Badakigu viejunak garen hauei inork ez digula iritzirik eskatu; badakigu ere zuek zeuek alternatiba eraiki nahi duzuela… baina badakigu era berean (begibistan dagoelako zuen idazki eta bideotan) badakizuela entzuten eta hausnartzen aurrekook egindakoa edo esandakoa (hanka sartze andana, eta lorpen batzuk), eta martxan jarri duzuen prozeso osoan demostratatzen ari zaretenez, badakizuela ahots ezberdinak entzuten, iritzi ezberdinen artean eztabaidatzen, eta hori guztia aprobetxatzen zuen hausnarketa propiorako. Horrexegatik oso bitxia iruditu zaigu ikustea ze zaila den zuek martxan jarritako prozesuari buruzko analisiak topatzea gazteok ez garenon artean (egia esan, oraindik ez ditugu topatu, kronikak eta halakoak bai, baina iritzi eta analisirik ez).
Ez dakigu horren zergatia, baina “dialogo eza” hori ez zaigu batere naturala iruditzen, ezta probetxagarria ere… ez guretzat, ez zuentzat, kontuan harturik eraikitzeko asmoa duzuen gizarte/mundu alternatibo hori, gure ametsetako munduarekin -sortzen asmatu ez duguna- amankomuneko oinarri batzuk badituela (autogestionatuta, antipatriarkala, naturekiko harreman sanoan; antikapitalista…). Hori dela eta gure iritzia plazaratzea erabaki dugu, eta susmatzen dugunez nahiago duzuena ez dela izango “xaboi jasotzea”, iritzi kritikoa egiten ahaleginduko gara, guztiontzako baliogarria izan litzaigukelakoan… edo bestela oso erreza duzuela: bota edo ezabatu eta segi aurrera, (guk dagoeneko zuen orain arteko lanaz nahikotxo ikasi baitugu)
Ez dakigu ere prozesu horretan parte hartutako (edo Barañainen izandako) zuetariko norbaitek testua irakurriko duzuen, hala izatekotan azken ohar pare bat:
  • Lehendabizikoa: publiko egiten dugu bi arrazoi ezberdinengatik. Alde batetik ez dakigulako zuengandik nola heldu zuzenean (ezta egokia izango zenentz); eta bestaldetik uste dugulako hausnarketa eta eztabaida publikoak behar direla zuek egiten ari zareten lanak gazteok ez garenon artean merezi duen lekua izateko.
  • Bigarrena: barkatu zuen hizkuntz ohikoz (euskaraz) ez egitea, ez dut horretarako gaitasunik, baina zuetariko inork gero “solasaldian” jarraitu nahi badu emailez (modu irekian edo pribatuan kutxikotxokotxikitxua@gmail.com helbidaren bitartez), jakin dezala euskeraz irakurtzeko ez dudala arazorik. Orain arte azaldutako dena ulergarria izango zaizuelakoan, ekin diezaiogun behingoz hausnartzeari!!!
Sobre la llamativa ausencia de algunos temas en el listado de vuestras alternativas a construir
Poner en marcha un proceso de análisis, debate y propuestas desarrollado a lo largo de todo un año en distintas fases, con la participación de un espectro amplio de la juventud vasca dispuesta a asumir un compromiso social o político en decidir su futuro, culminando la fase inicial actual en unos encuentros con participación de un millar de jóvenes, es algo en sí mismo demostrativo de vuestra enorme capacidad. Simplemente ese hecho debería llevarnos a reflexión a todas esas personas no jóvenes que vivimos con cierta desazón nuestra incapacidad de impulsar dinámicas similares, apropiadas para cambiar de raíz una sociedad que no cumple prácticamente ninguna de nuestras expectativas, deseos o sueños. Sería bueno que esta reflexión inicial no se olvidara a lo largo del resto de este texto.
