida, la autogestión generalizada, la supresión de la especialización política, la administración concejil, la propiedad comunal o la distribución equilibrada de la población en el territorio. Los partidos y alianzas ciudadanistas se proponen simplemente un reparto de ingresos que amplíe la base mesocrática, es decir, pugnan por unos presupuestos institucionales que detengan las privatizaciones, eliminen los recortes y reduzcan la precariedad laboral, sea por la creación de pequeñas empresas, o por la cooptación de una mayoría subempleada de titulados en las tareas administrativas, intenciones que no son nada rupturistas. No llegan a la arena política como subversivos sino como animadores; lo de cambiar la constitución de 1978 no va en serio. Todavía no han puesto el pie en el ruedo y ya exhiben realismo y moderación a raudales, enarbolando la bandera monárquica y tendiendo puentes a la denostada “casta”. Son conscientes de que una vez consolidados como organizaciones y en posesión de un capital mediático suficiente, el paso siguiente será una gestión de lo existente más clara y eficaz que la anterior. Ninguna medida desestabilizadora les conviene, pues los líderes ciudadanistas han de demostrar que la economía se desenvolverá menos críticamente si son ellos quienes están al timón de la nave estatal. Forzosamente han de presentarse como la esperanza de la salvación por la economía, por eso su proyecto identifica progreso con productividad y puestos de trabajo, o sea, es desarrollista. Persigue entonces un crecimiento industrial y tecnológico que cree empleos, redistribuya rentas y aumente las exportaciones, bien recurriendo a reformas del sistema impositivo, bien a la explotación intensiva de los recursos territoriales, incluido el turismo. Lo de menos es que los empleos sean socialmente inútiles y respondan a necesidades auténticas. El realismo económico manda y completa al realismo político: nada fuera de la política y nada fuera del mercado, todo para el mercado.

El relativo auge del ciudadanismo, con sus modalidades nacionalistas, viene a demostrar el deficiente calado de la crisis económica, que lejos de sacar a la luz las divisiones sociales y sacar a la luz las causas de la opresión, dando lugar a una protesta consciente y organizada que se plantee la destrucción del régimen capitalista, ha permitido a otros disimularlas y oscurecerlas, gracias a una falsa oposición que lejos de cuestionar el sistema de la dominación lo apuntala y refuerza. Una crisis que se ha quedado a mitad de camino, sin desencadenar fuerzas radicales. No obstante, las crisis van a continuar y a la larga sus consecuencias no podrán camuflarse como cuestión política y terminarán emergiendo como cuestión social. Todo dependerá del retorno de la lucha social verdadera, ajena a los medios y a la política, recorrida por iniciativas nacidas en los sectores más desarraigados de las masas, aquellos que tienen poco que perder si se deciden a cortar los lazos que les atan al destino de la clase media y bajan de su carro. Pero dichos sectores potencialmente antisistema hoy parecen agotados, sin fuerzas para organizarse autónomamente, incapaces de erigirse en sujeto independiente, y por eso el ciudadanismo campa a sus anchas, llamando suavemente a la puerta de los parlamentos y consistorios municipales para que le dejen entrar. Esa es la tragicomedia de nuestro tiempo.

Argelaga, 30 de abril de 2015.

[ Argelaga aldizkariaren webgunetik hartua ]

HANKAK LURRIN + ANTIPATIA + IZU GIROA

[ MASUSTAK liburutegi askearen gunetik hartu dizkiNat ondorengo fanzine-aldizkari-irratsaio gomendio eta aipamenak / las siguientes explicaciones han sido cogidas del sitio web de la biblioteca libre MASUSTAK ]    

[ Hankak Lurrin ]

HANKAK LURRIN irratsaixue

http://bitakora.arrosasarea.org/category/irratien-programak/kontrako-eztarrixe/hankak-lurrien/

Hankak Lurrien Askoitti/Azpeitiko artista batzuk beraiek bakarrik edo beste zenbait inbitatu edo elkarrizketaturekin egin ohi diteNK irratsaio fresko-fresko bat duNK. Bertan edozein gaitaz aho-ilerik gabe hitz egiten diteNK azkoittieraz, gaur gai serioak eta bihar ez hain serioak. Azken hilabetetan ondorengo kontuak izan dizkiNate hizgai... Zer gara? Definizioak. Abertzaleak? Anarkistak?Zertarako da bikotea? Sexua?, Garixe, Drogak 2, Drogak 1, Gaztetasuna. Gaztetxeak edo Bestetxeak? Zenbakiaren diktadura, Ilusioa, Iraurgi lantzen eta Lantzen-en inguruko elkarrizketa, Zaborra eta berziklapena, Kattu erail zutenekoa, Armek eta asunto gogorrak funtsa tapatu zutenekoa, Azpeitiko komuna, Punkien militarismoa, Itoitz, Maxixatzen, ...

KONTRAKO EZTARRIXE 94.2FM


[ Antipatia ]

ANTIPATIA Fanzinea

Antipatia fanzinea 2009tik 2012ra bitartean gogor jarduN huNan 30 ale inguru ateraz, bertan musika esperimental edo extremoak izugarrizko indarra diNK eta baita ere gai sozialak, zenbaitetan ale osoak zenbait elkarrizketetara zuzenduz. Azken urteetan ere atera dizkiteNK bost bat sei ale.
Bertakoa bahaiz edo Azpeitira gertutzen bahaiz badakiNK non gauden eta orritxo hauek edo beste batzuk zurrupa ditzakeNK.
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[ Izu Giroa ]

IZU GIROA fanzinea

Izu Giroa fanzinea euskeraz burutzen den punkaren eta hardcorearen inguruko fanzine mardula duNK. Azken aldian, oso noizbehinka argitaratzen duNK, urtean ale bat edo bi ale, are motibo handiagoa beren ale batzuk murtxikatzeko, apetitorik sortzen badiNK behintzat.

Ale gutxi batzuk sarean ere aurki daitezken arren, berriro errepikatuko diNagu, gure gomendioa MASUSTAK liburutei asketik pasatzea duNK, nola ez.

http://socialistapopular.blogspot.com


"Teoría de la Conspiración": un concepto neoliberal para encubrir una práctica inherente al ejercicio del Poder en las sociedades de masas.

[El Poder de Eros y Psique duela urtebete ingurutik berritu gabe dagoen webgunetik hartua] 

"Teoría de la Conspiración": un concepto neoliberal para encubrir una práctica inherente al ejercicio del Poder en las sociedades de masas.

“¿Circunstancias? Yo construyo las circunstancias.” (Napoleón) 

En los últimos tiempos, especialmente a raíz del 11 de septiembre de 2001, muchos habréis oído pronunciar la expresión teoría de la conspiración a los más diversos personajes, casi siempre con la intención de desacreditar a todas aquellas personas que denuncian una implicación gubernamental en los fatídicos acontecimientos que tuvieron lugar en dicha fecha. Lo que es menos probable es que ello haya ido acompañado de una explicación sobre el origen del término y de quién lo enunció por primera vez. 

