Capitalismo degenerativo: Breve crónica del mayor robo jamás perpetrado

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Capitalismo degenerativo: Breve crónica del mayor robo jamás perpetrado.

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A finales de los años 70 del siglo XX se hizo evidente que la maquinaria de producción capitalista se había estancado de nuevo. La enfermedad crónica del capitalismo se había vuelto a manifestar: la sobre-acumulación de capital. Demasiada concentración tecnológica por unidad de producción, a costa del trabajo humano.
Como quiera que sólo de este último se extrae plusvalía, la consecuencia es una decadencia de la misma y por tanto de la ganancia final que los capitalistas reciben cuando venden las mercancías producidas, diseñadas o servidas por la fuerza de trabajo. Es decir, una generalizada pérdida de rentabilidad de las inversiones capitalistas. Y si hay pérdida de rentabilidad desciende la inversión en la esfera productiva, con lo cual baja también la productividad.
Frente a ello el Capital (en mayúsculas, como capitalista colectivo) emprende un conjunto de dinámicas orientadas a paliar el descenso de la rentabilidad: incremento de la explotación de la fuerza de trabajo; aceleración de los desplazamientos de capital hacia las periferias del Sistema, allí donde había (y hay todavía) más expectativas de rentabilidad, dado que no se ha dado el proceso de sobreacumulación (desplazamientos más posibles porque coinciden con la segunda globalización de la economía capitalista); hay un desplazamiento también técnico-organizativo, hacia nuevas ramas de inversión (sobre todo la “economía inmaterial” o “nueva economía”); y asimismo se da un desplazamiento hacia los circuitos que hasta ese momento eran secundarios en la acumulación de capital (el suelo, la vivienda, las hipotecas), con la consiguiente gestión del territorio de cara a su valorización especulativa (haciendo del conjunto del hábitat una mercancía, lo que lleva emparejada su depredación).
Se emprende, concomitantemente, un paquete de políticas tendentes a deteriorar la condición salarial: desinversión selectiva y reorientación hacia un tipo de producción flexible, ligera; reducción de la masa salarial a partir de la desvinculación de los salarios respecto de la productividad y el subsecuente declinar de los salarios reales; inhibición de la inversión pública que conlleva el deterioro de lo público y de la “seguridad social”. Conduciendo todo ello a la entrada en una era de inseguridad colectiva.
Habrá además una dinámica que incidirá especialmente en el desmontaje de lo que hasta entonces había sido el Estado Social (para muchos “de bienestar”): la apropiación privada por parte de los grandes capitales de más y más parcelas de la riqueza social (esto es, una nueva desposesión masiva de la población[1]). Para ello fue necesario todo un paquete de contra-reformas: a) reducción de aportes patronales a la seguridad social; b) tributación regresiva; c) incremento de las oportunidades de inversión de capital excedente a través de privatizaciones masivas (continua privatización de lo público); d) legalización de trabajos precarizados; e) significativo descenso de los empleos y de los salarios públicos.
Para el Capital la gobernanza o gobernabilidad significaría en lo sucesivo que todo esto se pudiera hacer sin insurrección de las poblaciones.

La financiarización de la economía (y de la sociedad)

Pero faltaba aún otro desplazamiento de consecuencias letales: el que ha consistido en “huir” de la producción y por tanto de la normal y “sana” dinámica de acumulación, para derivar cada vez más capitales (los que resultan en potencia del beneficio conseguido con los otros desplazamientos nombrados y también del saqueo de la riqueza colectiva) hacia las finanzas. De nuevo había que cumplir un requisito o paso previo para ello: liberalizar el mundo financiero que tanto había costado domeñar en los Acuerdos de Bretton Woods tras todo el cúmulo de desmanes financieros que se había iniciado a fines del XIX y que finalizó en la catástrofe del 29.
El pistoletazo lo daría EE.UU. el 15 de agosto de 1971, al desvincular el dólar del patrón oro.
En seguida el resto de potencias capitalistas haría lo propio. A partir de entonces las monedas no tendrían ningún anclaje material y podían “flotar” a merced de las apuestas y especulaciones sobre ellas.
Los procesos seguidos en casi todo el planeta responderían en adelante a unos mismos patrones, que comienzan por la desregulación del sistema bancario y de las finanzas, desmantelando primero los mecanismos de control financiero o las instituciones financieras keynesianas y des-reprimiendo al capital a interés para posibilitar la base especulativo-rentista que caracterizaría después al (actual) capitalismo degenerativo. Ello ha permitido hasta hoy crecer a costa del endeudamiento.
Además, Estados como los europeos hacen dejación de su soberanía, permitiendo que los Bancos Centrales se independicen de ellos, mientras que ellos mismos pasan a emitir títulos de deuda en los mercados financieros mundiales, con lo que entran como cualquier otra entidad en el “rating internacional de riesgo” dictaminado por agencias privadas, obligándose a llevar a cabo políticas ortodoxas monetarias y fiscales subordinadas a los intereses del capital financiero internacional. Al mismo tiempo, se da un creciente bombeo de la renta y el ahorro, (tanto presente como colocado en forma de futuras pensiones o ahorros de futuro) hacia los mercados financieros, agrandado la importancia de éstos, así como, en consecuencia, el aumento de las cotizaciones bursátiles. Se desarrollan además los productos derivados financieros (especulaciones sobre posibilidades de futuro de divisas y valores) activados por las nuevas fluctuaciones creadas por la liberalización de los controles financieros. Se genera con todo ello una ingente masa de capital ficticio[2].
El capital a interés ficticio busca obtener beneficios a través de la actividad financiera pura, desligada de la esfera productiva. El atasco en la ganancia vía plusvalía industrial y la expectativa de ganancias en el ámbito financiero-especulativo hace que además muchas corporaciones no financieras se enganchen directamente en actividades financieras y las finanzas comiencen a regular la actividad de las empresas y a dictar las normas en los mercados laborales.
El hinchado valor bursátil de activos y propiedades hizo que más y más sectores de la sociedad entraran en ese desquiciado juego (era la fase en que parecía haber un pequeño especulador en cada individuo). La mayoría perdería en el mismo, como se explica a continuación.