En KTT hemos seguido vuestro proceso a través de lo que hemos ido encontrando en los diversos espacios que habéis abierto en la red y en las redes sociales), o en aquellos otros en que se iban comentando o reseñando los pormenores del proceso (aunque probablemente en mis búsquedas me haya perdido más de alguna de esas ventanas abiertas)
Según lo recogido en esos textos o videos, desde la reunión inicial en Añorga en diciembre de 2015 planteasteis una cuestión esencial: que la construcción de alternativas (que no de una alternativa única y cerrada) se debe llevar a cabo en el día a día, y no desde un planteamiento de “coherencia individual”, sino desde una apuesta colectiva por transformar el sistema actual, el capitalismo, en todas sus facetas. En la siguientes reuniones y encuentros tanto temáticos como transversales (con especial mención a los realizados en Usurbil y Errekaleor) fuisteis dando forma y trabajando el conjunto de temáticas sobre las que analizar, debatir y proponer alternativas, hasta que en el encuentro de Bilbo hicisteis pública la “Guía provisional de proyectos” “Proiektuen behin behineko Guida”  que recogía el conjunto de 18 temáticas elegidas. Y aquí es donde arranca el intento de aportación crítica.
Los 18 proyectos provisionales elegidos fueron estos:
  1. AUTODEFENTSA SAREA / RED DE AUTODEFENSA
  2.  ELIKADURA BURUJABETZARAKO GIDA / GUÍA DE SOBERANÍA ALIMENTARIA
  3. ETXEBIZITZA : EMANTZIPAZIO BULEGOAK / VIVIENDA: OFICINAS DE EMANCIPACIÓN
  4. ETXEBIZITZA: ETXEGABEON ETXEA / VIVIENDA: LA CASA DE LAS SIN CASA
  5. EUSKALDUNTZE GIDA / GUÍA PARA EUSKALDUNIZARSE
  6. FEMINISMOA: BILTEGIA + FOROA / FEMINISMO: ALMACÉN DE MATERIALES Y FORO
  7. FEMINISMOA: TALDE OSASUN GIDA / FEMINISMO: GUÍA DE SALUD COLECTIVA
  8. FEMINISMOA: NESKA GAZTEON UDALEKUAK / UDALEKU FEMINISTAS
  9. GAZTE MUGIMENDUAK: IKERKETA LABORATEGIA / MOVIMIENTOS JUVENILES: LABORATORIOS DE INVESTIGACIÓN
  10. HEZKUNTZA: ESKOLA KOLEKTIBOEN SAREA / EDUCACIÓN: RED DE ESCUELAS COLECTIVAS
  11.  HEZKUNTZA: EZAGUTZATIK BOTEREA EGITURATZEN: IKERBILTZA / EDUCACIÓN: ESTRUCTURANDO EL PODER DESDE EL SABER: IKERBILTZA
  12. JAI EREDUAK: JAI HERRIKOIETARAKO KONPROMISOEN GIDA / GUÍA DE COMPROMISOS DE FIESTAS POPULARES
  13. 13. KIROLAK ETA JARDUERA FISIKOAK EZTABAIDA / DEPORTES Y ACTIVIDADES FÍSICAS
  14. LANA ETA PREKARIETATEA: GAZTE PREKARIOEN MUGIMENDUAK / TRABAJO: MOVIMIENTO DE JÓVENES PRECARIXS
  15. MILITANTZIA KOMUNIKATIBORAKO DEKALOGOA + TRESNEN EZTABAIDA / DECÁLOGO PARA LA MILITANCIA COMUNICATIVA: DEBATE HERRAMIENTAS
  16. SORKUNTZA: SORTZAILE GIDA ONLINE / GUÍA DE CREADORXS ONLINE
  17. SORKUNTZA: IKUSKIZUNAK ANTOLATZEKO PRAKTIKA ONEN BILDUMA / GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS EN LA ORGANIZACIÓN DE ESPECTÁCULOS
  18. SORKUNTZA: SORTZAILE MUGIMENDUAREN SORRERA EZTABAIDAGAI / MOVIMIENTO DE CREADORXS
No diremos que sobre ninguno de ellos, está claro que son los que os interesan, los que estáis trabajando o lo que os ocupan y preocupan. Abarcan además cuestiones muy importantes a la hora de intentar buscar alternativas desde el día a día al modelo capitalista imperante. La visión crítica parte de las importante carencias que, siempre desde nuestro punto de vista, claro, vemos en ese listado.
