El 2014 subversivo que nos llevamos para mañana

El 2014 subversivo que nos llevamos para mañana



No nos cabe duda alguna que 2014 ha sido un año turbulento, sangriento… pero igual de interesante en lo que de subversivo en él se ha agitado. Vivimos tiempos de un despertar. No tenemos más que echar un vistazo a cuantos proyectos culturales surgen en todos los puntos cardinales y horizontes diversos. De esas editoriales que siempre destacamos como ejemplo (Pepitas de calabaza, Hoja de Lata, Capitán Swing, Melusina, Muturreko, Ediciones El Salmón, La Felguera, Brulot…), tenemos una o varias ristras de libros que son suero vital, crisálidas subversivas contra los decrépitos poderes y sus vanos renovadores. Si eligimos estos libros no es porque sean los únicos.
Cartas de una cazadora. De Elinore Pruitt, publicado por Hoja de Lata. La única certeza que podemos tener es que quizá se Cubierta_cazadora1trate del libro más subversivo del año 2014. Continuación del no menos imprescindible Cartas de una pionera, el relato de Elinore nos lleva a la aventura en las montañas de Wyoming en 1910 de una mujer que con su bebé decide poner rumbo nuevo a su vida, alejada de la decadencia industriosa de la ciudad. Elinore muestra cómo el apoyo mutuo de los pioneros del oeste norteamericano fue la base fundamental de que sus comunidades salieran adelante, desmontando el mito de la competencia indivualista, del self made man. La segunda parte del libro es sin lugar a dudas lo mejor. Relatos de diferentes mujeres cuya altura está entre lo mejor de la literatura norteamericana y que fueron olvidadas, cuya voz se alza en favor de los pobladores indios, en defensa de los parajes sin igual de las montañas, en una busqueda en común, en fín, del sentido armónico y emancipado de la vida.
Cita con los clásicosKenneth Rexroth. Pepitas de Calabaza. Esta joya editada por primera vez en castellano viene a cubrir Rexroth_clasicosel vacío de desconocimiento de Rexroth, nexo fundamental de la contracultura norteamericana de los 50,60 y 70. En la introducción que de los más antiguos libros hace, desde los primeros relatos que constan en la humanidad hasta las novelas de Mark Twain pasando por Shakespeare, Cervantes, Rabelais, Chejov, la inmensa literatura japonesa o china, Rexroth busca los arquetipos que han caracterizado a la humanidad toda y sus preocupaciones plasmadas en la literatura. Somos todos uno, podríamos concluir leyendo los profundos y bellos viajes que Rexroth hace de cada obra analizada. Llevamos como humanos toda nuestra historia tratando de responder a las más elementales preguntas de nuestra existencia – su sentido, el de la libertad – y en este libro están plasmadas a partes iguales entre la tragedia y la comedia, porque ambas son la vida misma.
Un paraíso Inacalzable;  El Regreso de TitmussJohn Mortimer. Libros del Asteroide. Ahí tenemos, como una figura el_regreso_de_titmussheráldica con las puntas hacia arriba al progreso. Lo otro, las paradojas del crecimiento, las noticias frías, informes de organismos, datos, documentos, testimonios, son microorganismos de la fermentación del desarrollo. Mortimer hace un retrato de la vida inglesa desde la postguerra al thatcherismo; centra su humor, ironía y sátira en el ascenso de un político, igual de repugnante y decidido como el propio sistema político y medrador que gobierna el país. Frente al insaciable ánimo de transformar paisajes en plusvalías, se opone todo un pueblo con sus no menos singulares protagonistas. Imposible menor actualidad. Mortimer introduce mecanismos internos en los que los medradores del poder y el mismo poder en sus altas esferas se desquebrajan por el afán competitivo de sus miembros.
La Banda de la tenaza y ¡Hayduke Vive!. Edward Abbey. Editorial Berenice.  El estadounidense Abbey tiene muy claro hayduke_vivedónde está el mal, y su Banda De La Tenaza lleva las ideas de un panteísmo radical a la práctica. Sabotajes a máquinas que pretenden cercenar el desierto del cañón del Colorado construyendo presas o carreteras, llevados a cabo por incruentos  indignados, visionarios ecologistas, paletos pseudo intelectuales empapados en Thoreau. Todos,  levantados como hierros de lanzas o saetas untadas en zumo de hierbas ponzoñosas: que la rebelión canalizada hacia los procedimientos legales, corteses cartas al director del periódico, etc., sea de otros, que estos están irritados, muy irritados, excitados, iracundos, pero no desorientados. Hay un vitalismo natural en la bella prosa detallista de Abbey. Y su mensaje escapa de simbolismos y afronta con humor una salida colectiva al caos del desarrollismo: obedeced poco, resistid mucho.
En la orillaRafel Chirbes, Anagrama. El valenciano Rafael Chirbes no ve inocentes por ningún lado. El bienestar y su En-la-orilla-Rafael-Chirbesreverso inseparable de la codicia y los falsos proyectos de la eclosión inmobiliaria que traga pueblos de huertos, donde en vez de judías, tomates y habas, producen envases de plástico para comercializar frutos cultivados y recolectados a diez o doce mil kilómetros de distancia. Lo que piensan y sienten sus personajes se corresponde con un determinado paisaje exterior, común a Mortimer y Abbey, donde lo que manda es el ánimo de lucro y el agiotaje.