En su obra “La sociedad abierta y sus enemigos”, una cerrada apología del capitalismo, el científico vienés, posteriormente nacionalizado británico, Karl Popper, sienta las bases de un  nuevo concepto, el de la Teoría de la Conspiración, plagado de multitud de contradicciones e incoherencias. 

Por un lado, señala que es una tendencia natural en el ser humano explicarse la historia del mundo mediante una especie de trama de conspiraciones, algo que trata de asociar, de una forma bastante simplista y muy poco científica a mi entender,  a una especie de pensamiento supersticioso innato en el hombre. Para Popper, las creencias religiosas han venido explicando el mundo como una especie de conspiración de los dioses contra los hombres; así, el hombre moderno habría heredado esta forma de explicarse los acontecimientos, trasvasando la capacidad conspirativa antiguamente atribuido a los dioses a los hombres de poder: reyes, políticos, magnates de los negocios... Según está teoría, cuando sucedieron los atentados de las Torres Gemelas, todo el mundo debería haber atribuido la autoría del mismo a la administración Bush y a sus deseos de iniciar un prolongado periodo de guerra en oriente, sin embargo, esto no fue así, y la práctica totalidad del público se plegó a la versión oficial de los hechos. 

Por otro lado, dice que es un hecho indiscutible que las conspiraciones existen, pero que la mayoría de ellas nunca llega a tener éxito; según esta afirmación, ¿cómo explicaría Popper el incendio del Reichstag o la Operación Himmler, conspiraciones llevadas a cabo por los nazis (que no fueron sacadas a la luz hasta los juicios de Nuremberg) y que les permitieron, primero, hacerse con el control total del Estado y, segundo, justificar la invasión de Polonia? Eso por no mencionar las múltiples conspiraciones llevadas a cabo por los servicios secretos estadounidenses de las que hoy disponemos de innumerables pruebas, como El incidente del golfo de Tonkin, el apoyo a regímenes dictatoriales en Latinoamérica o a grupos insurgentes a través, en algunos casos, del tráfico de drogas, tal y como demostró John Kerry en el caso de la contra Nicaragüense. 

Otro punto en el que se equivoca Popper es cuando asevera que los teóricos de la conspiración atribuyen a los hombres que manejan el poder una maldad casi diabólica que sobrepasa los límites de lo humano. Si Popper hubiera leído el Talón de Hierro, una novela en la que Jack London expone magistralmente las diferentes estrategias utilizadas por los hombres de poder para conservar su posición de privilegio, se hubiera dado cuenta de que esto no es así. London viene a decirnos que los poderosos no se comportarían como se comportan (engañar y sojuzgar a la mayoría del género humano) si no hubieran ideado mil y una formas para justificar su avaricia (motor principal de sus actos), una tendencia que, por otra parte, tiene muy poco que ver con el mundo de los dioses y sí mucho con el de los humanos. Los hombres de poder no se sienten malos o perversos, todo lo contrario, se sienten portadores de una misión casi mesiánica, según la cual ellos serían una especie de elegidos destinados a mantener el orden necesario para evitar la extinción del género humano y de su civilización; un fin que justificaría el empleo de cualquier medio a su alcance. 

«Los amos, como usted ve, están perfectamente seguros de tener razón cuando proceden como lo hacen. Tal es el absurdo que corona todo el edificio. Están de tal manera atados por su naturaleza humana, que no pueden hacer nada, a menos que la crean buena. Les es necesario una justificación de sus actos. Cuando quieren emprender algo, en materia de negocios, tienen que esperar, por supuesto, que nazca en sus cerebros una especie de concepción religiosa, moral o filosófica que de fundamentos correctos a su proyecto. Entonces dan un paso adelante, sin percatarse de que el deseo es padre del pensamiento. A cualquier proyecto terminan por encontrarle una justificación. Son casuistas superficiales, jesuitas. Se sienten justificados incluso cuando hacen mal, porque de éste resulta un bien. Uno de sus axiomas ficticios más gracioso es el de proclamarse superiores al resto de la humanidad, en sabiduría y en eficacia. Por obra y gracia de esta justificación, se arrogan el derecho de repartir el pan y la manteca a todo el género humano. Han llegado a resucitar la teoría del derecho divino de los reyes, de todos los reyes del comercio.» (Jack London, El talón de hierro, cap IV) 

Personalmente, yo tampoco creo que el modo de proceder de los poderosos se trate de ninguna especie de “posesión demoníaca”, sino más bien de un trastorno de la personalidad, de carácter psicopático, como consecuencia de una anormal represión del Eros o instinto de vida; una represión que es inherente al orden civilizatorio, y que todos sufrimos en mayor o menor grado (1). 

No se encontrará tampoco en la disertación de Popper ni una sola referencia a la obra de su contemporáneo Edward L Bernays Freud, considerado el padre de las actuales Relaciones Públicas y asesor de la Casa Blanca estadounidense y de otros gobiernos nacionales, de diferentes familias reales y de importantes magnates de negocios como Henry Ford. Bernays, en toda su obra, viene a justificar la manipulación de las mentes de las masas como condición necesaria para que la sociedad no sufra grandes perturbaciones y se mantenga el orden necesario para su continuidad. Un orden que, precisamente, no es otro que el dominadores y dominados. 

¿Cómo explicaría Popper las siguientes declaraciones de Bernays? 

«LA MANIPULACIÓN consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizadas de las masas es un elemento de importancia en las sociedades democráticas. Quienes manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país.
«Quienes nos gobiernan, moldean nuestras mentes, definen nuestros gustos o nos sugieren nuestras ideas son en gran medida personas de las que nunca hemos oído hablar. Ello es el resultado lógico de cómo se organiza nuestra sociedad democrática. Grandes cantidades de seres humanos deben cooperar de esta suerte si es que quieren convivir en una sociedad funcional sin sobresaltos.
«A menudo, nuestros gobernantes invisibles no conocen la identidad de sus iguales en este gabinete en la sombra.
«Nos gobiernan merced a sus cualidades innatas para el liderazgo, su capacidad de suministrar las ideas precisas y su posición de privilegio en la estructura social. Poco importa qué opinión nos merezca este estado de cosas, constituye un hecho indiscutible que casi todos los actos de nuestras vidas cotidianas, ya sea en la esfera de la política o de los negocios, en nuestra conducta social o en nuestro pensamiento ético, se ven dominados por un número relativamente exiguo de personas que comprenden los procesos mentales y los patronos sociales de las masas. Son ellos quienes mueven los hilos que controla el pensamiento público, domeñan las fuerzas sociales y descubren nuevas formas de embridar y de guiar el mundo.» (Edward L Bernays, Propaganda, cap.I Organizar el caos) 

O Popper nunca leyó a Bernays (cosa que dudo mucho) o pensaría que la mayor parte de la gente nunca llegaría a leerle. 