Porque si, acertadamente, se pretende construir alternativas partiendo de lo cotidiano, del día a día, hay aspectos directamente relacionados con ello sobre los que habrá que cuestionarse, revisar y/o cambiar. Por ejemplo, la “familia”: ¿son los modelos de familia tradicionales válidos para la nueva sociedad que se pretende construir? ¿debe ser el propio concepto de familia –entendido como “lazos de sangre” el que prime a la hora de configurar un hogar? ¿no hay en marcha o se pueden intentar poner en marcha otros modelos de convivialidad que supongan en sí mismos una base sobre la que sustentar esa nueva sociedad?…
Y, hablando de hogares, está clara la necesidad de viviendas para emanciparse pero ¿el tipo de viviendas que se construyen y ¿ofrece? el mercado no es en sí mismo un “molde” con el que nos intentan moldear para llevar un estilo de vida concreto, individualista, aislado del resto del vecindario, encerrado entre cuatro paredes y sus pocas ventanas? ¿Encadenarse toda una vida a una hipoteca para conseguir a cambio un reducto más o menos pequeño que nos aísle del resto y del propio entorno natural?…
Dando un paso más por ese camino y asumiendo que hoy por hoy vivimos en barrios y pueblos concretos, se echa de menos también un análisis y propuestas para el cambio en las luchas vecinales clásicas, o en otras que se puedan generar. Porque una cosa es llevar las conclusiones y propuestas de los 18 temas a los barrios y pueblos, y otra distinta abordar las problemáticas vecinales de muchos barrios y pueblos; cuestionarse la implicación de la juventud en los proyectos urbanísticos con los que el capitalismo está convirtiendo nuestros barrios y pueblos en algo que resulte productivo para sus intereses. ¿son las actuales asociaciones de vecinos y sus dinámicas el mecanismo idóneo para esa pelea o debería plantearse otra forma de organización más popular, con implicación activa del vecindario en sentido amplio, que decida y ponga en marcha su presente y su futuro? ¿no puede ser el momento para intentar poner en marcha las asambleas vecinales populares?…
Llama también la atención que apostando por construir la alternativa vosotras mismas, sin delegar ni esperar a que nadie resuelva vuestros problemas (probablemente tenéis ya experiencias más que claras de que eso no va a ocurrir), sin embargo, de una forma u otra no hayáis (al menos en los grandes apartados) puesto a debate la cuestión del “poder”. ¿Quién manda y por qué? ¿quiénes están “elegidas” para obedecer y por qué? ¿hace falta que siempre haya alguien que nos mande o podemos plantearnos caminos para decidir por nosotras mismas y organizarnos para autogobernarnos popularmente? ¿Experiencias como la zapatista, el confederalismo kurdo u otras que se han dado en la historia no nos hablan de que son posibles otras formas de “poder” sin que haya unos pocos poderosos y unas muchas sometidas? 1
Y, hablando de organizarse, ¿no habría que cuestionarse de arriba abajo ese concepto de militancia y militantes tan habitual todavía hoy en día entre las gentes que se organizan, incluidos muchos colectivos juveniles? ¿es el esquema de reuniones, comisiones y asambleas de más o menos periodicidad y duración la base adecuada para autoorganizarse, para que tengan cabida en ese proceso de construcción colectiva de alternativas todas las formas, ritmos, capacidades y disponibilidades de implicación? Más aún ¿no es tiempo de plantearse darle un papel más protagonista en nuestras tareas y en nuestros debates y propuestas a los sentimientos, a las emociones… y que la razón teórica y la lógica estratégica bajen algún peldaño, tareas que sólo quienes no sufrís los lastres y vicios de otras generaciones podríais impulsar?…
Apartándonos un poco de la mirada hacia dentro, se percibe otro vacío en una mirada más amplia, hacia el resto del mundo. La solidaridad internacional parece que no está de moda (al menos la que va más allá de las declaraciones o de un cierto asistencialismo) y sin embargo el apoyo mutuo entre los pueblos oprimidos parece también uno de los pilares fundamentales para cambiar el mundo. Y no hay que olvidar que Euskal Herria ha sido receptora habitual de esa solidaridad internacional durante muchas décadas. Tampoco con las personas de otros pueblos que vienen a vivir al nuestro y que parece que se han convertido en objetivo prioritario del ataque de muchos. Incluso en no pocas ocasiones utilizándoos a las jóvenes para esgrimir el falso argumento de que “os quitan el puesto de trabajo”. En esas circunstancias se hace duro percibir silencios por parte de la juventud.