Saqueo universal y autocolonización

Con aquellas medidas los grandes capitalistas del mundo se despejaban el camino para apropiarse arteramente de nuestros patrimonios. Pero no deja de ser reseñable el hecho de que después de haber saqueado a través de las sucesivas colonizaciones la mayor parte de territorios del planeta, se detengan ahora a espoliar la propia casa (las sociedades de las antiguas metrópolis). Lo cual no puede sino ser descrito como un proceso de auto-colonización o auto-fagocitación (consistente en devorar la riqueza social previamente creada). Proceso que ha sido también llamado “acumulación por desposesión” o bien “despojo universal”. Entre otros procesos que lo ilustran vale la pena mencionar al menos los siguientes:
-Privatización de la riqueza social y cultural acumulada a través de generaciones. Afecta, entre otros aspectos, a los servicios públicos (sanidad, educación, transporte, comunicaciones, etc.); infraestructuras (red viaria, instalaciones…) y patrimonio construido.
-Privatización también del patrimonio natural. Mercantilización de la naturaleza en todas sus formas.
-Apropiación de tierras. Eliminación de propiedades comunales o colectivas y consiguientes desplazamientos de poblaciones campesinas (sustitución de agricultura campesina o familiar por agroindustrias; intensificación de la desaparición de formas de producción y consumo no capitalistas).
-Mercantilización de los recursos genéticos.
-Derechos de propiedad intelectual o patentes sobre recursos ajenos.
-Empresarización y/o privatización de instituciones públicas (como las Universidades e incluso la Administración).
-Apropiación militar directa de los recursos y materias primas más codiciados.
En este capítulo entran asimismo las técnicas financieras de desposesión:
-Promociones fraudulentas de títulos.
-Destrucción deliberada de activos mediante la inflación y a través de fusiones y absorciones.
-Endeudamiento generalizado (por encima de la capacidad de pago) que genera un disciplinamiento de las sociedades así como formas modernas de servidumbre por deudas.
-Fraudes empresariales
-Desposesión de activos mediante la manipulación del crédito y las cotizaciones (p.e. el saqueo de los fondos de pensiones)
-Ofensiva especulativa de los fondos de riesgo (“hedge funds”), etc
Sólo faltaba un último toque a todo este plan: comenzar a sembrar el mundo de “paraísos fiscales” para guardar todo el botín del Gran Robo.
A mediados de los 70 del siglo XX se dispararía esa operación.
Según la publicación de la “Tax Justice Network”(Red para la Justicia Global), en 2015 había unos 26 billones de euros ocultos y libres de impuestos en los diversos paraísos fiscales (lo que supone aproximadamente un tercio del PIB mundial).
¿Cómo puede ser que hoy escandalice que las grandes fortunas lleven su dinero a espuertas a lo que los dueños de aquéllas llaman “paraísos”, y que en realidad deberían ser llamados “cuevas de latrocinio”? ¿Para qué si no iban a crearlas?
Como quiera que a los Grandes Capitales la tributación regresiva (consistente en gravar menos y menos a los que más tienen) no les era suficiente, se dedicaron al fraude fiscal generalizado y a la evasión de impuestos. Si en España en 1995 las rentas del trabajo sufrían una carga impositiva del 16,4% del PIB, las rentas del capital sólo llegaban al 7,4%, es decir, menos de la mitad. Trece años después, en 2008, la situación apenas había variado: 16,7% para las rentas del trabajo, 8,6% para las del capital. Esto hace que lo recaudado de la población trabajadora sea más de 9 veces el monto total recaudado del ámbito del capital.
Todo ello al margen de la evasión y el fraude fiscal, que serían escandalosos si es que tuviéramos todavía capacidad de escandalizarnos. Veamos de nuevo el ejemplo español. Según GESTHA, organismo sindical de los técnicos del Ministerio de Hacienda (http://www.gestha.es/), las grandes fortunas y empresas españolas evadieron 42.771 millones de euros sólo en 2010. Si a ello añadimos la evasión de la pequeña y mediana empresa, según esa misma fuente, obtenemos 59.032 millones. Sumando a esto el fraude a la seguridad social que se realiza a través de la economía sumergida, nos da la enorme suma de unos 90.000 millones de euros (aunque hay una posterior rectificación de los datos que sube la primera de aquellas dos sumas a alrededor de 70.000 millones y la total a algo más de 100.000 millones de euros; recordemos que los recortes sociales que venían impuestos por el gobierno del PSOE para el periodo 2010-2013 sumaban 50.000 millones de euros).

El Gran Robo como “derecho internacional” informal impuesto por EE.UU.

El ambicioso proyecto de construcción del capitalismo global a imagen del estadounidense, imbricado en esa suerte de “Open Door” de EE.UU. hacia afuera (en lo que sería un Imperio por inundación o anegación), iba a emprenderse a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial para trasladar la jurisprudencia USA al resto del planeta, y con ella después el conjunto de dispositivos y medidas del Gran Robo, que pasarían a blindarse a través de toda clase de Acuerdos y Tratados.
Así, un aspecto importante de lo que significan Tratados como el TTIP (EU-EEUU), es que están creando un “derecho internacional” informal que en realidad está basado en las leyes y la jurisprudencia de EEUU (porque ningún Tratado o Acuerdo con este país puede contradecir las leyes o el Congreso de EEUU, ni EE.UU. acepta ninguna decisión de organismo multinacional que le contravenga). Es decir, que todos los Tratados firmados por este país institucionalizan de jure la aplicación extraterritorial de las leyes de EEUU. La liberalización comercial (OMC y Tratados de libre comercio) potencia esa operación a escala mundial.
Las otras potencias capitalistas aprenderían del camino trazado, para hacer lo propio con otras formaciones menores. No es de extrañar, por ello, que en 1997 se realizaran 1850 Tratados Bilaterales (se había firmado uno cada dos días y medio). Son reflejo de la necesidad imperiosa de construir un “modelo económico” universal y libre de responsabilidades sociales (proceso de disolución social) y con posibilidades ilimitadas de enriquecimiento para las elites (extrema desigualdad), lo que paso a paso se logra a partir de los años 90 con la creación del sistema legal supranacional que va despojando de su soberanía popular a los pueblos vía los Tratados y Acuerdos de comercio e inversiones que expanden los derechos de la propiedad privada de los monopolios (aplicando la ley estadounidense en casi todos los casos).
Pero al hacerse único el capitalismo “made in USA” se pierde a sí mismo
Justo al cumplir el sueño de un “capitalismo global” y al identificar ese capitalismo con el propio, las cosas empezaron a torcerse para el Imperio del Mundo.
No podríamos entenderlo si no consideramos la secuencia de procesos difícilmente controlables que dejó la caída del Bloque Soviético:
1) Se completó de nuevo, tras el lapsus de la desconexión soviética, un único Sistema Mundial capitalista (ayudado por la entrada de China en la OMC y aceptación de sus reglas del juego). Se consiguió así un único mercado global y (casi) una única fuerza de trabajo mundial. También un ingente ejército de reserva que permitió la acentuación de la importación masiva de fuerza de trabajo por parte de las economías centrales de ese Sistema (así como de otras formaciones sociales), desde las periferias del mismo (con la excepción de la fuerza de trabajo china), una vez que ya no había “otro mundo” no capitalista.
2) Todo ello redujo el poder social de negociación de la población asalariada en casi cualquier parte del planeta, con la consiguiente destrucción de condiciones laborales y salariales y el desguace de la negociación colectiva. Esto posibilitó frenar aún más los procesos de automatización de las principales economías capitalistas, dado que cuando la mano de obra es tan barata no compensa, o no tanto, la introducción de maquinaria o tecnología.
Así que la caída del enemigo sistémico (el mismo que ya había “salvado” al propio Sistema al forzar el keynesianismo en las formaciones centrales capitalistas) ayudó a sobrevivir al capitalismo por el lado de la valorización (o producción de plusvalía). Pero por otra parte se despejaron con ello las dinámicas de saqueo y destrucción de las condiciones laborales y sociales que hemos visto, con lo que se agravaron las contradicciones del Sistema por el lado de la realización (o venta de lo producido), pues el ciclo liberal-degenerativo conduce inexorablemente al deterioro del consumo de masas.
LLegábamos así a un círculo vicioso recesivo: falta de inversión productiva, falta de productividad, falta de crecimiento, sobredosis de explotación de la población, re-mercantilización de las necesidades sociales, deterioro de los salarios, descenso del empleo, caída en picado la capacidad de consumo.
Círculo que fue solventado pasajeramente mediante el préstamo masivo, que condujo a la expansión del crédito y al paroxismo del endeudamiento generalizado de empresas, familias, Administraciones públicas e incluso Estados.
Tan masivo que resultó una trampa. Multiplicó todo un capital que confiaba en la devolución de las deudas y se acrecentaba ficticiamente especulando en las finanzas. Cuando empezaron los impagos en masa, les siguieron las quiebras también masivas.
Pero entonces se perpetra un nuevo Robo: con el dinero de toda la población se rescata a empresas, financieras y Bancos. Este es el “socialismo capitalista”: socialización de las pérdidas de los ricos y apropiación por los ricos de la riqueza de todos. Pero con ello cada vez queda menos riqueza social de la que apropiarse.
¿Y ahora qué hacen para seguir adelante, o al menos para simular que el capitalismo global sigue funcionando?: inventarse más dinero.
Crear dinero de la nada a mansalva. Primero la Reserva Federal de EE.UU., después el Banco Central de Inglaterra y el de Japón y ahora el Banco Central Europeo. Este último está sacándose de la chistera 80.000 millones de euros al mes para sanear las cuentas de la Banca, sin que apenas nada de ese dinero llegue a la gente.