¿Cómo es posible que un considerado hombre de ciencia como Popper defendiera un concepto como el que aquí estamos analizando con argumentos tan poco científicos y alejados de la realidad? ¿Se trata de simple ingenuidad o existen otros motivos? Sencillamente, como Bernays, Popper defendía un orden que consideraba necesario para la supervivencia de la especie humana sobre la tierra (2). Desde mi punto de vista, creo que si ése es el único modo que le queda a la humanidad para sobrevivir, es preferible la extinción. Bromas al margen, los argumentos de Popper (como los de Bernays y los de tantos otros partidarios del actual sistema neoliberal), como muy bien intuyó Jack London, sólo sirven para justificar de un modo inconsciente lo que es una tendencia (por no llamarlo vicio) extendida entre muchos seres humanos: el deseo de poder y la codicia. Tras la excusa de imponer el orden sobre el caos, para evitar el desastre, sólo se esconde una cosa: el deseo de perpetuar el sempiterno sistema de dominadores y dominados, de tanto provecho para aquellos que se ven incapaces de poner límites a su codicia. Ningún hombre incapaz de refrenar su codicia podría vivir sin autoengañarse y, desgraciadamente, esta incapacidad es algo mucho más extendido de los que creemos entre la respetable casta intelectual, siendo el argumento de que la defensa del orden constituido es necesaria para la conservación y el desarrollo de la especie humana una excusa ideal para justificarla. La codicia ciega a estos hombres, que son incapaces de comprender la verdadera razón de sus actos, en este contexto es normal que vean a quienes les critican como paranoicos. 

Popper, como tantos otros intelectuales a lo largo de la historia, defendía unos intereses; él no era un plebeyo; recordemos que la Reina Isabel II de Inglaterra le nombró Sir, y que fue un importante miembro de la Royal Society, elitista sociedad fundada en el siglo XVII por nobles y aristócratas ingleses con el fin de establecer lo que ellos consideraban como la verdad científica (algo no muy diferente a un concilio religioso). Además, Popper era un ferviente partidario del liberalismo económico, y como su íntimo amigo Von Hayek (admirador de la dictadura del general Augusto Pinochet en Chile) y Milton Friedman (asesor del propio Pinochet) fue un miembro activo de la Sociedad de Mont-Pèlerin, una sociedad financiada por banqueros y magnates de los negocios, consagrada a difundir las tesis neoliberales; lo que hoy consideraríamos un Think Tank. 


Nunca dejará de sorprenderme los niveles de hipocresía que algunos seres humanos pueden llegar a alcanzar. Por un lado, Popper criticaba a aquellos que denunciaban que la conspiración era una estrategia esencial del Poder para perpetuarse y, por otro, el mismo fue un miembro activo de un poderoso Think Tank destinado a moldear la opinión de las masas en favor de los intereses de las clases dirigentes. 

Viendo la forma de operar del neoliberalismo en los últimos tiempos: apoyo a gobiernos dictatoriales, alianzas con el narcotráfico y grupos paramilitares, guerra permanente, salvaje estado policial, es comprensible que Popper y sus amigos estuvieran más que interesados en negar que la conspiración es una parte esencial del proceder habitual del Poder, por no decir que es la esencia misma del Poder. 

            Una última pregunta sería ¿por qué el concepto “Teoría de la Conspiración” ha calado tanto entre la gente, teniendo en cuenta sus múltiples contradicciones e incoherencias, las fuentes de las que procede y, especialmente, su ingenua visión de las relaciones de Poder? Por una razón muy sencilla, tranquiliza las conciencias. “Si las teorías que critican al Poder no son ciertas y éste no es tan malo para mi bienestar como dicen, no tengo la responsabilidad de tener que enfrentarme a él y puedo seguir haciendo tranquilamente mi vida: teléfono móvil, videojuegos, fútbol, botellón, ir de compras, tomar el sol en la playa…”. En el fondo, las personas que han asumido con tanta facilidad el concepto de la “Teoría de la Conspiración” (la inmensa mayoría) solían sentir un inconsciente rencor hacia aquellos que les revelaban el juego sucio del Poder, pues tales revelaciones les obligaban, en cierta forma, a tener que tomar partido e implicarse; el concepto de Popper sólo vino a facilitar las cosas, sirviéndoles como la excusa perfecta para quitarse de en medio a esas personas y poder así seguir disfrutando de su Brave New World y las diarias y placenteras raciones de Soma.
 
NOTAS:
(1) Podéis leer una reflexión sobre este mismo tema en el artículo “La civilización: un orden psicopatológico”. Recomiendo también la lectura del libro “Psicoanálisis de la sociedad contemporánea” de Erich Fromm.
(2) Este argumento no es otra cosa que la clásica excusa burguesa de la represión del Eros, para justificar el mantenimiento del orden establecido y con ello los privilegios de quienes lo detentan.

La democracia atómica española.

[Disiciencia-tik hartuta]

    La democracia atómica española.

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    El dictador general Francisco Franco y la Junta de Energía Nuclear (JEN), creada en 1951 y controlada por generales golpistas, había previsto construir 38 reactores nucleares en todo el territorio nacional. El objetivo era convertir España en una de las grandes potencias nucleares del planeta, disponer de grandes cantidades de plutonio militar y entrar en el club atómico (con permiso del Pentágono).


    Para los norteamericanos aquel negocio resultaba redondo: se vendía la tecnología PWR (Pressurized Water Reactor) de la Westinghouse y BWR (Boiling Water Reactor) de la General Electric; se concedían los créditos en dólares del Chase Manhattan Bank, Citicorp y Eximbank y se ofrecía asesoramiento científico y tecnológico. La Chevron se encargaría también de explotar los yacimientos de uranio localizados en diferentes regiones españolas (objetivo empresarial que no logró gracias a la oposición popular y de los ayuntamientos afectados). En cierta medida esta ambición del franquismo comportó una cesión de soberanía mediante acuerdos bilaterales, el Tratado de Amistad y Cooperación y la instalación de bases norteamericanas en territorio nacional.