Es verdad que 18 campos sobre los que trabajar, reflexionar, debatir y proponer alternativas que empezar a construir desde ahora mismo, son muchos. Que seguramente estas ausencias señaladas (u otras que se pudieran añadir) habrán estado barajándose como otras posibilidades a incorporar, pero que era imposible abarcar todo. Que probablemente tengáis pensado incorporarlas en siguientes fases del proceso ahora iniciado. Incluso que en algunas o más de ellas no compartáis para nada el punto de vista sobre su importancia aquí expuesto. La pretensión de estas líneas, recordad, no es intentar convenceros, sólo haceros llegar unas aportaciones críticas desde una mirada exterior, por si os pudieran ser útiles.
1No hace demasiado tiempo (en 2013) hubo un texto redactado por jóvenes (elorri ponentzia) que entraba a muchas de estas cuestiones con planteamientos innovadores y propuestas concretas. Una bocanada de aire fresco sobre la cuestión que se echa en falta en esta ocasión.
Dos palabras sobre el documento “Gu Gara Alternatiba”
Como dejáis claro, se trata de un documento con los resultados de un debate, análisis y propuestas que aún está en sus fases iniciales. No vamos pues a entrar al fondo de cada cuestión, pues en la medida que las vayáis perfilando y completando su contenido puede variar significativamente. Pero sí comentaros al menos algunas cuestiones que nos han chirriado en una lectura inicial (recordad que el objetivo de este escrito es intentar aportar una mirada crítica).
Así, por ejemplo, en el precioso párrafo que sirve de introducción al documento, se encuentra la siguiente frase : Baina komunitatea sort­zeko pertsonak behar dira, eta ezin da eraiki elkarrekin ez bada y, tal vez por la apuesta por la comunidad vecinal que se realiza desde KTT, nos hubiera gustado ver en el resto del documento más reflexiones y propuestas al respecto, pero comprobamos que sólo aparece de nuevo una vez la palabra comunidad (cuando en el apartado de “creación” se plantea la iniciativa de impulsar una “comunidad de creadorxs”) y otra la idea de “en común”.
En esa misma línea llama también la atención que en todo el documento no aparezca ni una vez la palabra auzolan, más teniendo en cuenta que habéis dejado claro en bastantes ocasiones vuestra apuesta por esa herramienta. No sólo eso, lo habéis demostrado con hechos, como la propia organización de las jornadas de Barañain. La construcción autogestionada, tanto en los niveles micros como en los macros que os proponéis (construir una alternativa al capitalismo), parece difícilmente viable sin la herramienta del auzolan. Más aún, tanto la perspectiva “comunitaria” como el ejercicio del “auzolan” parecen de la vías más apropiadas para el trabajo conjunto con el resto de generaciones que no hemos estado en Barañain y que también tenemos como horizonte esa sociedad no capitalista. Pero para que ese auzolan intergeneracional se pueda dar (la transformación del sistema es cuestión de todas), hay que tener tejidas (o proponer) vías de acercamiento, diálogo y entendimiento, y es vuestras reflexiones y propuestas no se encuentran espacios para ello. Sí, tenéis razón, tampoco las viejunas (salvo execpciones) os abrimos vías a vosotras. Por eso hay un problema serio, que habrá que intentar resolver cambiando la dinámica de ambas partes.