¿Todo esto puede seguir siendo capitalismo?

Llegados a este punto tendríamos que hacernos una pregunta trascendental. Si el capitalismo global muestra crecientes dificultades para combinar la tecnificación con la plusvalía, si lógicamente con la automatización tiene cada vez más problemas para conseguir la asalarización de la fuerza laboral, si el consumo por tanto no puede sostenerse sin crédito y éste deja de fluir, si está acumulando cada vez más a través del saqueo, sin reinversión productiva de las ganancias. ¿Es esto, estrictamente hablando, capitalismo?
El capitalismo debe su existencia al proceso de conversión del dinero en capital, a la apropiación privada de los medios de producción y a la explotación del trabajo ajeno en forma de plusvalía que procure ganancia. En la actualidad tenemos una involución de dos de esos procesos: hay una creciente re-conversión del capital en dinero (derivación de las inversiones productivas hacia el dinero bancario y financiero, e incluso la conversión de gran parte de esas formas de dinero en “ficticias”); y hay una creciente incapacidad de asalarización de la población, obliterándose a la larga el proceso de extracción de plusvalía. Sólo va quedando de la dotación originaria del capitalismo la retención de los medios de vida por una insignificante minoría de la población, menos del 1% de la misma[3]. Lo que conduce a una concentración de los medios de producción, de comercialización y de las finanzas nunca antes vista.
Una minoría que ahora buscaría, en un desesperado intento de compensar la caída de la tasa de ganancia y de las inversiones rentistas (los ricos no saben en qué invertir, de ahí la hinchazón de los “paraísos fiscales”), la mercantilización de todo lo que hay en la Naturaleza y de todo lo que hacen los seres humanos para conservar la vida. Buena parte del crecimiento en la actualidad proviene del paso de actividades que no entraban en la economía monetaria a convertirse en mercancías: los cuidados, las interacciones y comunicaciones humanas de todo tipo, los juegos, lo que hacemos unas por otras, el sol, el aire, la Vida…
Sólo un crack sin precedentes podría restablecer la dinámica habitual de las Grandes Crisis: depuración de ingentes capitales no competitivos e improductivos para reemprender un nuevo ciclo de crecimiento. ¿Pero cómo realizar eso en la era nuclear, cómo deshacerse de las monstruosas cifras de capital ficticio circulando por el planeta, que pueden alcanzar más de 20 veces el PIB mundial, cómo destrozar todo un entramado productivo mundial manteniendo la “gobernanza”?
Además, el camino a seguir tras ese Gran Trauma sería relanzar la inversión productiva. Esta vez, dado el desarrollo tecnológico, tendría que ser en alta tecnología (nanotecnología, biotecnología, inteligencia artificial, robótica, neurociencia…). Pero eso sólo podrá significar la aceleración del fin de los empleos no sólo manuales sino de inteligencia o habilidad profesional de cualquier tipo: todo podrá ser hecho por las máquinas androides.
De nuevo, ¿eso sería capitalismo?
Cuando un sistema está en su fase de agonía cada vez puede ofrecer menos “bienestar” y sí en cambio más dolor, sufrimiento y muerte para la Humanidad, funcionando mafiosamente y saqueando crecientemente a sus propias poblaciones. El modo de producción que viene queda por definir, en función también, obviamente, de las luchas de las sociedades. Pero lo que queda del capitalismo en degeneración es un tanatocapitalismo, un sistema que roba y mata más y más mientras no termina de morir.

Notas:

(1) La anterior desposesión masiva consistió en la apropiación capitalista de los medios de vida (medios de producción) de la población (una generalizada proletarización de la misma), que se dio a lo largo de los siglos. Ésta había sido paliada a través de las luchas históricas mediante la consecución de un Estado Social que proveía de los medios de cobertura de las necesidades básicas, a través de “servicios” sociales. La destrucción de esos servicios re-proletariza a las poblaciones.
(2) El capital se transforma en ficticio a través de la titularización de los derechos de remuneración por interés. Es decir, cuando comienza a comercializarse un capital que es deuda y que en realidad no existe (esta es la base de su ficción, que después las finanzas complejizarán sobremanera).Todo este conjunto de procesos está en la base de la segunda fase universal de financiarización (la primera se dio entre el último cuarto del siglo XIX y el primero del XX), que en EE.UU. conllevaría la abrogación de la Ley Glass-Steagall, en 1999 (la cual, en 1933 había introducido reformas bancarias para controlar la especulación y demás desmanes financieros, destacando entre sus características la separación entre la banca de depósito y la banca de inversión).
(3) Las relaciones sociales de producción (el orden social capitalista) se hace descaradamente contradictorio con el desarrollo de las fuerzas productivas, impidiendo más y más el beneficio de las sociedades. Pero al tiempo también nos va dejando menos obstáculos para una Gran Transformación. En estos momentos es más decisiva la intervención humana sobre unas estructuras en degeneración.

Profesor de sociología de la Universitat Jaume I de Castelló, miembro del Observatorio Internacional de la Crisis.

