Vacunas: una reflexión crítica

[ Salud y poder webgunetik hartua ]


Vacunas: una reflexión crítica


Los autores de este libro cruzamos nuestros caminos por primera vez hace más de veinte años y ya entonces una de nuestras preocupaciones eran las vacunas y los problemas de salud que estaban creando a través del miedo y la ignorancia que sus defensores se encargan de promover.

En aquel entonces, nuestras inquietudes profesionales o intelectuales nos ayudaron a estar despiertos ante conocimientos a contracorriente.

Ahora, pacientes y alumnos, pero muy especialmente los hijos de los que hemos tenido el privilegio de aprender, nos han confirmado nuestras razones de la cabeza con razones del corazón: la vida se impulsa a sí misma, la naturaleza es sabia si no nos entrometemos, los mamíferos humanos compartimos con el resto de los seres vivos capacidades aún por conocer y comprender, y la guerra contra los microbios —incluidas las guerras preventivas— son, como dice el gran biólogo, maestro y amigo Máximo Sandín, autodestructivas, y ello por la simple aunque misteriosa razón de que todos estamos integrados en la red de la vida.

De modo que no es extraño que —tras seguir nuestros propios derroteros en el arte de la medicina y la educación respectivamente— ahora nos hayamos reencontrado para unir nuestras fuerzas en una batalla crucial contra la bestia, contra el sistema, contra los de Arriba, contra los poderosos, contra la industria... cada cual podrá darle el nombre que le parezca mejor, en definitiva, una batalla por la vida.



UN ANÁLISIS CRÍTICO RADICAL

Hasta donde hemos podido llegar en nuestra investigación para componer este libro, nadie ha enfocado las vacunas desde la perspectiva que vamos a hacerlo nosotros: cuestionando el concepto de salud y enfermedad en el que se apoyan para mostrar que las vacunas no tienen sentido biológico, y por tanto no pueden aportar ningún beneficio a la salud, ni evitar enfermedades, ni erradicarlas, ni reducir la mortalidad ni aumentar la esperanza de vida.

El libro aporta los elementos claves que permiten a cualquier lector sin necesidad de estudios especializados llevar a cabo una lectura crítica de las vacunas y formarse una opinión sobre ellas para poder tomar decisiones libres y responsables.

En la Primera Parte narramos la historia olvidada de las vacunas, cómo surgieron y qué plantearon sus defensores y detractores pioneros para comprender el origen del mito.

En la Segunda Parte asistimos a los principales descubrimientos antiguos y recientes que aportan otra visión de la biología, del origen y evolución de la vida.

Finalmente, en la Tercera Parte retornamos a las vacunas para contemplarlas a partir de todo lo aprendido y comprender que no encajan con el funcionamiento de la vida, lo que explica por qué no han evitado ni erradicado enfermedades, así como los numerosos daños documentados.

Lo que nos deja frente a una última pregunta: ¿qué ha llevado a la imposición casi universal de las vacunas?





Disponible en pocos días en Castellano y Catalá:

Vacunas: una reflexión crítica
A partir de la Historia de la Medicina
y de los últimos descubrimientos en Biología
Madrid, Ediciones i, 2015

Vacunes: una reflexió crítica
A partir de la Història de la Medicina
i dels darrers descobriments en Biologia
Barcelona, Llibres de l'Index, 2015

Dr. Enrique Costa Vercher
Jesús García Blanca



CONTENIDO

Introducción

Primera Parte: La historia de las vacunas se confiesa
1. La nueva humanidad del Tercer Milenio
2. La medicina y la Revolución Industrial
3. Los creadores de la paranoia
4. Progreso, Ciencia e impunidad
5. El poder creador y transformador del lenguaje
6. El resultado final de la obra del nuevo Prometeo
7. El falso mito de la longevidad de la nueva raza
Epílogo: Guía para perplejos

Segunda Parte: Microecología: una mirada global a la red de la vida
1. Biología de la Evolución
2. Energía vital: las mitocondrias
3. Nuestro océano interno
4. El secreto del cristal líquido
5. ¿Dónde está el cerebro?
6. ¿Existe un sistema inmunitario?
7. Las “enfermedades” son programas biológicos