Desde el punto de vista de KTT una de los muchos aciertos de los textos estriba en que, sin dejar de ser políticos, en general no hablan con el lenguaje político clásico, ni utilizan las etiquetas habituales del pensamiento político; etiquetas que a menudo son utilizadas para separar más que para encontrarse. Pero no en todo el documento. En el apartado de Hezkuntza se concentran las únicas utilizaciones en el texto de términos como “socialismo”, “marxista” e “independentzia”. Aunque no sean nuestros preferidos no tenemos nada en contra del uso de esos conceptos, ni de que se conozcan sus puntos de vista y se aprenda de sus aciertos y errores. Por ello nos parece muy positiva la propuesta de las Escuelas Colectivas (a algunas personas de otras generaciones también nos vendrían muy bien); aunque no tanto el que de entrada se les marque ya un perfil muy concreto, como se recoge en ese apartado del documento sobre “Educación”: “partiendo de un análisis marxista”, pues ya no se trataría tanto de aprender como de aleccionar.
En contraste con la crítica anterior, también en ese apartado de Hezkuntza es donde encontramos la única referencia de todo el documento a otra herramienta que nos parece básica en la construcción de alternativas al capitalismo: la desobediencia. Aunque en los últimos tiempos ha habido colectivos en Euskal Herria que la han trabajado a fondo, y muchas personas jóvenes que la han llevado a la práctica, creemos que su conocimiento, renovación y búsqueda de nuevas vías debe ser una tarea inaplazable para quienes apostamos por plantarle cara al actual sistema. Unido a ello, abordar la cuestión de cómo hacer frente a la represión económica con la que se intenta acabar con la desobediencia. La juventud podrías ser el motor principal (como lo estáis siendo con las prácticas de la Desobediencia en Euskal Herria) de una serie de propuestas en ese sentido que están surgiendo (ver, por ejemplo, http://www.redautogestion.com/la-accion-economica/ )
La Autogestión y sus derivas
Otra de las grandes alegrías al conocer vuestras iniciativas ha sido el que eligierais la autogestión como la herramienta, concepto o práctica común de toda la gente joven convocada a las jornadas de Barañain. Que os juntéis 1000 jóvenes con ese denominador común de construir alternativas desde la autogestión habla de que ésta sigue teniendo mucho presente y futuro en Euskal Herria, lo que es una satisfacción enorme para quienes nos contamos entre las gentes que piensan que o somos capaces de autogestionarnos o siempre dependeremos de alguien o algo. Y eso para todas las facetas de la vida.
Sin embargo, con el concepto autogestión hay que tener cuidado, pues es otra de esas ideas surgidas e impulsadas desde quienes pretendemos una transformación radical de la sociedad (o, dicho en otro lenguaje, una revolución social), que corre el riesto de ser utilizada como “etiqueta” por muchos de los que en el fondo apoyan el actual estado de las cosas para, como han hecho con muchos otros conceptos transformadores, vaciarla de contenido y de su carácter transformador y revolucionario.
Es una cuestión que en KTT preocupa y a la que ya hemos dedicado algunas entradas y textos para el análisis1 Pero como tampoco es nueva, puede ser interesante la lectura del punto de vista al respecto de algunas personas con más capacidad analítica que la nuestra, y desde entornos y contextos históricos, geográficos y culturales diferentes.
Valgan como primer ejemplo algunos párrafos del texto escrito por Guattari ni más ni menos que en 1968, y cuyas prevenciones con el término autogestión nos pueden ser válidas hoy en día a todas las partidarias de su práctica:

Autogestión y narcisismo

Félix Guattari, 8 de junio de 19681,

La autogestión como consigna puede servir para cualquier cosa. (…) ¿Autogestión de qué? Referirse a la autogestión en sí, independientemente del contexto, es una mistificación. Se convierte en algo así como un principio moral, el solemne compromiso de que será en sí mismo, por sí mismo (…) La eficacia de tal consigna depende sin duda de su efecto de autoseducción. (…) La autogestión de la escuela o la universidad está limitada por su dependencia objetiva del estado, por el modo de financiación, por el compromiso político de los usuarios, etc. No puede ser sino una consigna de agitación transitoria y que en definitiva corre el riesgo de crear bastante confusión si no está articulada en una perspectiva revolucionaria coherente. La autogestión de una fábrica o de un taller está expuesta también a ser dominada por la ideología reformista
(…)
Hablar de autogestión política es igualmente una fórmula que sirve para todo y que además es tramposa. La política es fundamentalmente ajustamiento de un grupo en relación a otros grupos en una perspectiva global, explicitada o no. La autogestión tomada como consigna política no es un fin en sí mismo. El problema consiste en definir, en cada nivel de organización, el tipo de relaciones, de formas que deben alentarse, y el tipo de poder a instituir. La consigna de la autogestión puede convertirse en una pantalla si sustituye masivamente las respuestas diferenciadas por los niveles y los sectores diferentes en función de su complejidad real.