ETAri BEGIRA KRONSTADTetik

[Unibertsitatea.net webgunetik bertako Inguma taldearen blogetik duela urte eta erdi inguru Pruden Gartziak argitaratutako elkarrizketa Emilio Perez Adan-i]

ETAri BEGIRA KRONSTADTetik 


Ez da erraza ETAri buruz hitz egitea. Gutxiago oraindik idaztea. Eta, hala ere, ETAri buruz asko idazten da. Zergatik? Bi arrazoi nagusi daude horretarako nire uste apalean, batetik sentsazionalismoa, bestetik nazionalismo espainolaren egitarau politikoaren eragina. Gaur iruzkindu nahai dugun liburua, bistan da, ez da zio bi horietako ezeinekin lerratzen, baina hura aztertzeari ekin aurretik garrantzitsua iruditzen zait bere testuinguruan kokatzea, liburua ondo ulertzeko ezinbestekoa baita gaur egungo testuingurua kontuan hartzea, testuinguru hori erabat kontrakoa, are etsaia, denez gero, egilea apur bat ezagutzen duen edonork erraz atzemango duen bezala. Eta argi esan dezadan: liburu berezi baten aurrean gaude, bete-betean giro nagusiaren eta kultura hegemonikoaren kontra argitaratu den liburu bat baita beherago iruzkinduko duguna. Hemendik aurrera saiatuko naiz azaltzen baieztapen multzo horien oinarrian dauden arrazoiak.

liburua
1. irudia: “Biolentzia  politikoaren memoriak” liburuaren azala.
Lopez Adan, Emilio: Biolentzia politikoaren memoriak: 1967-1978, Baiona: Maiatz, 2014, 390 or.

Sentsazionalismoa da gaur egun ETAri buruz idazten den gehienaren arrazoi nagusia, itxura akademikoagoa dituzten liburuak barne. Arrazoia oso sinplea da: gure gizarte kontsumista eta mendebaldetarrean iskanbilak dirua ematen du (saldu egiten da komunikabideetan), eta ETAren inguruko albisteek, analisiek, edonolako kontsiderazioek, iritzi publikoaren arreta erakartzen dute oso erraz. Beraz, dirua irabazteko baliatu daitezke, aldez edo moldez. Mundu akademikoa ere ez da giro horretatik kanpo bizi: ezaguna denez, azken hamarkadatan unibertsitatearen merkantilizazio-prozesu batean sartuta gaude, gero eta gehiago, eta irakasle eta ikerlariek, intelektual bokazioa ez dutenek barne (horiek ziren lehen komunikabideak monopolizatzen zituztenak) gero eta ahalegin handiagoak egin behar dituzte beren ikerketak, beren azterketak, beren karrera akademikoa, finean, merkatu akademikoan saltzeko. Zer hobeagorik inpakto mediatiko handia duten lanak kaleratzea baino, horrek berehalako eragina baitu gizartean eta laster hasten dira kongresu, jardunaldi, mintegi eta abarretan parte hartzeko gonbidapenak, liburu eta artikuluak idazteko eskaerak, zuzentzen dituzten ikerketa-proiektuetarako dirulaguntzak, eta abar. Merkatuaren legea da, gure gizarte kapitalista honetan gero eta zabalagoa, gero eta sakonagoa, gero eta gordinagoa. Mundu akademikoa barne.
Baina Espainian bigarren faktore bat dago ETAren inguruko albiste, azterketa eta lan akademikoak sustatzen dituena: nazionalismo espainolaren programa politikoa. Ezaguna denez nazionalismo espainola da, gaur egun, estatu mailako indar soziopolitiko nagusia, krisi ekonomikoaren inpakto suntsigarriari ongien eutsi dion ideologia, beste indar tradizonal guztiek baino askoz ere hobeto: katolizismoaren inguruko mugimendu soziala, edo langileen erreibindikazioen aldekoa, edo progresoaren ideiaren inguruan antolatzen dena… hiru horiek izan dira, nire ustez, XX. mendean espainiarren masak mugimendu soziopolitiko zabal eta indartsuetan antolatzeko gai izan diren ideologia nagusiak, nazionalismoak (espainola eta lehiakide dituen besteak) alde batera utzita. Bada, hiru horiek oso motelduta daude gaur egun eta, aldiz, nazionalismo espainolak inoiz baino indar handiagoa eta leku zentralagoa hartu du Espainiako gizartean. Inoiz baino trinkoagoa da, inoiz baino antolatuagoa, eta bere lehiakide tradizionalak (arestian aipatu dugun hirukotea) inoiz baino motelago daude. Ikusi besterik ez dago, adibidez, nola PPk berriki ez duen batere arazorik izan abortoaren inguruko gaia agenda politikotik baztertzeko, hots, katolizismoaren inguruan antolatzen den masa soziala alde batera uzteko, ia-ia inolako kosturik gabe. Esanguratsua.
Bada, nazionalismo espainolak, azken bi hamarkadatan, ETA bihurtu du bere leitmotiv nagusia. ETA arbuiatzea, garaitzea, porrokatzea, suntsitzea. Ez da gauza harrigarria; urrunago joan gabe, nazionalismo frantsesak Alemania izan zuen, hamarkada luzetan, leitmotiv kohesionatzaile eta mobilizatzaile nagusi; edo, Estatu Batuetan, komunismoaren kontrako borrokak (SESB, Txina, Kuba…) bete zuen antzeko papera. Adibide gehiago jar daitezke, baina aski delakoan nago. Bai Frantzian zein Estatu Batuetan nazionalismoak lortu egin zuen gizarteari bere hegemonia ezartzea, hamarkada luze-luzetan kontsentsu sozial oso zabala erdietsiz. Espainian ere azken bi hamarkadatan nazionalismo espainolak bere hegemonia inposatu du ETA leitmotiv nagusi gisa erabiliz, kontsentsu sozial izugarri zabala lortuz eskuinetik ezkerrera eta ezkerretik eskuinera. Egun oso-oso zaila da ETAren gaineko diskurtso ofiziala zalantzan jartzea, hala nola oso zaila zen, adibidez, AEBn komunismoaren gaineko diskurtsoa zalantzan jartzea 50etan, haren kontrako arbuio militantea gizartearen kohesioaren faktore nagusietako bat baitzen.
Kontsentsu sozial hori mundu akademikora ere ailegatzen da, eta sentsazionalismoarekin lotutako faktoreek (goian zehaztu ditugunak) indartzen dute sektore honetan ere. Indar biek, sentsazionalismoak eta nazionalismoak, elkar elikatzen dute. Eta, hortaz gain, gauza jakina da nazionalismo espainolaren ideologoek aspaldi dekretatu zutela ETAren kontrako borroka ez dela amaitzen erakunde horren disoluzioarekin; aitzitik, ETAren kontrako borroka ideologiko etengabe bat eraman behar dela eskolan, komunikabideetan, gizartean, unibertsitatean, elizetan, hots, kontsentsu soziala sortu eta garatzen den inguru guztietan, terrorismoaren mamua behin betiko desagertarazteko. Beraiek memoria historikoa deitzen diote. Askotan bezala, termino ohoragarri baina anbiguo xamar batek asmo politiko zehatzak mozorrotzen ditu, zeren nire ustez nazionalismo espainolaren hegemonia soziala eta programa politikoa finkatzeko, betetzeko eta iraunarazteko tresna baten gisa erabiltzen baita oso sarritan. Testuinguru horretan ETAren gaineko ikerketa unibertsitarioak paper garrantzitsua jokatzen du eta eskuzabaltasunez ordaintzen da, mila eta bat modutan.
Bada, testuinguru horretan ETA aztertzeko (hots, kondenatzeko) saioak etengabe ugaritzen direnean, Lopez Adanen liburua guztiz kontrako giroan jaio da: euskaraz eta ETA kondenatzeko inolako asmorik gabe. Aitzitik, hura ulertzea du helburu esplizitutzat, ulertzea termino historikoetan hiz eginda, alegia, kondenatu gabe, historialari profesional askok betidanik defenditu izan duten terminoetan (behin baino gehiagotan entzuna nago era horretako kontsiderazioak ikasle nintzela unibertsitatean, alegia, uler dezagun nork eta zergatik hil zuen Julio Zesar, ekintza etikoki epaitzen hasi gabe). Ondorioz, sentsazionalismorik ez, Historia baizik, eta nazionalismo espainolaren esparrutik erabat kanpo. Non gaude, beraz? Zer dugu esku artean?
Azken ohar bat. Bereziki ohartarazi nahi nuke ez dudala azterketa edo ikerketa oro zaku komun batera bota nahi, testuinguru orokor bat marraztu baizik, zeinetan banan-banan aztertu beharrekoak diren guztiak, errazkerietatik ihes eginez. Hartara, unibertsitari edo ikerlari batek sinatutako testu batean faxismo, totalitarismo, extermino edo are, genozidio bezalako terminoak ikusten baditugu, haiek erabiltzeko eskaintzen diren argudiobideei eman beharko diegu arreta, horiek haztatuz eta epaituz banan-banan. Eta horren arabera eman gure iritzia kasu bakoitzean. Inongo argudiorik ez badago, ezin izango da oso aldekoa izan, jakina.
Baina ekin diezaiogun behingoz aipagai dugun liburuari, hitzaurre luze hau amaitutzat jota. Bi oinarriren gainean idatzita dagoela esango nuke: bat, egileak testigantza pertsonal bat eman nahi du ororen buru, berak bere begiekin ikusitakoa kontatuz, nolabait esanda (uler bedi metaforikoki, ez literalki, baina beti hurbiletik), eta bi, memoria horrek dimentsio historiko bat izango du, alegia, denboraren lerroan jarriko gara eta gertakari bakoitza, pertsonaia bakoitza, data zehatz batekin lotuko dugu, beti; izan ere, zentzugabea da ETA bat eta beti berdina izan dela defenditzea, aitzitik, ETA aztertzea haren historia aztertzea da (izan behar luke), eta histora hori apurketaz, hausturaz eta zatiketaz beterik dago, etengabe azkar eta sakon aldatzen joan den erakunde baten barruan. Bai, sigla berberen azpian errealitate oso desberdinak egon daitezke. Egon dira. Liburu hau konstatazio horretatik abiatzen da eta, tarte zehatz bat hautaturik (1967-1978) ETA tarte horretan zer izan zen deskribatu nahi du. Ulertu, ez kondenatu. Eta ulertzeko ariketa hori, Emilio Lopez Adanek oneski aurrera daramana, bere burua ulertzeko saioa ere izango da, hein berean. ETA ulertu eta bere burua ulertu, horra egilearen asmoa, iparra. Agian, gaineratuko nuke neure aldetik urrats bat gehiago eginez, garai zehatz horren azterketa egoki batek ETA gero izan zenaren giltza batzuk ere eskain ditzakeela pentsatzen du. Batzuk bakarrik, dena den.