Tercera Parte: Un cambio de paradigma en la medicina
1. La encrucijada fatal
2. Cuestionando la Teoría Microbiana de la enfermedad
3. Desmontando “el principal logro de la investigación biomédica”

Últimas palabras
Para seguir la pista



LOS AUTORES


Dr. Enrique Costa Vercher
(Gandía, Valencia, 1955)


Licenciado en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina de Valencia en 1979. Ejerce desde hace 36 años como médico de familia desde una perspectiva holística, incluyendo Homeopatía, Acupuntura y Naturopatía. 
Ha publicado SIDA: juicio a un virus inocente (Mandala, 1993) y Hijos de un dios terminal (Mandala, 2001).




Jesús García Blanca
(La Línea, Cádiz, 1960)



Es educador, escritor e investigador independiente. 
Colabora asíduamente con las revistas 
Mente Sana, Cuerpomente  y Discovery Dsalud
Ha publicado El rapto de Higea (Virus, 2009) y La Sanidad contra la Salud: 
una mirada global para la autogestión (Ediciones i, 2015).

"Tiempo vacío no hay más que uno: eso a lo que llamamos Futuro" - Agustín Gª Calvo


"Tiempo vacío no hay más que uno: eso a lo que llamamos Futuro" - Agustín Gª Calvo



Fragmento extraído de Enseñar a no saber, charla de Agustín Gª Calvo en la UNED 26/3/99
Texto completo à (pdf)

“Ya se sabe que no se derriba el régimen de un soplo, pero mientras tanto cabe acá abajo corroer la fe en las mentiras que lo sostienen y dejarlo que se hunda. ¡Salud y a ello!” A G C
La realidad es primariamente futura, como el Dinero lo es. No hay en verdad más dinero que el futuro. Como se demuestra cuando el dinero es dinero considerable y de verdad: el de la Banca, el de las Bolsas, el de los tráficos por la red informática universal. No hay más dinero que el futuro, o en otras palabras, la verdadera moneda del dinero es el tiempo vacío, y tiempo vacío no hay más que uno: eso a lo que llamamos Futuro. Porque las otras formas del tiempo, torpes, embrolladas, están siempre llenas o de acontecimientos, o de recuerdos inoportunos, o de sentimientos, de cualquier cosa, pero el futuro está limpio. El futuro es el puro tiempo, y es por eso en el Futuro en el que se asienta la Realidad, y con el que el dinero, realidad de las realidades, opera como su moneda propia.
De manera que es así como la realidad necesitada de fe es esencialmente futura, y ahora ya entendéis mejor la igualación entre saber y fe. Respecto al futuro, lo que se sabe es lo que se cree, lo que se cree es lo que se sabe. No hay ninguna otra manera de saber. Basta sólo a partir de ahí, de lo que está bien claro con respecto al futuro, el tiempo vacío, para entender que todo el resto de lo que se nos vende como tiempo, aunque se llame también Pasado, Historia, cualquier tiempo real, es decir, medible y contable, el tiempo de los relojes y los calendarios tiene esa misma condición que aparece clara en el tiempo futuro. Tiene esa condición de ser un tiempo vacío, en el que de verdad no pasa nada ni ha pasado nada. Eso con respecto a las cosas que se llaman pasado y al saber del pasado que figura como Historia, es bastante fácil de hacer: basta con arrasar todo lo que pueda haber de recuerdo vivo en nosotros, y reducirlo al calendario, a las fechas, a la Historia precisamente, entonces ya tenemos un tiempo perfectamente muerto y por tanto tan manejable como el propio tiempo futuro. Lo que nos está pasando ahora mismo, esta tarde aquí según os estoy hablando, parece que es cosa de otro jaez. Se intenta que no haya nada de eso, que ahora mismo no esté pasando nada, que esto ya, aparte de ser una cosa que tiene su justificación en el futuro, por lo pronto en lo que los piensen que iba a ser y que va a ser todo este ciclo de conferencias y para lo que va a servir, aparte de eso puede estar ya convertido en algo que ha pasado: aquí estuvo Fulano de Tal, Don Agustín, por ejemplo, y nos estuvo soltando unas ideas que él tenía acerca del saber, del creer, de la realidad, del tiempo, o sea, haciendo conmigo eso que os he presentado ahí, de manera que convirtiéndolo en un saber histórico, por tanto plenamente real, y en el que ya no se puede hacer nada que no sea lo que ya está hecho. De la manera más clara el órgano rey de los Medios de Formación de Masas, la televisión, os lo está haciendo todos los días: procura que en el mismo momento todo se convierta en Historia, que por el sólo milagro de aparecer en la pequeña pantalla aquello ya no esté pasando sino que haya pasado, que sea una historia, que esté muerto. Ese es el sentido que tienen los noticieros de televisión a la cabeza y los de los demás Medios de Formación de Masas: convertir en Historia todo. Todo esto por entrar un momento en política, que para mí no se puede separar de la lógica para nada, del pensamiento, todo esto se entiende bastante bien si uno recuerda que la función de poder, de cualquier forma de poder, es la administración de muerte. Que el futuro es algo que está fundado en que desde niño, contra lo que me quedaba de vivo y de niño, me han convencido de que me voy a morir mañana. Y estoy constituido por una muerte siempre futura. No hay otra: muerte de verdad, la mía, no hay otra: la siempre futura. Y entonces comprendéis que desde esa raíz es donde el futuro mismo arranca, y si es verdad que la realidad es primariamente futura, como he tratado de mostraros, pues en eso está fundada la realidad y el Poder administra la muerte.