La transformación del poder del estado, la transformación de la administración de una rama industrial, la organización de un aula, la impugnación del sindicalismo burocrático, son cosas totalmente diferentes que tienen que ser consideradas de un modo separado. No sería nada raro que a la consigna de la autogestión, que se reveló justa en las luchas de impugnación de las estructuras burocráticas en el plano universitario, se la apropien los ideólogos y políticos reformistas. No hay una “filosofía general” de la autogestión que la haga aplicable en todas partes y en toda situación, en particular en las que se refieren al establecimiento de un doble poder, de la instauración de un control democrático revolucionario, de una perspectiva de poder obrero, de la aplicación de sistemas de coordinación y regulación entre los diversos sectores de lucha.
Si no se efectúa a tiempo un esclarecimiento del alcance y los límites de la autogestión, esta “consigna” viciará su contenido con concepciones reformistas (…)
Saltemos ahora de mediados del siglo XX en Europa a principios del XXI en América Latina y escuchemos lo que sobre la autogestión y algunas prácticas autogestionadas ha sucedido, por ejemplo, en Argentina:
Formulaciones teórico-conceptuales de la autogestión
Juan Pablo Hudson2
(…)
Los sistemas de poder tienen como principal objetivo la captura de las producciones autónomas de los pueblos o de las multitudes. Aquello que nació al calor de la lucha y permitió una organización colectiva basada en nuevos valores éticos corre el riesgo permanente de ser reapropiado a fin de tornarlo equivalente a lo ya existente en el sistema. Se trata de una puja constante entre los movimientos constituyentes de nuevas formas y las fuerzas instituidas que intentan desactivarlos. Si algo hemos comprobado en la actualidad es hasta qué punto la autogestión fue apropiada y resignificada por la lógica política representativa, y en las últimas tres décadas por el lenguaje empresarial. Nuestra época se caracteriza por una reivindicación y un llamado constante a la autogestión. La empresa posfordista, con el fin de intensificar la explotación, incentiva la autonomía, el trabajo en equipo y la puesta en juego de las capacidades creativas, comunicativas, afectivas de los trabajadores. Pero, paradójicamente, esa promoción de la autonomía y la creatividad —que siempre se combina con mecanismos sumamente represivos y disciplinarios— no es más que la reapropiación de aquellas mismas críticas y reivindicaciones sociales que surgieron, desde el fondo mismo de la sociedad, durante los procesos de lucha desatados a finales de la década de 1960 y principios de 1970. Por su parte, en el caso de los Estados-nacionales y los organismos internacionales, se promueven, como nunca antes, los procesos de autoorganización comunitaria con el objetivo de subordinarlos en forma vertical y asentar la gobernabilidad sobre estas mismas redes sociales.
(…)Hoy en día, sin embargo, esa tarea se torna todavía mucho más compleja, en la medida que existen poderes mediáticos dispuestos a emitir un torbellino de palabras e imágenes dispuestas a cerrar discusiones sobre la autoorganización de las comunidades.