    El “lobby” nuclear, heredero del franquismo

    A pesar de la fuerte represión a los antinucleares y de aplicar la censura en los medio de comunicación el faraónico plan nuclear- más propio de un megalómano como era Franco impresionado por el impacto de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki- no pudo llevarse a cabo en su totalidad. En el País Vasco (Euskadi) la movilización de asociaciones como la Comisión de Defensa de una Costa Vasca no nuclear y la acción del grupo armado ETA impidió que la eléctrica Iberduero construyese las centrales de Lemóniz, Ea y Deva. En Cataluña las cofradías de pescadores y agricultores lograron frenar la instalación de dos reactores en la Ametlla de Mar, una de las poblaciones pesqueras más florecientes del litoral de Tarragona, pero no pudieron evitar la construcción de la central de Vandellòs en el golfo de Sant Jordi, a pocos kilómetros, y la de Ascó, a orillas del caudaloso río Ebro. Hubo también oposición antinuclear en Extremadura, Aragón, Andalucía, Navarra, Galicia y Cantabria contra otros proyectos nucleares. La lucha antinuclear se cobró una víctima, la ecopacifista vasca Gladys del Estal que murió por disparos de un guardia civil el 3 de junio de 1979 durante una jornada contra la nuclearización de Euskadi que se organizó en Tudela (Navarra).
    La Junta de Energía Nuclear y el Gobierno de Carrero Blanco, dominado durante la década de los 60 por tecnócratas del Opus Dei, se contentaron con imponer siete centrales nucleares y un total de diez reactores: José Cabrera, en Zorita (Guadalajara),un PWR con una potencia de 150 MW (el primer que fue inaugurado por Franco el 12 de diciembre de 1968, y clausurado en el 2006); Santa María de Garoña, en Burgos, un BWR de 466 MW, clausurado en 2013 pero que podría reabrirse en el 2015; Almaraz, en Cáceres, dos reactores PWR de 980 y 984 MW; Ascó, en Tarragona, dos reactores PWR de 1.032 y 1.027 MW respectivamente; Cofrentes, en Valencia, un BWR de1.092 MW; Vandellós, en Tarragona, con un reactor de grafito-gas de 480 MW, el único de tecnología francesa (clausurado en 1989 después de un grave incendio) y otro PWR de 1.087 MW y Trillo, en Guadalajara, un PWR de 1.066 MW.
    El brutal coste financiero del plan energético inicial y la necesidad de una gran demanda de uranio frenó los delirios atómicos del almirante Carrero Blanco. Sin embargo el teniente general Juan Vigón, director de la Escuela Superior del Ejército y Ministro del Aire del tercer y cuarto gobierno de Franco, así como el general de división Eduardo Hernández Vidal y el contralmirante José María Otero Navascués (que presidió la JEN de 1958 hasta 1974) consideraron que el parque nuclear civil ya era suficiente para lograr disponer de uranio enriquecido y plutonio en los laboratorios especiales previstos en un gran complejo que se construiría en Cubo de la Solana (Soria). La “tapadera” para desarrollar el arma nuclear fue la creación de la Junta de Investigaciones Atómicas y la sociedad secreta Estudios y Patentes de Aleaciones Especiales (Epale). Entre los científicos que asesoraron a los militares franquistas para obtener plutonio hay que destacar al profesor Paul Scherrer, del Instituto de Física de la Universidad de Zürich (que sería impulsor del CERN); Werner Heisenberg y Karl Wirtz del Instituto Max Planck de Götingen. Otros contactos a lo largo de los primeros años fueron Samuel K. Allison, de la Universidad de Chicago, y Bertrand Goldschmidt, en quien De Gaulle había confiado para aislar los primeros miligramos de plutonio (1).

    El puto amigo americano

    La estrategia energética del franquismo para superar el aislamiento internacional de la Dictadura fue abrirse al mercado nuclear norteamericano y crear empresas eléctricas y bancos (Central, Banesto, Urquijo, Hispano Americano…) cuyos consejos de administración estaban regidos por militares y financieros que habían apoyado golpe fascista contra la República (como el magnate Juan March que dominó la compañía eléctrica Fecsa-Fuerzas Eléctricas de Cataluña- o José María Oriol y Urquijo que fue presidente de Hidroeléctrica Española y UNESA). El apoyo del FMI, del Banco Mundial y del grupo Rockefeller al ingreso de España en las NN.UU. el 14 de diciembre de 1955 fue a cambio de una colonización sin precedentes (acuerdos hispano-norteamericanos o Pacto de Madrid en 1953 y en 1955; instalación de las bases USA en Rota, Morón y Torrejón de Ardoz; créditos para la construcción de centrales nucleares y compra de armamento; sucursales bancarias y multinacionales norteamericanas dominando el sector energético y agrícola).
    Sin embargo cuando llegó la hora de la verdad el Pentágono se negó rotundamente a que España ingresara en el “club atómico” a pesar de haber invertido millones de dólares en prepararse para obtener plutonio (el almirante Luis Carrero Blanco, que estaba destinado a suceder a Franco, aspiraba a construir submarinos atómicos) y en consecuencia se negaba a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNPN). Así se lo transmitió a Henry Kissinger, durante su visita que el Secretario de Estado hizo a Madrid el 19 de diciembre de 1973, el día antes que el almirante falleciera en un atentado perpetrado por ETA (sobre el que algunos analistas vieron la mano negra de la CIA). Tampoco quiso firmar el TNPN el presidente Adolfo Suárez que antes de 1981 deseaba disponer de una bomba atómica táctica transportada por la fuerza aérea española (2).
    Las presiones del Pentágono sobre el Gobierno socialista de Felipe González (que optó por el ingreso en la OTAN) hicieron que, finalmente, el 10 de abril de 1987 España subscribiese el TNPN y desistiera de su sueño atómico.
    El modelo energético español estaba ya sólidamente dependiente de la energía nuclear (especialmente en Cataluña, autonomía que genera el 19% del PIB español, y consume el 50% de su energía eléctrica producida en las centrales de Ascó y Vandellós).

    El fraude de la “Transición democrática”