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2. irudia: Emilio Lopez Adan.

Blog honetan beste askotan egin dugun bezala, ez dugu liburua zehatz-mehatz laburtuko, ezta ere tesi nagusiak aztertu eta eztabaidatuko. Aldiz, nire arreta erakarri duten alderdi batzuk aipatzeaz konformatuko gara. Lopez Adanen arrazoibidea konplexua baita, eta ez da erraza osorik tesi bat edo gutxi batzuren barruan errenditzea. Orobat, gaia biziki zaila da eta ez dut nire burua gai ikusten gaur eta hemen ezer auzitan jartzeko. Liburua arretaz irukurri ondoren zintzotasun intelektual osoz ari dela esango nuke, argi eta garbi; hortik aurrera, betoz espezialistak (ni ez naiz horietakoa).
Lehengo eta behin, egitura. Harrigarriro, “memoriak” berak (hots, liburuari izenburua ematen dion atalak) 146 orrialde besterik ez dute betetzen, erdia baino gutxiago. Beste guztia eranskin luze bat da, garai horretako 41 dokumentu biltzen dituena (ETAren beraren dokumentuak edo inguru jendearen analisi politikoak dira gehienak). Lehen parteak sekuentzia kronologiko argi bati segitzen dio, gertakariak eta analisiak kontakizun bakar baten barruan integratuz, eta hala ere ez da irakurtzeko erraza (analisia beti gailentzen zaio narrazioari) baina bigarren parteko eranskinean 41 dokumentuak zein bere aldetik irakurri behar dira. Franko astuna suertatzen da. Ondorioz, ez gaude militante baten anekdota loriosak, eredugarriak, barregarriak edota penagarriak airoski kontatzen dituen oroitzapen-liburu baten aurrean (aski bakanak dira mota horretako pasarteak), benetako azterketa historiko baten aurrean baizik. Eta azterketa horren iparra, erabateko lehentasuna, gorago esana dugu, gertakariak bere testuinguru historiko zehatzean kokatzea da: orduko hitzak, orduko datak, orduko giroa, bere horretan ematea, gaur eguneko iragazkitik pasatu gabe, jakin gabe oraindik gero zer izango zen ETA, zertan amaituko zuen. Badu akats nabarmen bat ere: eranskineko dokumentuen jatorria ez da beti guztiz ondo zehazten, eta hori eragozpen bat da haiek kidekatu nahiko lituzkeen edonorentzat.
Bigarren ohar azpimarragarria: biktima guztiak banan-banan izendatzen dira, bakoitza bere izenarekin, noiz hil zuten (data zehatza), zein testuingurutan, zergatik (zein terminotan erreibindikatu edota justifikatu zen, ETAren aldetik edo poliziaren aldetik). Atentatu guztiak ez dira berdinak izan, poliziaren ekintza denak ere ez, batak bestea elikatzen zuen urte haietan, beraz, ikus dezagun zein izan zen lehena, nola sortu zen gurpil zoroa. Eta hemen konstatazio ezohiko bat: errelato bakarrean bildu dira ETAren biktimak eta poliziarenak, modu bereizezinean. Izan ere, Lopez Adanentzat prozesu historiko berberaren protagonistak dira guztiak. Lekutan dago, beraz, gaur egun ohikoa bihurtu zaigun erralato estandarra, hots, ETAren krimenen kontakizuna eta hura justifikatzen zutenena. Nire uste apalean hemen dago liburu honen berezitasun handiena: prozesua bere osotasunean ulertu nahi du, aurreiritzietatik edo aldez aurreko kondenetatatik hastanduz, ETA diktadura faxista baten testuinguruan sortu baitzen, hori da bere historiaren lehen datua, harrigarriro gaur egun apenas aipatzen dena. Ez ote da garrantzitsua? Bego.