En la Argentina, las revueltas populares de 19 y 20 de diciembre de 2001 sacaron a la luz un conjunto de potentes experiencias: fábricas y empresas en quiebra recuperadas por sus obreros y transformadas en cooperativas, clubes del trueque, cooperativas de cartoneros, medios alternativos, movimientos de desempleados, etc. Se trató de un intenso proceso que se inició hacia finales de la década de 1990 en el que se elaboraron una serie de hipótesis políticas sumamente renovadoras respecto a esa batería de conceptos impuesta por el neoliberalismo. Sin embargo, a poco menos de diez años de aquellas jornadas, resulta notable presenciar un cúmulo notable de interpretaciones y conclusiones que no han hecho otra cosa más que bloquear una compleja discusión que se había abierto en torno a la autonomía, las luchas contra la representación política, el Estado, las formas del trabajo neoliberal, la organización gremial, entre otros. Tal como lo afirma el Colectivo Situaciones (2009), el cinismo actual consiste en oponer una imagen hecha, preformateada, a un problema siempre nuevo, vivo, e intrincado. Así es como comprendemos a la autogestión: como una imagen siempre incompleta, parcial, que requiere de nuevos insumos teóricos y de constantes ensayos sociales a fin de extender sus límites.
En tercer lugar, observemos algunas reflexiones relacionadas con las contestaciones sociales que tuvieron lugar en algunas zonas del Estado español entorno al denominado 15M:
Antonio Hidalgo 3
La palabra “autogestión” tiene una entrada muy pobre en la Wikipedia. Resulta curioso, sobre todo porque, aunque se hace desde hace siglos, hoy la encontramos cada vez con mas frecuencia, y por todas partes. Seguramente nunca ha habido en los últimos anos más Comisiones de Autogestión trabajando que entre mayo y junio de 2011. Por otra parte, si desambiguamos el término, advertimos que “autogestión” sirve para designar cualquier cosa: administración de empresas, finanzas, condominios, cooperativas, grupos de autoformación. .Pero hablamos siempre de lo mismo? .No es posible determinar cuando la autogestión rinde como herramienta de nuestra capacidad instituyente?
(…) Es importante tener en cuenta este comentario si queremos hacer de la autogestión una estrategia social y política que ejerza una distribución nueva de los poderes y las competencias (…) si queremos que la autogestión vehícule una noción fuerte de autonomía liberando o haciendo patente un modo de relación y organización diferenciado, en disposición de afirmar su distancia y requerir el reconocimiento necesario para poder definirse y funcionar, y no, por tanto, un relato a través del cual las condiciones reales en donde actualizamos nuestras potencias y hacemos circular nuestros hábitos y deseos, sean neutralizadas en cuanto a su receptividad para reforzar procesos de inclusión y controversia. Básicamente porque de ello se alimenta la frustración.
(…) De lo expuesto hasta aquí extraemos, como mínimo, una conclusión: la autogestión, en tanto que sistema operativo (de gestión), o si se quiere, en tanto que pliegue de reglas destinadas a proporcionar un conjunto de prácticas que estamos dispuestos a desplegar en la medida en que entendemos que ello repercute positivamente en el ejercicio y expansión de nuestra autonomía, requiere ser analizada examinando en qué sentido se incluye dicho conjunto de prácticas en el paisaje de lo instituido, lo cual quiere decir sencillamente qué tipo de corte produce y cuáles son los efectos que este genera en él. “. En qué sentido se va a ir? .De qué lado va a inclinarse todo, plegarse o desplegarse?” es una pregunta que hay que empezar a tomarse en serio.
Finalmente, retornemos a Euskal Herria y situémonos en el presente con perspectiva de futuro para prestar atención a las siguientes reflexiones-propuestas, como un buen ejemplo de clara caracterización de la Autogestión, sin ambigüedades:
Autonomía Comunal en Euskal Herria
Grupo de debate ‘Merkatutik atera’4
IV- La Autonomía Comunal (Autogestión) en Euskal Herria, a debate
Este ha sido el diagnóstico que hacemos de la Euskal Herria capitalista actual. Frente a todo ello, nuestra elección es clara: no queremos vivir al servicio de las fuerzas sociales generales, ni como esclavos de unos cuantos acumuladores salvajes e insaciables; nosotros queremos ser autónomos y soberanos, dueños de nuestras propias condiciones de vida.