El silencio y el participar en las bajas esferas de la sociedad de cierto consetimiento o trampolín cotidiano, hacen que de forma coral, igual que reflejara en Crematorio, exista una responsabilidad colectiva. Del mismo modo, la salida sería, igualmente colectiva.
Los obreros contra el trabajoMichael Seidman, Pepitas de calabaza. Esta obra desmonta varios mitos que cierta izquierda los obreros contra el trabajorevolucionaria se arrogaba: la de haber hecho de las colectivizaciones entre 1936 y 38 una perfecta máquina de producción, más eficaz de lo que fue capaz la burquesía. Cierto, pero las organizaciones anarcosindicalistas que gestionaron la industria en Cataluña y el campo en Aragón se convirtieron en una copia de la checa productivista del estalisnismo más planificador. Por otro lado, frente a la cultura del obrero obediente, productor hoy más que ayer impulsado a bombo y coerción por las jerarquías anarquistas, existió una contracultura obrera de negarse a trabajar más horas, de sabotaje ideológico del propio trabajo. Seidman detalla cómo fueron los jerarcas faistas y cenetistas los que vieron con chispeantes ojos la utopía desarrollista que llevaron a cabo los desarrollistas tardo franquistas o los más iluminados ideólogos actuales. Radiales a innumerables autopistas carriles en Barcelona, un coche por cada obrero… Seidman detalla casi empresa a empresa el fiasco conceptual al que hicieron frente los gestores anarquistas hartos del carácter poco sumiso de los obreros: ¿una revolución para trabajar más en vez de una revolución para dejar por fin de trabajar?
Arte y técnica, de Lewis Mumford, Pepitas de calabaza. Este librito – lo es en comparación del resto que viene publicando arte y tecnica mumfordpepitas de Mumford – es otra joya. Didáctico, ameno y directo al corazón del problema que Mumford vaticina en aquellos años 40 y hoy vivimos nosotros en día: el enorme avance tecnológico lejos de liberar la vida tediosa, la está haciendo cada vez más administrada. El arte, refleja desde hace décadas esa propia decadencia, y se ha impregnado de ella como si fuera un espejo, cuando su papel es justo el contrario: buscar la esencia de la existencia humana y vigorizarla. En este indispensable libro, Mumford aboga por un renacimiento artístico al tiempo que plantea la simbiosis entre tecnología y humanidad, antes de que sea, como él preveía, demasiado tarde.
Ensayos sobre la libertad en un planeta Frágil, de José Ardillo. Ediciones El Salmón. Este ameno compendio de ensayospresentación de autores imprescindibles como Ellul, Lewis Mumford, Iván Ilich, William Morris,  Thoreau, Kropotkin o Huxley, gira en torno a una cuestión que se ha hecho paradógica: cómo caminar hacia una sociedad con libertad en este único planeta que habitamos y que cada vez es más frágil – y nosotros con él-. José Ardillo recurre a los autores citados para incidir en que no estamos faltos de ideas a partir de las que relfexionar: los límites del planeta, lejos de ser un impedimento, suponen el principio de la reflexión para la acción. “Por todos lados la la naturaleza nos muestra un camino a seguir, aunque sea incierto y agotador”. Fundamental este inventario.
El caso Tulayev, de Víctor Serge. Capitán Swing. Esta es una de las obras universales de la literatura que nosotros el_caso_tulayevreconocemos como tal. Serge fue un disidente revolucionario que se apartó de las derivas autoritarias de Trostky y Lenin. Su carácter contestatario, su aguda percepción, le valieron la persecución de toda autoridad. El caso Tulayev es el relato de la psicosis totalitaria en la que derivó el estalinismo. A partir de la muerte a tiros del alto burócrata Tulayev se desata una caza impacable en la que se aceleran detenciones, deportaciones, ejecuciones. Los personajes que asoman a la ventana del pánico fueron en unos casos represores y aplicaron las sumaria sentencia de la duda que ahora se cierne sobre ellos; en otros son átomos de miedo que esperan a que en cualquier hora vengan a por ellos y caigan los cargos de formulario sin sentido pero inapelables. La prosa minuciosa de Serge relata los estertores del poder estatal, su escalera mugrienta que suben y bajan mortificados funcionarios, sus puertas roídas y sus pasillos de celpa que pisan los jerarcas, los despachos donde se firman las inapelables razzias masivas que pueden dar con todos los demás en una fosa. El terror como fundamento del orden que pretende evitar su desgaste moral con más terror. Pese a ser una obra literaria de primera magnitud, en Serge se compagina el relato periodístico y la poesía; todo hace un magnífico bosque de abedules donde se ocultan tiritando de existencia los protagonistas que hicieron una revolución para crear un Moloch estatal sin igual. Recuperar el relato de Serge es un acierto sin igual y su lectura imprescindible.

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