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3. irudia: Argala.

Hirugarren ohar aipagarria da egileak marrazten digun mapa ideologikoa: ETA barruko talde desberdinak, barne-borrokak, zatiketak, banaketak, deskonfiantzak, trikimailuak… Eta magma konplexu horretatik hamarkadaren amaiera aldera trinkotzen eta nagusitzen den milien talde gogorraren sorrera eta garapena, borroka ideologikoetatik aski autonomo. Jakina baita ETAren barruan aldi zehatz honetan hiruzpalau zatiketa handi gertatzen direla, eta erakunde batek baino gehiagok erabili zuela ETAren izena aldi berean. Azkenean, 1980a ondo pasatuta (liburu honen analisietatik kanpo, beraz) bat bakarra geratuko da, komunzki ETA (m) deitzen duguna. Bada, ETA zer zen ulertu nahi badugu (eta ez soilik kondenatu), oso garrantzitsua da talde horiek guztiak banan-banan aztertzea eta beren garapena eta berezitasunak zehazki marraztea. Orobat, talde desberdinen arteko borroka ideologikoak eta zatiketarako arrazoiak, haien ondorioak, eta abar. Ez da hori egileak liburu honetan bere gain hartzen duena (luzeegia litzateke) baina bai, berriz ere, prozesu osoa bere konplexutasunean aurkeztea. Horri lotzen zaio. Neuk neure aldetik bereziki azpimarratuko nuke Lopez Adanek Argalari  ( Jose Migel Beñaran, 1949-1978 ) ematen dion garrantzi erabakigarria: milien taldearen benetako ideologo eta antolatzailea, hark taxutu zituen gero hamarkadaz hamarkada iraungo duten egitarau politikoa eta egitura militarra. Egia ote? Ez dakit. Esanguratsuki, gure egilearen kontakizuna Argalaren heriotzarekin amaitzen da, 1978an, eta nolabait aditzera ematen digu inork ez dakigula Argalak lideratutako ETA batek hortik aurrera segitu zuen bidea segituko ote zuen. Baina agian ez naiz guztiz zehatza izan, Lopez Adanek ez baitu hitzez hitz horrelako ezer esaten; hala ere nire espirituan galdera hori geratu zen dindilizka memorien atala bukatu bezain laster. Galdera egokia ote da?
Laugarren oharra testuinguru sozial eta intelektualari dagokio. Jakina denez, garai hartan inor gutxik kondenatzen zuen borroka armatua edo, egokitzat ikusten ez zutenak ere (EAJk edo PSOEk, adibidez) oso urrun zeuden gaur egun erabiltzen duten hizkeratik. Zer esanik ez, intelektual progresista edo iraultzazaleei (orduan guztiz gehienak giro akademiko gazteetan) ez zitzaien burutik pasatu ere egiten ETAren jarduna kondenatzea; aitzitik, erregimen faxista baten kontrako borroka legitimotzat jotzen zen, dudarik gabe, eta hala egiten ez zutenak erregimenaren kide, konplize eta kolaboratzailetzat hartzen ziren, edo gaitasunik gabeko diletantetzat. Beste hitz batzuetan esanda, nire uste apalean orduan biolentzia kondenatzea gaur egun ez kondenatzea bezain zaila eta zentzugabea izango zen giro gehienetan, bereziki unibertsitatean: kontsentsu zabala zegoen biolentzia iraultzailearen legitimotasunaren inguruan, bere komenigarritasunaz gorabehera (horretaz iritziak askoz ere banatuago zeuden). Gauzak, jakina, asko aldatu ziren handik urte batzuetara eta oso-osorik aldatuta daude gaur egun. Nola esplikatu beharko genuke aldaketa hori? Zeren ezagutza historiko minimo bat duen edonori guztiz anakronikoa begitandu behar zaio besterik gabe gaur egungo egoera frankismo garaira proiektatzea. Esango nuke arazo hau oso kontuan hartu duela Lopez Adanek, baina ez dio ia-ia lerro espliziturik eskaintzen, zanbait alusio solte eta labur alde batera utzirik. Horren ordez, gorago esan dudan bezala, orduko giroan zentratzen da eta irakurlearen esku uzten du nork bere ondorioak ateratzea. Azertu bat, ziur aski.
Bosgarren oharra eta azkena. Memorien atala eta, areago, eranskin dokumentala arreta apur batez irakurtzeko lana hartzen duen edonorentzat oso nabarmena da urte haietan ezkerreko militante antifrankista aktibo gehienek zuten sinesmen sakona: Iraultza gertatzear zegoen, laster, oso laster gertatuko zen, eta ezinbestekoa zen abagadunea profitatzeko prest izatea. Hain zuzen ere abagadune horren etorrera bizkortzeko edota horretara hobeto egokitzeko proposatzen ziren estrategia edota taktika aldaketa asko, haserreak, borrokak eta zatiketak eragiten zituztenak. Berriz ere azpimarratuko dut anakronikoa dela gure egungo egoera eta guztiz gehienen usteak, aurreikuspenak eta sinesmenak urte haietako militanteen gain proiktatzea, haiek guztiz bestelako balio eta aurreikuspen batzuen arabera bizi baitziren. Eta ez militanteak soilik, gizartea bera ere, ziur aski, beste gako batzuen arabera mugitzen zen. Noiz hasi zen aldaketa? Zergatik ETA ez zen gai izan prozesu sozial hori ulertzeko eta hartara egokitzeko? Liburu honetan inplizituki egiten diren galderak iruditzen zaizkit horiek, erantzun errazik ez dituzten galderak. Nik neuk behintzat ez dut erantzun argirik ezagutzen.
Ohar pertsonalago batekin bukatuko dut. Denok dakigunez, Emilio Lopez Adan “Beltza” anarkista da eta iritzi horretan finkatu zenetik, hain juxtu ere liburu honetan aztertzen den garaiaren bukaeran (gutxi gorabehera) tinko eutsi die bere ideia nagusiei, alegia, askatasuna ororen buru eta edozein botereren kontrako mesfidantza osoa. Liburu honetan behin baino gehiagotan inpresioa izan dut Kronstadteko marinelek partidu boltxebikeari begiratzen zioten bezala begiratzen diola berak ETAri, edo beste modu batean esanda, marinel haiek egin zuten oinarrizko galdera, galdera klasikoa mundu osoan XX. mendean zehar, beste behin paratu nahi izan duela gure historia propioari egokituta: posiblea da alderdi iraultzailearen antolaketa demokratikoa?
Ez legoke esan beharrik, baina esan egingo dut badaezpada, mende hasierako Errusiaren eta frankismo bukaerako Euskal Herriaren arteko aldeak oso-oso handiak dira eta, besteak beste, hemen ez zen iraultzarik gertatu; orobat, ETA alderdi boltxebikearekin erkatzea iradokikorra izan daiteke, baina modu argiki mugatu batean baino ezin daiteke egin. Hala eta guztiz ere, esango nuke baita ere, galdera haizean igeri geratzen zaigula denoi, eta nik neuk behintzat eskertzen diodala Beltzari hura berriz ere egiteko zintzotasuna eta ausardia. (Kronstadteko Matxinadari buruzko oinarrizko informazioa gaztelaniazko Wikipedian aurki daiteke, sarrera luze eta oso dokumentatu batean, hemen ; azpiko irudia ere handik hartua da).