Eso es lo que hace la Banca con la realidad de las realidades. Es lo que hace el Estado. Es lo que hace cualquier forma de poder. Es lo que hace cada uno consigo mismo y contra sí mismo: administrar su muerte. Admitir el cambiazo que le han metido. En lugar de alguna vida que se podía vivir, en la que podía pasar algo, pensar algo, descubrir algo, en lugar de eso tiempo, cumpleaños, oposición, matrimonio, jubilación, hijos: tiempo vacío. En eso consiste la administración de muerte. De manera que, naturalmente, el súbdito que ha admitido eso suficientemente, que se lo ha tragado lo bastante, es ya un súbdito que cree en la realidad como está mandado, que no le van a entrar ya grandes dudas acerca de que la realidad sea todo lo que hay, y que se va a olvidar en cuanto salga de aquí de cualquier cosa de las que estáis oyendo y que pudiera crearle problemas respecto a esa constitución de la Realidad que implica su propia constitución personal en cuanto ente real. El poder, terminando con este paréntesis político, necesita la Realidad. El Poder la fabrica y además (este es el gran aliento de lo que nos queda por debajo del Poder, de lo nos queda de verdad, de vivo, de pueblo) no deja de fabricarla, lo cual sugiere que nunca está satisfecho con la realidad ya establecida, escrita incluso en los libros y las tesis doctorales, enseñada en los planes de estudio como si ya de antemano cualquier ministro pudiera saber todo lo que tiene que saberse a lo largo de una año (porque un Plan de Estudios implica nada menos que eso: un funcionario, un ejecutivo de la Cultura al servicio del Poder sabe al empezar el año todo lo que los chicos y chicas tiene que saber a lo largo del año. Si no, no hay exámenes, ni hay por tanto Institución de Enseñanza). De manera que esta es la situación ridícula y sangrienta al mismo tiempo en la que nos encontramos. El Poder necesita realidad y por tanto se obstina en rehacerla y volverla hacer y machacar en ella todos los días, y esto es, como os sugería, un aliento para lo que queda por debajo del Poder: si estuviera de verdad ahí, si la realidad fuera algo físico, dado desde fuera, entonces qué necesidad tendrían de estarla predicando todos los días por la televisión, desde las cátedras, en los centros de enseñanza, en los libros, que más y más se publican acerca de la realidad o la física o la histórica o la económica o la política o cualquier otra forma de realidad, si lo hacen, como evidentemente lo hacen, sañudamente, constantemente y cada vez más se podría decir, es porque nunca está bien hecha del todo. Este es el aliento, no de esperanza sino de mera confianza negativa que nos asiste en aquello que nos queda por debajo del Poder. Eso, si no hubiera pruebas más directas, mostraría la falsedad de la pretensión de que la realidad está hecha. El saber, concluyendo esta parte, la constituye. El saber nunca está apartado de la propia realidad. El saber, en cuanto pretende estar establecido, se trata de referir a una realidad que está establecida. Y esto es, evidentemente, mentira, tan mentira como real. La Realidad es por tanto esencialmente falsa, según he tratado de sugeriros: aparte de ser real es falsa, y es falsa porque está sostenida por un saber, lo que es, un saber que, en los grados más altos, la Ciencia positiva representa, y ese saber es falso. Ese saber no se sostiene más que por fe, a fuerza de fe. Es lo mismo que la fe.