    Los Pactos de la Moncloa firmados en Madrid el 25 de octubre de 1977 entre el Gobierno de Adolfo Suárez y los principales partidos políticos- entre ellos el Partido Comunista (que no se opuso al contrato de suministro de uranio enriquecido entre la Empresa Nacional del Uranio (Enusa) y la multinacional soviética Techsnabexport) (3) dejaron intactas las estructuras energéticas heredadas del franquismo y comportaron la consolidación de la energía nuclear. Las exigencias de las organizaciones antinucleares y ecologistas, que pedían una auditoría del sector y una moratoria, no fueron oídas. Por otra parte la banca norteamericana quería terminar de cobrar los créditos concedidos para la construcción de las centrales nucleares y deseaba seguir dominando desde el exterior un sector tan estratégico como el energético (los EE.UU. también suministraban a España uranio enriquecido)
    Con los años la Empresa Nacional del Uranio (Enusa), fundada en 1972, i Tecnatom, creada en 1957, se habían fortalecido actuando en el negocio nuclear internacional, tanto en la gestión y compra de uranio enriquecido hasta la fabricación de combustible y prestación de servicios a diversos países, especialmente latinoamericanos, exportando el 65% de la producción de elementos combustibles de su planta de Juzbado (Salamanca).
    El sector energético español es consecuencia de estos antecedentes y de una oligarquía eléctrica que hoy, gracias a la connivencia con el Gobierno Rajoy, ha logrado frenar el desarrollo de las energías del sol (especialmente centrales solares y parques eólicos) temerosa de perder sus privilegios y el negocio derivado de la electricidad nuclear (Endesa e Iberdrola lideran el sector) y del gas natural (monopolizado por Gas Natura-Fenosa).
    Tras la llegada al poder del PSOE en 1982 se suspendieron los ambiciosos programas nucleares por la presión ecologista (movilizada tras el accidente de la central de Three Mile Island el 28 de marzo de 1979) y por los colosales costes financieros que comportaban. El Gobierno de Felipe González aprobó una moratoria en 1984 y en 1991 se paralizaron las obras de siete centrales: Lemóniz I y II (Vizcaya), Valdecaballeros I y II (Badajoz), Trillo II (Guadalajara), Regodola I (Lugo) y Sáyago I (Zamora). Las pérdidas alcanzaron 729.000 millones de pesetas de la época. Para compensar al “lobby” nuclear el Estado aprobó en 1997 una disposición que permitía a las eléctricas cobrar hasta el 2020 un porcentaje para recuperar las inversiones a través de la factura que pagan los consumidores. Debido a la disminución de los tipos de interés y al fuerte aumento de la demanda eléctrica, en 2006 se modificaron los criterios de la moratoria, al amortizarse más rápidamente de lo previsto la deuda contraída. Así se disminuyó el porcentaje pagado en la factura eléctrica, pasando de un 1,72% a un 0,33% disminuyendo a su vez el plazo de amortización hasta el año 2015.
    Con la moratoria el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sirvió los intereses estratégicos del “lobby” nuclear agobiado por los elevados costes de los reactores debido a las nuevas medidas de seguridad impuestas por la AIEA y rescató financieramente a unas compañías eléctricas que se hallaban al borde del colapso.

    El cierre de la central de Garoña

    El síndrome del accidente de Fukushima, que comportó una reacción crítica contra las centrales nucleares en algunos países de la Unión Europea, como Alemania (que ha optado por el cierre progresivo de sus 17 centrales nucleares a partir del 2020), o como Italia que optó por realizar un referéndum nuclear, no afectaron a la política energética española. El ex presidente Felipe González, contratado por Gas Natural–Fenosa, ya dijo en el 2006 que la moratoria nuclear que decretó su Gobierno se debió a las dificultades de resolver el problema de los residuos radiactivos, cosa que ahora, según el líder socialista, ha mejorado tecnológicamente (?) “Hay que replantear la moratoria”, vaticinó (4). Sin embargo la liberalización del sector energético no impide que las compañías eléctricas puedan construir nuevas centrales nucleares en España, aunque con la opinión pública contraria y sin poder recibir las ayudas fiscales que tuvieron en el pasado les ha hecho desistir.
    La patronal eléctrica española, que no parece querer aplicar a fondo las propuestas de seguridad exigidas por la UE (los llamados “test stress”) para prevenir accidentes con fusión del núcleo como los ocurridos en la central de Fukushima, ha propuesto al Gobierno Rajoy alargar la vida de las centrales que funcionan hasta 60 años, siguiendo las instrucciones del “lobby” nuclear norteamericano y de las multinacionales Westinghouse y General Electric. Un ejemplo lo tenemos en Nucleonor (participada por Endesa-Enel e Iberdrola), titular de la central de Garoña, que ha presentado al Ministerio de Industria la solicitud para renovar el permiso de funcionamiento de la planta inaugurada hacer 43 años y que dejó de producir electricidad a finales de diciembre de 2012. La eléctrica pretende ampliar la vida útil de la instalación hasta el 2 de marzo de 2031, es decir, 17 años más, cambiando todo su sistema de refrigeración.
    El Consejo de Seguridad Nuclear, controlado por los nucleócratas, está dispuesto a darle luz verde. Greenpeace y las organizaciones de agricultores temen los efectos de un accidente grave que destruiría toda la cuenca del río Ebro y arruinaría sus cosechas. ¡140.000 hectáreas de regadíos resultarían afectadas! Nucleonor responde que hay 23 centrales BWR en Estados Unidos parecidas a la de Garoña que han logrado el permiso para seguir produciendo hasta un período de vida de 60 años. De lograr este alargamiento los beneficios de las eléctricas españolas serían superiores a los 40.000 millones de euros mientras que el Estado ingresaría por la tasa nuclear unos 1.200 millones de euros.
    Los pioneros antinucleares han reaccionado lanzando un manifiesto para cerrar definitivamente Garoña y desnuclearizar España y Europa. Mario Gaviria (Navarra), José Allende (Euskadi), Pedro Costa Morata (Murcia), José Manuel Naredo (Madrid), Juan Serna (Extremadura), Josep Puig, Xavier Garcia y Santiago Vilanova (Cataluña), entre otros, recuerdan, entre sus argumentos, que el Consorcio de Seguro Español, uno de los más antiguos del mundo, cubre ciertos riegos de catástrofes nucleares, pero no cubre el riesgo de una catástrofe nuclear. También proponen para la UE “el modelo alemán-danés.nórdico basado en las energías renovables como alternativa al fracaso del modelo francés nuclearizado”.
    En España socialistas y populares siguen atados al “lobby” nuclear. Su parque nuclear es el que registra más incidentes y paradas técnicas de la UE, especialmente las centrales de Ascó y Vandellós en Cataluña (registran el 43% de todos los incidentes del parque español). El 19 de octubre se cumplirán 25 años del grave incendio en la central de Vandellós I, explotada por la sociedad hispano-francesa Hifrensa, y cuyos residuos eran enviados en tren al centro militar de Marcoule (Francia) para obtener uranio altamente enriquecido y plutonio. El incendio pudo haber provocado una catástrofe del mismo nivel de la ocurrida en Chernóbil. Pero el núcleo no quedó afectado y únicamente se produjo una polución química debida a la quema de quince toneladas de aceites con PCB de los transformadores. La Junta de Energía Nuclear franquista había optado por la tecnología francesa de grafito-gas con la clara intención de derivar los residuos hacia la vertiente militar. El industrial catalán que pactó la instalación con el general De Gaulle, Pere Duran Farell, logró para su empresa,Hidroeléctrica de Cataluña (Hidruña), que tenía una participación de un 23% en Hifrensa, enormes beneficios fiscales y créditos a muy bajo interés. Ahora el desmantelamiento del reactor se financia con las facturas eléctricas de los consumidores y a falta de un Almacén Temporal Centralizado de residuos de alta radiactividad (proyectado en Villar de Cañas, Cuenca, y aún no adjudicado por el Consejo de Seguridad Nuclear) los residuos de Vandellós siguen almacenados en Francia y cuestan a ENRESA, la empresa estatal de residuos radiactivos, 60.000 euros al día. Un despilfarro increíble de dinero público.