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4. irudia: Ejerzito gorriko tropak Kronstadt erasotzen.

Eta azken baieztapen bat: liburu hau ETAri buruz inoiz egin den analisi bikainetako bat da nire uste apalean. Jakina, horrek ez dakar bere tesi guztiekin bat egitea, baina oso kezkagarria litzateke giro akademikoetan ignoratua eta ezereztatua izatea. Izango ote du irakurlerik? Nekez. Euskaraz dago eta, gainera, euskal kulturaren munduan bertan marjinala den argitaletxe batean agertu da (Baionako Maiatz). Eta hala ere egileak honetan ere erabaki du main stream-aren kontra igeri egitea. Esku artean hartzen duzunean, irakurle, jakin ezazu liburu bitxi eta bikain bat duzula esku artean, gutxi bezalako bat. Zorionekoa zara.

La palabra contraria de Erri De Luca

[Hauek duela urtebete pasatxoko kontuak badituNK ere oraindik orain utzi zieteNK bakean Erri De Luca idazle eta ekintzaileari. Hincapié aldizkari digitaletik hartua]  

La palabra contraria de Erri De Luca


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A lo largo de las aventuras y sucesos de los humanos en el tiempo, reyes, sacerdotes, señores feudales, patrones de industrias y padres han insistido durante siglos que la obediencia es una virtud y la desobediencia un vicio. Pero es innegable que la historia humana empezó con un acto de desobediencia. Desobedecer abre los ojos, se reconoce lo extraño y al mundo exterior incluso como hostil. El pecado original, lejos de corromper al hombre, lo liberó, fue el comienzo de la historia. Para el mito hebreo de adán y eva, también para el mito griego de Prometeo, toda civilización humana se basa en un acto de desobediencia. Además, es muy posible que la capacidad intelectual dependa de ese acto de resistencia a los mandatos del poder establecido. Ya sé que hay más, que siempre que resumimos simplificamos, pero me vino bien leer a Erich Fromm antes de leer las páginas de este folleto de Erri De Luca, La palabra contraria, para colocar a la desobediencia en su alto lugar primigenio.
De Luca es autor de más de 50 obras traducidas a más de 23 idiomas. Ha sido demandado por la LTF, constructora del tren de Alta en Velocidad Turín-Lyon por instigación al sabotaje en unas frases que pronunció y fueron publicadas por el periódico digital The Hufftington Post Italia, así como por la agencia ANSA. En su folleto, Di Luca explica las razones cívicas y reivindica su deber, antes que derecho, a la palabra contraria. Tras la vista celebrada el 16 de marzo, el juicio a Di Luca está visto para sentencia.
Estamos ante un caso más del sometimiento de un territorio a una especulación declarada, para que se pueda abusar mejor, como “estratégica”. Las perforaciones y pulverización de amianto deberían horrorizar a cualquiera que tenga nociones de este silicato de cal, aluminio y hierro.
Recapacitemos un poco sobre la acusación que le otorga la fiscalía a este hombre. Para que se produzca instigación a la violencia, es necesario demostrar una conexión directa entre las palabras y las acciones cometidas. Es como si a Goethe le hubieran acusado de instigación al suicidio porque su libro Las desventuras del joven Werther desató una ola de suicidios entre los jóvenes europeos de la época. De Luca dice que si de la palabra pública de un escritor se derivan acciones, ese es un resultado involuntario y fuera de control. En la misma línea, un profesor de derecho constitucional afirma que el ministerio público tendrá que demostrar una conexión directa entre las palabras y las acciones “si no puede probar una sucesión inmediata entre las palabras y las acciones, entonces no se puede hablar de delito”
“(,,,) el TAV ha de ser saboteado. Para eso precisamente servían las cizañas: son muy útiles para cortar las verjas. Nada de terrorismo. Son necesarias para dar a entender que las del TAV son obras nocivas e inútiles. Las mesas de negociación del gobierno han fracasado: el sabotaje es la única alternativa”.


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El ministerio público ha exhibido una relación de sucesos cometidos por militantes NO TAV. Todos ellos ocurridos a partir de las declaraciones de De Luca. Los fiscales exhiben como demostración de su tesis una lista incompleta, no cotejada con el periodo anterior, y que, por si fuera poco, demuestra lo contrario.
Antes he dicho que el TAV por el valle de Susa está declarado de “interés estratégico”, lo que significa simplemente, área sustraída a la disidencia. Por estas cosas de las interferencias que le entran a uno, recuerdo que aquí la empresa canadiense ANK quiere pedir al gobierno español que declare “zona de interés estratégico” a algunos terrenos de las Merindades de Burgos donde quiere implantar el fracking.
Queda recordar que España es el segundo país del mundo con más líneas de alta velocidad. Los datos son demoledores: tenemos más kilómetros de AVE que Francia o Japón, pero con cinco veces menos de pasajeros. Recientemente, el presidente de Adif ha dicho que la red de alta velocidad en España “no tiene ni pies ni cabeza” y que es insostenible.
Volviendo al uso de la palabra sabotaje, De Luca reivindica el derecho a emplearla (su uso no está limitado al significado de daños materiales). El verbo sabotear posee una vasta aplicación en sentido figurativo y coincide con el sentido de obstaculizar. En Italia, el ministerio público exige que tenga un solo significado. En nombre de la riqueza léxica, De Luca rechaza el angostamiento del significado: “acepto de buen grado una condena penal, no una reducción de vocabulario”, dice con sorna.