esculturas: Cayetano Ferrandez
[ cogído de Arrezafe webgunetik hartua]

"Los pensamientos curan más que los medicamentos" (Bruce Lipton)

[ Nik Superando el SIDA webgunetik hartu diNat eta aurretik Aldea viral-etik hartutakoa duNK]

.

"Los pensamientos curan más que los medicamentos" (Bruce Lipton)

Reclama una nueva medicina, la que tenga en cuenta la capacidad de curar de la energía, mucho más eficaz que los medicamentos. Bruce Lipton (Estados Unidos, 1944) ha conseguido aunar ciencia y espíritu. No es poco mérito el suyo si tenemos en cuenta lo “alérgicos” que son los científicos a los temas trascendentales. Es doctor en Biología Celular y fue pionero en la investigación con células madre. Sus estudios sobre la membrana celular y las modificaciones de las células según el entorno sentaron las bases de la nueva epigenética. Sus descubrimientos (que iban en contra de la opinión científica establecida de que la vida es controlada por los genes) y el estudio de la física cuántica le han llevado a criticar duramente la medicina convencional. Es autor de libros como La biología de la creencia y La biología de la transformación.




Usted asegura que la medicina convencional va por muy mal camino. ¿Tan peligrosos son los medicamentos que nos recetan?

Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo. Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la bioquímica del organismo. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no solo afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los llamados “efectos secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos. No entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto sino múltiples. Según las estadísticas en EEUU, ¡los fármacos matan allí a más de 300.000 personas cada año! Y esas personas son muchas más que las que mueren por tomar drogas ilegales. Hay algo que no funciona en la ciencia médica. Hace algunas cosas bien, como la traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que ayuda. Tiene que aprender cómo funcionan las células.

¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina?

Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Puse una célula madre en un plato petri y, como cada diez horas se divide en dos, al cabo de dos semanas, tenía miles de células, todas idénticas. Luego cogí algunas de ellas, las coloqué en otro plato y cambié el entorno celular (son más como peces porque viven en un entorno fluido). Cambié la química en ese plato y ahí formaron músculo. Después, cogí otras del primer plato y las puse en un entorno diferente, y se formó hueso, y otras se convirtieron en grasa al volver a cambiar el entorno. Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, la células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría: “¿Qué medicina hay que darles?” ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad. ¡El humano es un plato petri cubierto de piel!

¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?

Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre? Pues el sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La célula y el ser humano son la misma cosa. Por ello, si pongo al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, también enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana. Por tanto, la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno.

En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?

No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.


¿Está diciendo que el efecto placebo –creer que algo nos sanará– es más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones sobre eso.

Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce no gana dinero. Deberíamos poder decir que la ciencia está separada de la industria farmacéutica, pero no es así, porque con el dinero de esta se paga el desarrollo de la ciencia, y ese dinero solo va esos estudios que dicen que las drogas funcionan. El dinero controla la ciencia.

Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.

He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas. La primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se intefiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer. La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario.

Eso significa que el estrés nos hace enfermar, ¿no?

Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema inmunitario. De esta forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una vez que se apaga el sistema  inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas. El 90 por ciento de la gente que va al médico es debido al estrés, y también el cáncer funciona igual.

Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina de la energía.

Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay dentro? Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no a la newtoniania. La medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el físico.

Si todo es energía, ¿los pensamientos también? ¿Cómo influyen en nuestra salud?