    Nucleócratas españoles

    Los problemas ambientales y de seguridad del parque nuclear español están sometidos, como en la época franquista, al silencio de los grandes medios informativos. Las eléctricas tienen presencia en los consejos de administración de los periódicos más leídos, como La Vanguardia y El País, e invierten grandes sumas de dinero en publicidad. Lo mismo ocurre en las televisiones públicas y privadas donde el debate nuclear es inexistente. Las principales voces de los líderes antinucleares y ecologistas están censuradas y cuando se llega a publicar algún libro o ensayo crítico contra la energía nuclear no recibe ninguna divulgación significativa. El Fórum Atómico Español, asociación financiada por la patronal eléctrica, extiende sus tentáculos por toda el espacio mediático. A las organizaciones antinucleares no les queda otra alternativa que acudir a Internet. Gracias a ello se ha podido denunciar en la red la connivencia entre los grandes partidos políticos y la oligarquía eléctrica (el ex presidente Aznar ha sido contratado por Endesa y el ex presidente González trabaja al servicio de Gas Natural-Fenosa). En Cataluña la coordinadora de entidades agrupadas en la Plataforma Ciudadana para un Nuevo Modelo Energético, con el apoyo de 40.000 firmas, ha presentado una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción para que investigue la connivencia entre los partidos políticos y las principales empresas energéticas del país. Algo parecido a lo que está ocurriendo en Japón después del accidente de Fukushima para lograr cambiar la opinión popular contra la puesta en marcha de las 48 centrales nucleares paralizadas. La Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) nipona, como el Consejo de Seguridad Nuclear español, está bajo el control de las compañías eléctricas.
    “La energía nuclear es la energía del futuro cuyo tiempo ya pasó”, oí decir irónicamente a Amory Lovins. Pero ni Three Mile Island, ni Chernóbil, ni Fukushima han servido para cambiar el rumbo y la inercia del “lobby” atómico mundial, estrechamente vinculado a los usos militares de la energía nuclear. La opinión pública es claramente contraria a que se siga produciendo electricidad mediante la fisión por los riegos que comporta- a pesar de los informes manipulados de la OMS del impacto sanitario de Chernóbil y Fukushima- y por su gestión centralizada, policial y autoritaria. Pero la paradoja es que las estructuras políticas de los Estados nucleares están corrompidas y son difíciles de derrumbar. Tal vez la creación de nuevos Estados, con Constituciones ecológicas basadas en una democracia participativa, puedan gestionar su política energética de forma más razonable y a favor de un modelo basado en las energías del sol. Los ecologistas españoles suelen reivindicar la fórmula de acudir a consultas populares como lo hacen Suiza y Suecia para cuestiones tan trascendentales como el modelo energético. Es lo que proponen también organizaciones ecologistas independentistas en Escocia y Cataluña, naciones donde se ha iniciado un proceso secesionista de base popular y democrática.
    Las subvenciones a las energías fósiles a nivel mundial superan anualmente los 400.000 millones de euros mientras que las renovables sólo reciben 70.000 millones de euros. España es un país con fuerte radiación solar y sin embargo Alemania la supera en metros cuadrados de instalaciones solares térmicas en las viviendas. ¡En el 2010 las plantas eólicas y solares españolas redujeron la importación de combustibles fósiles en 45.000 millones de euros! El negocio energético español, de 120 a 130 mil millones de euros al año, empezaba a tambalearse. Y el Gobierno Rajoy sirvió en bandeja a las eléctricas un decreto que ha recortado las subvenciones a las energías del sol y creado fuertes impuestos para detener el autoconsumo. Miles de inversores han perdido sus ahorros y las energías eólica y solar han sufrido un grave retroceso. El gas natural ha sido el gran beneficiado. Tanto es así que la sobrecapacidad del sistema eléctrico y de gas facilita el negocio de la exportación a Japón, Corea del Sur y Argentina.
    El debate nuclear en España se halla aparcado debido a los graves problemas económicos, sociales y de corrupción política al más alto nivel; por un alarmante incremento del paro, la pobreza energética y la solidaridad entre autonomías. De no producirse un accidente grave en alguna de las centrales nucleares en funcionamiento – que nadie desea- habrá que esperar la evolución que tenga un modelo energético europeo unificado que opte por las renovables y el cierre progresivo de las nucleares (aunque el nombramiento de Miguel Arias Cañete, ex ministro de Agricultura del Gobierno Rajoy, como Comisario de Energía y Cambio Climático no augura nada bueno ya que parece estar dispuesto a defender la energía nuclear con la falsa excusa de frenar el cambio climático).
    España que, prescindiendo de coyunturas políticas partidistas, podía haber liderado la revolución solar sigue siendo un feudo del “lobby” nuclear. Como hemos visto el dictador Franco lo dejó atado y bien atado. Pero los antinucleares no perdemos la esperanza y seguiremos nuestro pacífico combate en defensa de una Europa desnuclearizada.
    Santiago Vilanova
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    (1) Santiago Vilanova, La bomba atómica de Franco. Los objetivos militares de la energía nuclear en España, Llibres de l´Índex, Barcelona, 2011; Fukushima, el declive nuclear (Icaria,Barcelona, 2012).
    (2) Espagne: Le gouvernement souhaiterait disposer de la bombe atomique, Le Monde, 24-VIII-1979.
    (3) El acuerdo entre la Empresa Nacional del Uranio (Enusa) y Techsnabexport se gestó en 1974 entre el presidente de Enusa, Juan Basabe, y el presidente de la multinacional soviética, Yeugeni Zahkov, siendo corroborado por el presidente de la Junta de Energía Nuclear española, el teniente general Jesús Olivares Baqué. El contrato sería ratificado en 1979 por el Gobierno de Adolfo Suárez y superaba los 400 millones de dólares. En él se acordó que por cada 450 toneladas de uranio natural que ENUSA enviara a la URSS la sociedad Techsnabexport devolvería al Gobierno español 75 toneladas de uranio enriquecido. El contrato se desveló gracias a un artículo del director del departamento de países occidentales del Ministerio de Comercio Exterior de la URSS, Vladimir Simakov, recogido por la delegación de la agencia Efe en Moscú durante el verano de 1977.
    (4) “Yo tomé la decisión de la moratoria nuclear hace veintitantos años por dos razones: la seguridad y el agobio y sobre responsabilidad que suponía la imposibilidad de eliminar los residuos radiactivos. Pero esas circunstancias han cambiado gracias a la seguridad, con la mejora tecnológica de las instalaciones, y los avances sustanciales en la gestión de los residuos por lo que debemos replantearla”. (El País, 21-X-2006. Declaración del ex presidente Felipe González en la Asamblea General del Club de Madrid del 20 de octubre de 2006).
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    Fuente: ulpilex.es

Passat el pic (petrolioaren ekoizpenaren gailurraren inguruko testua)

Oil Crash izeneko webgunetxo batetan kataluineraz petrolioaren muturraren gaineko zenbait testu dauzkaNK, honako hau adibidez. 