Las 100 mejores películas del Cine Español

[Aurreritzirik gabeko zinemazaleontzako  (bueno, denok dizkiNagu aurreiritziak, baina gutxixeago dizkiNagunontzat) hemen Espabila O Muere webgunetik hartutako zerrenda bikain bat (lehenik, bi urte aurretik Cronicas del Extrarradio utzitako webgunean azaldu zena)]

Las 100 mejores películas del Cine Español

Por Nono Extrarradio (click en el titulo para acceder a la película)



1 - El verdugo, (Luis García Berlanga, 1963)


2 - Viridiana (Luis Buñuel, 1961)


3 - El espíritu de la colmena (Víctor Erice, 1973)


4 - Muerte de un ciclista (Juan Antonio Bardem, 1955)


5 - El Cebo (Ladislao Vajda, 1958)


6 - El extraño viaje (Fernando Fernán-Gómez, 1964)


7 - Atraco a las tres (José María Forqué, 1962)


8 - El desencanto (Jaime Chávarri, 1976)


9 - La torre de los siete jorobados (Edgar Neville, 1944)


10 - Los peces rojos (José Antonio Nieves Conde, 1955)


11 - La casa embrujada (Segundo de Chomón, 1908)


12 - Vida en sombras (Lorenzo Llobet-Gràcia, 1948)


13 - El árbol de Guernica (Fernando Arrabal, 1975)


14 - Furtivos (José Luis Borau, 1975)


15 - Arrebato (Iván Zulueta, 1980)


16 - ¿Quién puede matar a un niño? (Narciso Ibáñez 
Serrador, 1976)












17 - El cochecito (Marco Ferreri, 1960)


18 - Campanadas a medianoche (Orson Welles, 1965)


19 - La cabina (Antonio Mercero, 1972)


20 - La Caza (Carlos Saura, 1965)


21 - Los santos inocentes (Mario Camus, 1984)


22 - Amanece, que no es poco (José Luis Cuerda, 1988)


23 - Rocio (Fernando Ruiz Vergara, 1980)


24 - Canciones para después de una guerra (Basilio Martín Patino, 1971)


25 - El sexto sentido (Eusebio Fernández Ardavín, Nemesio M. Sobrevila, 1929)


26 - El Bosque del Lobo (Pedro Olea, 1970)


27 - Los Tarantos (Francisco Rovira Beleta, 1963)


28 - El asesino de Pedralbes (Gonzalo Herralde, 1978)


29 - La aldea maldita (Florián Rey, 1930)


30 - Tríptico Elemental de España (José Val del Omar,1955-1961)


31 - Juguetes Rotos (Manuel Summers, 1966)


32 - La semana del asesino (Eloy de la Iglesia, 1972)


33 - No profanar el sueño de los muertos (Jorge Grau, 1974)


34 - Ocaña, retrato intermitente (Ventura Pons, 1978)


35 - Tras el cristal (Agustí Villaronga, 1987)


36 - Remando al viento (Gonzalo Suárez, 1988)















37 - Lejos de los árboles (Jacinto Esteva, 1972)


38 - Vacas (Julio Medem, 1992)

39 - Qué he hecho yo para merecer esto? (Pedro Almodóvar, 1984)


40 - Amantes (Vicente Aranda, 1991)


41 - Monos como Becky (Joaquín Jordá, Nuria Villazán, 1999)


42 - El caminante (Paul Naschy, 1979)


43 - Una vela para el diablo (Eugenio Martín, 1973)


44 - Celuloide colectivo (Óscar Martín, 2009)


45 - Cuadecuc, vampir (Pere Portabella, 1970)


46 - Tesis (Alejandro Amenábar, 1996)


47 - Morir en Madrid (Frédéric Rossif, 1963)

48 - Martín (Hache) (Adolfo Aristarain, 1997)


49 - Llámale Jess (Manel Mayol, Carles Prats, 2000)


50 - Tierra y libertad (Ken Loach, 1995)


51 - Tren de sombras (El espectro de Le Thuit) (José Luis Guerín, 1997)


52 - El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006)


53 - Después de tantos años (Ricardo Franco, 1994)


54 - El día de la bestia (Álex de la Iglesia, 1995)


55 - El corazón del bosque (Manuel Gutiérrez Aragón, 1979)


56 - Celda 211 (Daniel Monzón, 2009)


57 - El proceso de Burgos (Imanol Uribe, 1979)


58 - El maquinista (Brad Anderson, 2004)


59 - Sexperiencias (José María Nunes, 1968)


60 - Solas (Benito Zambrano, 1999)


61 - Operación Ogro (Gillo Pontecorvo, 1979)


62 - Barrio (Fernando León de Aranoa, 1998)


63 - Sierra de Teruel - L'espoir (André Malraux, 1939)


64 - El Bola (Achero Mañas, 2000)


65 - El milagro de P. Tinto (Javier Fesser, 1998)


66 - El nido (Jaime de Armiñán, 1980)


67 - También la Lluvia (Icíar Bollaín, 2010)


68 - Airbag (Juanma Bajo Ulloa, 1996)


69 - Luna de lobos (Julio Sánchez Valdés, 1987)


70 - Bilbao (Bigas Luna, 1978)


71 - Los Cronocrímenes (Nacho Vigalondo, 2007)


72 -El honor de las injurias (Carlos García-Alix, 2007)


73 - [REC] (Jaume Balagueró, Paco Plaza, 2007)


74 - A tiro Limpio (Francisco Pérez-Dolz, 1963)


75 - El caso Almería (Pedro Costa, 1983)


76 - El otro barrio (Salvador García Ruiz, 2000)


77 - Carta de amor de un asesino (Francisco Regueiro, 1972)


78 - La campana del infierno (Claudio Guerín, Juan Antonio Bardem, 1973)


79 - Companys, procés a Catalunya (Josep Maria Forn, 1979)


80 - Mil gritos tiene la noche (Juan Piquer Simón, 1982)


81 - El crimen de Cuenca (Pilar Miró, 1979)


82 - Escalofrío (Carlos Puerto, 1978)


83 - Bajarse al moro (Fernando Colomo, 1988)


84 - La Tía Tula (Miguel Picazo, 1964)


85 - Tasio (Montxo Armendáriz, 1984)


86 - Cielo Negro (Manuel Mur Oti, 1951)


87 - España 1936 (Jean-Paul Le Chanois, Luis Buñuel, 1937)


88 - Plácido (Luis García Berlanga, 1961)


89 - Surcos (José Antonio Nieves Conde, 1951)


90 - El Sur (Víctor Erice, 1983)


91 - Las Hurdes - Tierra sin pan (Luis Buñuel, 1933)


92 - El mundo sigue (Fernando Fernán-Gómez, 1963)


93 - Calle Mayor (Juan Antonio Bardem, 1956)


94 - La vida en un Hilo (Edgar Neville, 1945)


95 - El bosque animado (José Luis Cuerda, 1987)


96 - Cría cuervos... (Carlos Saura, 1975)


97 - Queridísimos verdugos (Basilio Martín Patino, 1977)


98 - Viva la muerte (Fernando Arrabal, 1971)


99 - El Sopar (Pere Portabella, 1974)


100 - El Pico (Eloy de la Iglesia, 1983)


101 - Los otros (Alejandro Amenábar, 2001)


102 - La voz dormida (Benito Zambrano, 2011)


103 - Lucio (Aitor Arregi, José María Goenaga, 2007)


104 - Arrugas (Ignacio Ferreras, 2011)


105 - Venid a las cloacas: La historia de la Banda Trapera del Río (Daniel Arasanz, Jaime Gonzalo, 2010)


106 - 14 Kilómetros (Gerardo Olivares, 2007)

107 - El cielo sube (Marc Recha, 1991)


108 - Goodbye, America (Sergio Oksman, 2007)


109 - Don Quijote de Orson Welles (Orson Welles, Jesús Franco, 1955-1992)


110 - 30 Años de Oscuridad (Manuel H. Martín, 2011)