La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender. Por tanto, no les interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias creencias se convierten en un campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal que es capaz de cambiar el organismo. Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo de la medicina. La gente sanaba con los chamanes, con las manos… pero eso no puede vender y por eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y es la razón por la que yo cambié mi carrera. Estaba enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía que eso no era verdad. La medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento positivo, el placebo, puede sanar, y también que el pensamiento negativo puede matar. Uno se llama placebo y el otro nocevo. En realidad, no es que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te dice que tienes cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la química que generará cáncer. Por tanto, el problema no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas.

Y eso enlaza con la física cuántica.

Totalmente. Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira hacia ahí porque el dinero está en otro lado.

Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, ¿por eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento?

Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo.

Pero no lo podemos controlar.

Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida.

Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se ‘programa’ su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!

La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Sería algo así como conducir un coche: si te enseñaron a conducir mal y has automatizado esa forma de conducir, pues lo más probable es que tengas accidentes. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.

¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más felices con nuestra vida?

Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa informacion, pero no es así. La mente consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”, pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: “¿Por que sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?”. Los pensamientos positivos, el conocimiento… solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente. Técnicas de psicología basadas en la energía como la hipnosis o el Psych-K son una manera de cambiar el subconsciente, es como un aprendizaje rápido.

Con su investigación, ha aunado ciencia y creencia, un binomio que evita la mayoría de los científicos. ¿Usted cree en la eternidad?

Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis celulas y las tralado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión. Así que cojo otra, la enciendo, conecto el canal y vuelvo a ver el programa de Bruce, pero en otra tele, o lo que es lo mismo, en otro ser. Si ese ser tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí.

¿Eso le hizo creer que tenemos espíritu?

Nunca había creído en el espíritu, pero cuando comprobé esto en la célula, me cambió la vida entera. La pregunta que me planteé es: ¿por qué esa duplicidad?, ¿por qué tener un espíritu y un cuerpo? Y la respuesta vino de mis células: si solo existiera el espíritu, ¿a qué sabe el chocolate?  Solo con la parte espiritual, ¿cómo vivir una puesta de sol? ¿Qué se siente cuando se está enamorado? Todas esas sensaciones vienen de las células del cuerpo, que puede oler, sentir, tener experiencias. Recoge todo eso, lo transmite al cerebro. Se convierte en vibraciones y lo transmite a la fuente del ser. Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano.

Nihilismo y anarquismo




Nihilismo y anarquismo


El nihilismo con su desaparición como corriente filosófica práctica, en el ámbito político-revolucionario histórico, dio lugar a lo que actualmente se conoce como “anarquismo insurreccionalista individualista”, es decir, la rama más radical del movimiento antiautoritario libertario, una de las más incomprendidas y que toma de esta corriente filosófica como propias, todas las acciones combativas que los nihilistas, representados e influenciados mayoritariamente por Nietzsche y Nechaev, en el SXIX en Rusia, realizaban con normalidad acciones combativas dirigidas contra figuras políticas, como un principio directo de lo que puede ser denominado “Acción Directa”, al menos, en el ámbito libertario.
No considero interesante presentar el nihilismo en sus diferentes versiones filosóficas, me interesa el nihilismo en la historia de la decadente sociedad moderna civilizada. Es por eso que hago especial hincapié en el nihilismo ruso, ya que este movimiento filosófico se desarrolla en la segunda mitad del SXIX en Rusia, un territorio dominado por “Iván el Terrible”, donde la sociedad rusa vivía las relaciones de autoridad y poder que caracterizan cualquier régimen confeccionado por las esferas que ostentan y practican la dominación; gracias a esto, se engendró un movimiento reaccionario por parte de ciertos sectores de la juventud acomodada rusa, aquellos que podían acceder a la cultura, jóvenes, hijos de nobles, que leían autores prohibidos y acababan por solidarizarse con el campesinado en contra de su servidumbre de carácter existencial y se rebelaban contra toda forma de coacción e imposición. Empieza así a surgir la definición del nihilismo, ¿qué es un nihilista? ¿qué defiende? ¿qué busca? ¿cuál es su relación con el anarquismo individualista? Pues bien,  antes que nada tenemos que decir que no es, el nihilismo no es en absoluto vitalista ni existencialista porque no proclama la primacía ni el triunfo de la vida o de la existencia por encima de factores que la atenazan, al contrario, la existencia puede incluso llegar a carecer de importancia si supone un obstáculo en el desarrollo individual o en la liberación total, algo que retomaremos posteriormente.
Al nihilismo lo podemos definir como la fe en la Nada, no la creencia, “sino la fe entendida como la firme creencia en algo para lo cual no hay pruebas”. El nihilismo rechaza los viejos valores de la humanidad, como también la creencia en un propósito final, sin embargo, la mejor definición de esta corriente filosófica es la siguiente: “un nihilista es alguien que no se somete a ninguna autoridad y no acepta ningún precepto o doctrina que no esté apoyada en pruebas sólidas”, es por tanto la destrucción de la filosofía, ya que las preguntas que la filosofía tradicional suele abordar ¿de dónde viene el hombre? ¿quién o qué creó el mundo? ¿qué valores rigen al hombre? No son tratadas por el nihilismo, éste no busca ningún sentido o propósito en la vida, al igual que reniega de cualquier doctrina que no esté comprobada científicamente, a la par que  refleja la negativa a relegar las dudas que nos han atormentado a lo largo de la historia de nuestra existencia, en un ser divino y superior, por lo tanto, es la negación del idealismo, mitología y la absoluta destrucción de los déspotas puritanos, que la utilizan para conducir cual pastor al rebaño a  la humanidad.