Passat el pic



Per Richard Heinberg, originalment publicat el 31 de gener del 2015 pel Post Carbon Institute. Traducció: Quim.

Fa gairebé 17 anys, el modern moviment del pic del petroli es va iniciar amb la publicació de “La fi del petroli barat“, escrit pels geòlegs de petroli Colin Campbell i Jean Laherrère en l’edició de març del 1998 de la revista Scientific American. Campbell va encunyar el terme “pic del petroli” per descriure el moment inevitable en què la indústria petroliera mundial arribaria al seu màxim històric de producció de petroli. A partir de llavors, la producció disminuiria a mesura que la qualitat general dels recursos disponibles s’anés deteriorant, i pels retorns decreixents de les inversions. Llevat que la societat hagués reduït dràsticament i de forma proactiva la seva dependència del petroli, el resultat seria una sèrie de sacsejades econòmiques que devastaria les societats industrials.

Campbell estimà que la producció mundial de petroli convencional assoliria el seu màxim en algun moment abans de l’any 2010. En publicacions posteriors, Laherrère va afegir que el pic de petroli convencional faria que els preus pugessin, creant l’incentiu per desenvolupar més recursos petroliers no convencionals. El resultat seria un pic posterior de “tots els combustibles líquids”, que ell estimà que tindria lloc al voltant de l’any 2015.

Avui podríem estar molt a prop d’aquest segon pic. Avançant-se lleugerament a les previsions, la producció de petroli convencional va començar a davallar el 2005, donant lloc a uns anys de preus rècord -que han portat a la indústria a desenvolupar tecnologies per extreure sorres de quitrà i petroli d’esquist, i també ha incentivat els EUA i el Brasil per començar a produir grans quantitats de biocombustibles. Però els alts preus del petroli també han anat afeblint gradualment les economies de les nacions industrials que depenen del petroli, reduint la seva demanda de combustibles líquids. La diferència generada entre la creixent oferta i la moderació de la demanda s’ha traduït en un excés temporal del mercat i la caiguda dels preus del petroli.

Al seu torn, la davallada dels preus obliga a la indústria a reduir les perforacions. Com a resultat de l’augment de les plataformes ocioses, és probable que la producció mundial de cru es redueixi en l’últim semestre del 2015 o cap el primer semestre del 2016. Però, malgrat una recuperació dels preus com a resultat de la caiguda de la producció, poques possibilitats hi haurà de que la producció torni a la seva tendència ascendent, ja que la bombolla del petroli d’esquist dels EUA explotarà al voltant de 2016 en tot cas. I els bancs, un cop escaldats pel seu suport onerós a uns projectes de perforació marginament rendibles, és poc probable que tornin a saltar de nou a l’arena de les no convencionals amb els ulls clucs.

Irònicament, al mateix temps que la taxa de producció mundial dels combustibles líquids es troba a prop de creuar la seva cresta, anem escoltant que les advertències del pic del petroli han estat equivocades des d’un bon principi. El món es troba enmig d’un excés d’oferta i els preus estan disminuint, ens recorden els incansables optimistes dels recursos. Sens dubte, això refuta aquests pessimistes profetes dels perills! No obstant això, com el veterà comentarista peakoiler Ron Patterson assenyala:
El pic del petroli serà el moment en què es produeixi més petroli que mai a la història del món, i que mai es tornarà a produir. És molt més probable que aquest període sigui considerat com un moment d’excés de petroli en lloc d’un temps de la seva escassetat.
D’aquí a un parell d’anys, aquells que hem passat la major part de les últimes dues dècades advertint sobre l’imminent pic podrem veure la vindicació de les dades, si no de l’opinió pública. Hem de preparar-nos per gaudir? No entra dins dels meus plans. Després de tot, el propòsit de l’exercici no era el de guanyar punts, sinó el d’advertir a la societat. Estàvem tractant de canviar el sistema industrial de tal manera que es reduís la magnitud de xoc econòmic. No hi ha senyals que ho haguem aconseguit. La major part dels nostres esforços han estat per fer-nos sentir; el nostre impacte real sobre la política energètica ha estat mínim.

No hi ha motiu de vergonya en això: el joc no el vam fer nosaltres. Els economistes professionals, que tenen un domini absolut sobre les polítiques dels governs, segueixen insistint amb fermesa que l’energia és un ingredient totalment substituïble de l’economia, i que l’esgotament de recursos no planteja cap límit al creixement econòmic. Creient que això és cert, els responsables polítics han tingut els dits perfectament encastats a les orelles.

Un cínic podria concloure que ara és un bon moment per als veterans del pic petroli per cantar victòria, arrecerar-se, i veure com es desenvolupa la tragèdia. No obstant això, pels participants seriosos en la discussió és aquí on comença la veritable feina.

Durant aquests últims 17 anys, en els que el debat del pic del petroli va regirar els experts en energia, el canvi climàtic va sorgir com una amenaça a la supervivència dels ecosistemes, proporcionant una altra raó de pes per reduir la nostra dependència no només en petroli, sinó de tots els combustibles fòssils. No obstant això, la resposta del món a la qüestió del clima ha estat més o menys la mateixa que pel pic del petroli: negació i xerrameca.

Avui en dia, la societat està a punt de començar la seva inevitable, punyent adaptació a una reducció de disponibilitat energètica i de mobilitat, al mateix temps que els impactes del canvi climàtic incitat pels combustibles fòssils comencen a colpejar les llars. Com contribuirem, aquells que hem passat els darrers anys en mode advertència, en aquest nou i crucial capítol del drama humà que es desenvoluparà?