Ahora bien, podemos hablar de las similitudes que existen entre el anarquismo y el nihilismo, si tomamos las definiciones anteriores, qué es el anarquismo individualista más que el nihilismo, hay que recordar la influencia en los nihilistas rusos de Max Stirner, un conocido anarquista individualista; al igual que un nihilista, un anarquista individualista, es un individuo que no acepta ninguna relación de autoridad, dominación y poder, como tampoco la ejerce; al igual que el nihilismo, el anarquismo individualista busca la destrucción no sólo de los viejos valores que representan los déspotas puritanos, sino también de la respectiva sociedad que éstos han confeccionado con las calumnias que han difundido y perpetuado a través del estado-capital y la pseudo burguesa-cristiana tradición, no aceptan ninguna de las ambas corrientes filosóficas “el bien y el mal” que representan éstos déspotas y su potestad.  Ambas corrientes luchan por la destrucción de la sociedad moderna civilizada como sus respectivos valores y tradiciones, como las respectivas instituciones que lo sustentan y perpetúan su existencia, esto no es más que el estado-capital y quien legitima a su vez las relaciones económicas, políticas y sociales que lleva a cabo, el liberalismo político. La defensión de la libertad individual también es un factor común entre ambas corrientes filosóficas, ¿qué es el bien? ¿qué es el mal? ¿quién lo dicta más que el poder a través de la autoridad? Tanto el nihilismo como el anarquismo individualista defienden la libertad de actuación individual frente al consenso o ley de mayoría, rechazan por esto, la moralidad que representa la sociedad burguesa civilizada, influenciada por la tradición religiosa cristiana y católica por la cual nos vemos castigados por nuestra libre actuación y pensamiento, seremos tachados de criminales, pecadores y terroristas.
En resumen, compartimos el mismo fin u objetivo: la destrucción o reducción a cenizas de todo lo que nos rodea, debido a que representa no sólo los viejos valores, sino que inclusive se han construido y perpetuado nuevos valores que oprimen y limitan la libertad individual, lo cual nos lleva al anhelo de la erradicación del hombre civilizado moderno, una confección del estado-capital, legitimado y defendido por el liberalismo político que posteriormente desembocó en la democracia, que nos condiciona a mero súbditos del orden y la ley  burguesa-cristiana, reflejado en las constituciones liberales, que da lugar a los representacionismos o dirigismos baratos, por los cuales, relegamos nuestras existencias a iluminadas figuras que, al igual que Dios, nos conducirán al decadente paraíso, para unos esto se ve materializado en los placebos socialistas, donde al contrario de lo que se predica las relaciones de autoridad, poder y dominación y la jerarquización de la sociedad se ven legitimadas por su participación en el engranaje que domina el estado y el capital, mientras que otros identifican la democracia y el capitalismo con libertad, igualdad y equidad. Nosotros, sin embargo, somos los incendiarios los viejos ídolos y valores; apelamos a la depuración del individuo abismado en las entrañas de la masa gregaria común: somos los incendiarios de los opulentos y de su potestad: apelamos a la degollina de su activad: somos los incendiarios de los déspotas puritanos, las vísceras emergen de nuestro cuerpo, ansían vomitar la cochambrosa moralidad. A pesar de las similitudes, cuando hablamos de justicia e igualdad, los nihilistas nos suelen tachar de ingenuos esperanzados, al contrario de lo que éstos piensan, la influencia nihilista sobre el anarquismo individualista, se ve reflejado en que la mayoría de los ácratas que defendemos el individualismo libertario no creemos en los conceptos abstractos por los cuales nos vemos etiquetados como ingenuos esperanzados; como ácratas individualistas no creemos en el anhelado despertar de la masa gregaria común, sabemos que nunca llegará, al igual que tampoco llegará ni existirá la justicia, la igualdad o la revolución; a pesar de esto, no quiere decir que no concibamos una realidad que renace de las cenizas de la vieja sociedad, teniendo como sustento la Nada creadora, por la cual, podamos confeccionar una realidad cuyos desfasados valores y tradiciones se vean carbonizados.