Tot i la incapacitat del peakoilers per canviar les polítiques de govern, el nostre projecte no ha estat, ni de lluny, una pèrdua de temps o esforç. El món està millor avui del que hauria estat si no haguéssim fet res, encara que clarament no tan bé com ens hagués agradat. Uns pocs milions de persones han entés el missatge, i almenys desenes de milers han canviat les seves vides i estaran millor preparades pel que ha de venir. Es podria dir el mateix per a l’activisme climàtic.
Si el nostre objectiu principal durant els últims 17 anys ha estat el d’alertar al món sobre els desafiaments que s’acosten, ara és el de fomentar l’adaptació als canvis fonamentals en marxa. Les preguntes que ara hem de plantejar-nos són:
  • Com podem ajudar a millorar la resiliència de la societat, començant a nivell local, en el supòsit que tindrem poc o cap accés a les regnes de la política nacional?
  • Com podem ajudar a la societat a adaptar-se al canvi climàtic, mentre bastim unes infraestructures d’energia amb zero emissions?
  • Com podem ajudar a adaptar el consum d’energia de la societat a les quantitats i qualitats d’energia que les fonts renovables seran realment capaces de proporcionar?
Hem d’assumir que haurem de portar aquest treball a terme enmig de l’acceleració de la decadència econòmica, el desequilibri ecològic, i de crisis periòdiques, lluny de les condicions ideals de treball.
D’altra banda, hi ha la possibilitat que la crisi actuï a favor nostre. A mesura que s’alterin les seves rutines i expectatives, moltes persones poden estar obertes a noves explicacions sobre la seva situació i a nous comportaments que els ajudi a adaptar-se a una pobresa energètica i monetària. El nostre repte serà el d’emmarcar persuasivament l’evolució dels esdeveniments en termes d’ecologia (energia, hàbitat, població) en comptes dels termes polítics convencionals (de bons i dolents), i per a oferir solucions pràctiques als creixents problemes quotidians de supervivència -solucions que redueixin els problemes ecològics en lloc d’empitjorar-los. El nostre objectiu no ha de ser el de preservar les societats industrials o els estils de vida de la classe mitjana tal com els hem conegut (això és impossible de totes maneres), sinó oferir una “manera de decreixement pròsper”, com Howard Odum ho va expressar, preservant a la vegada qualsevol bé culturals que pugui ser rescatat i que mereixi l’esforç.

Igual que amb els nostres recents esforços per advertir a la societat sobre el pic del petroli, no hi ha cap garantia d’èxit. Però és el que cal fer.

Futboletik argia (Iñaki Segurola)

Futbola, futboleroak eta futbol mundua gustuko ez edo gorroto dugunok badugu hizkuntzaren inguruan behintzat zentsuzko zerbait esaten duenik.

Futboletik argia

Iñaki Segurola

http://ekaitzaldia.blogspot.com

Aspaldi honetan hizkuntzen gizarteko gorabeheren gainean argirik hoberena futbolaren mundutik etorri zaigula esango nuke nik. Gure moduko axkar-ustekoek gizakaxkar edo gizakoxkortzat hartu izan dugu maiz futboleko jende hori, baina aitortu beharra dago haietako batzuk bederen gai direla futbolaz kanpoko gauzen gainean gu baino askozaz garbikiago eta egokiago jarduteko. Adibide aski ezagun batzuk dakartzat lekuko.

(1) “EZ! ‘BERDIN DA’ EZ!” Raül Agnék esana, Gironako entrenatzailea zela. Aragoiko katalana da Agné, nolazpait esateko, eta Mekinentzan jaioa. Katalanez egindako galderari katalanez erantzuten ari zela, Oskako hirian, kazetari elebakar, belarrimotz edo bihotzustelek galdegin diote kastillanoz egiteko faborez, berdin dela eta kontua elkar ulertzea dela, eta orduan Agnék: “no lo entiendo esto… ¡no!, ¡’da igual’ no!, ¡’da igual’ no!… con el rollo… ¡no hay rueda de prensa!”. Eta jaiki eta martxa etxera. Ez dago garbiago hitzegiterik eta egiterik. Arrazoiak eskatzen dizkigute hizkuntza boteretsu edo erosora ez makurtzea esplikatzeko, hizkuntza eraginkorrenean ez etsitzeko, ustezko elkar-ulertze unibertsala zailtzeko. Arrazoi bakarra dago, eta oso astun edo pisuzkoa da: ez da berdin.

(2) “ZER DUK HIK?” Eibarko entrenatzaile Gaizka Garitanoren afera Almerian. Denek dakitena. “¿Pasa algo? ¿Pasa algo, o qué? ¿Pasa algo?” Ulertzen ez den hizkuntza (ahula) belarriz eta barnez ezin jasan eta purrustaka ari denari galdetu behar zaio: “zer duk hik?” edo “ze (ostia) gertatzen zaik?” Esango bagenu bezala: ahularen hitza ezin jasan baldin baduk, higan baduk okerren bat; oker zabaldua, oker ia normaltzakoa, baina okerra.

(3) “HAU ERRESPETU FALTA DA, JAUNAK!” Almeriako prentsaburu Juan José Morenok esana edo botea da, Garitanoren aferaren barruan, kazetari purrustagileei agiraka eginez. Ahularen libertate hitzezkoa urratu nahi lukeenarena da errespetu falta, eta ez, boteretik esaten den moduan, elkar-ulertze erraz edo merkea ustez zailtzen duenarena. Hau errespetu falta da; errespetu falta hau da.

(4) “HIZKUNTZA BAT DELAKO.” Josep Guardiola i Sala, entrenatzaile Munichen. Almeriako gorabeheren ondotik egindako adierazpenak, katalanetik itzuliak: “Lehentxoago edo gerotxoago lortuko dugu denek ulertzea munduan diren mila hizkuntzetan hitzegin daitekeela, eta katalana horietako bat da. Ez hizkuntza koofiziala delako; hitzegiten da hizkuntza bat delako, eta edozeinek hitzegin dezakeen hizkuntza da. Eta ulertzen ez bada, itzulpena egiten da. Ez dago arazorik”. Ez ‘eskubide bat delako’, ‘nazio bat garelako’, ‘garapen pertsonalarentzat ona delako’ edo auskalo zergatik edo zertarako. Ez: munduko edozein hizkuntzak eskatu bezala egiten du hitzegina izatea. “Eta ulertzen ez bada, itzulpena egiten da”: hortxe daukazue, itzultzaile jaun-andreok, zuen ofizioaren funtsa ezin garbikiago adierazia.

Mundua alde erantzira jantzia bezala. Egundo ez bezalako argia dator gugana futboletik, eta orain falta dena da, ordain moduan, ikusirik nola laguntzen zaigun futbolaren mundutik gure espirituko anabasa bere onera eta xuhurrera ekartzen, ordain moduan, beraz, faltako litzatekeena da gure moduko jendea izatea, nolazpait esateko eta adibidetxo bat besterik ez aitatzeagarik, ortzai[1] zergatik galarazten duten sekula ulertu ez dugun jende-modua izatea futbolaren izena daukan putetxe megamilioitsua bere onera, bere senera eta bere xuhurrera bihurtzen lagunduko lukeena. Alde erantzira jantzita, har lezake munduak ondu bat.

[1] Hola esaten diogu edo genion “jokoz kanpo” delakoari, ingelesezko off side euskarara egokiturik. Jakineko hitz-jokotxoa zuen berekin: “Ortzai? Nun eongoepa zai? Ortxe eon ber ba zai!”