[Exnihilo webgunetik hartua]

El control mental a su alcance. O cómo ser el líder de una secta – Carey Burtt

[Ateo y agnóstico webgunetik hartua]



El control mental a su alcance. O cómo ser el líder de una secta – Carey Burtt





El control mental a su alcance. O cómo ser el líder de una secta (Mind Control Made Easy or How to Become a Cult Leader) es una película de 12 minutos producida y dirigda por Carey Burtt que se presentó en el 2005 Hell on Reels: Astoria Moving Image Festival y disfrutó del elogio del público.
Se trata de una película en la que se muestran instrucciones para convertirse en líder de una secta mediante las técnicas utilizadas por las sectas destructivas. Mind Control también fue presentada en Supersphere.com donde recibió un premio del público.


Fragmentos de Mind Control han sido utilizados por Flying Lotus (el rapero, DJ y producto musical Steven Ellison) con su alter ego ‘Capitán Murphy en el álbum Duality, lanzado en 2012. Las películas de Burtt se han mostrado en varios festivales, incluyendo New York and Chicago Underground y el The FanTasia Film Festival. En enero de 2009, el Boston Underground Film Festival celebró su trabajo con un evento de proyección retrospectiva.

Contra el "bienestar del estado"

[ Cultura y Anarquismo webgunetik hartutako esaldi batzuk...]

Contra el "bienestar del estado" 




Desde el momento en que se trata del aumento del bienestar no se habla más que de concesiones. Se adopta el lenguaje de la pequeña burguesía bajo pretexto de que es más razonable, más científico, fijar la atención en el interés, en el menor esfuerzo y en toda suerte de sentimientos más bajos que elevados.
E. Armand


Un Estado existe independientemente de mi actividad; yo nazco en él, crezco en él, tengo para con él deberes y le debo fe y homenaje. Él me acoge bajo sus alas tutelares y Yo vivo de su gracia (...). Su vida como organismo exige que yo carezca de libertad (...). Me da una educación y una instrucción adecuadas a Él (...). Me enseña, por ejemplo, a respetar las leyes, a guardarme de atentar contra la propiedad (...). Me adiestra para ser un buen instrumento, un miembro útil a la Sociedad (...). El Estado deja jugar libremente todo lo posible a los individuos, con tal de que no tomen en serio su juego y no pierdan de vista al Estado (...). El Estado no persigue más que un fin: limitar, encadenar, sujetar al individuo, subordinarlo a una generalidad cualquiera.
M. Stirner

Todo Estado descansa sobre la esclavitud del trabajo; que el trabajo sea libre y el Estado queda destruido enseguida.
M. Stirner