No obstante, somos conscientes de que para ello, en primer lugar hemos de tomar el control directo de las capacidades productivas. Al mismo tiempo, habremos de desarrollar un modelo de distribución al margen de la lógica del intercambio y de la indiferencia recíproca entre productores, al margen de la forma del dinero. Al hecho de hacernos con los medios de producción y procurar un modelo social basado en el cuidado mutuo y la convivencia lo denominamos Autonomía Comunal. Por lo tanto, frente a todas las formas de dominación, proponemos la autonomía comunal como objetivo estratégico a ese espacio político de izquierdas que trabaja hoy por la construcción nacional en Euskal Herria. Proponemos construirla pueblo a pueblo, barrio a barrio.
(…)
V- La estrategia revolucionaria: realizar la Autonomía Comunal (Autogestión)
Las fuerzas y capacidades productivas con las que cuenta hoy en día la Euskal Herria capitalista nos mantienen ligados al mercado. Ante ello, el objetivo estratégico consiste en salir de la síntesis social del mercado para crear una colectividad libre como nueva síntesis social. Mediante las siguientes líneas emplazamos a debatir en torno a las características del camino a seguir para alcanzar ese objetivo político general. En ese camino, entre otras cuestiones, consideramos relevantes los siguientes factores:
a) La problemática de la voluntad colectiva
b) La problemática de la motivación productiva
c) El desarrollo de redes de producción a pequeña escala y la problemática de la organización de los comunales
d) La confederación de los comunales y la problemática de los procesos productivos complejos y a gran escala
1 Felix GUATTARI, Autogestion y narcisismo (1968), en Psicoanalisis y transversalidad, Buenos Aires, Siglo XXI, 1976.
2 Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Sociales. Revista Mexicana de Sociología 72, núm. 4 (octubre-diciembre, 2010):
3 Horizontal, revista de resistencia intelectual y artística, nº 1, junio 2012. https://issuu.com/horizontal/docs/h01
Terminando
Este bastante heterodoxo análisis crítico del proceso de Gazteraikia y aportación de textos sobre el concepto de autogestión no debe alargarse más. Desde antes de comenzar el escrito se nos generaba la duda de si no deberíamos haber seguido la recomendación de alguien a quien tanto apreciamos como Rául Zibechi, quien no hace mucho reflexionaba así:
(…) Llegados a este punto, ¿cuál es el papel de los militantes, o como le llamemos a esa actitud de vida? Lo primero, comprender con la piel, hacer nuestros los dolores colectivos. Lo segundo, acompañar un proceso sin dirigirlo. Lo tercero, regocijarnos por ser aceptados como uno/una más. Lo cuarto, decir lo que pensamos cuando nos lo pidan y guardar silencio el resto del tiempo. Políticas de la ética y la humildad. De lo contrario, nuestra revolución se limitará a reproducir el colonialismo y el racismo.
Si alguna de vosotras ha llegado hasta este final del escrito y considera que, efectivamente, nos ha faltado humildad y saber guardar silencio, barkatu eta bota edo ezabatu. Si consideráis que hablamos sin saber guiándonos sólo por unas referencias externas (que es ciertamente lo que hemos hecho) que no recogen adecuadamente una descripción de lo que realmente han sido vuestros debates, agradeceríamos mucho que nos hagáis caer del burro. Hemos esperado también hasta la realización de la asamblea de valoración del pasado día de nuevo en Santutxu, pues parecía básico tener en cuenta vuestra propia valoración de Barañain y ver cómo enfocabais los siguientes pasos del proceso, pero no hemos sabido encontrar referencias posteriores de esa asamblea y nos hemos tenido que limitar a las valoraciones recogidas en el video-documental de topatu1.
En este escrito hablamos pues, sin tener muy claro si deberíamos hablar públicamente; siendo conscientes de que nuestro conocimiento sobre todo el proceso es sesgado y limitado y, sobre todo, si os interesa en algo lo que opinemos. Pero hemos decidido hablar porque nos parece un tanto bochornoso el silencio mantenido por nuestras generaciones. Es como si consideraran que lo que estáis haciendo no tuviera ninguna importancia, como si no mereciera la pena “perder el tiempo” en conocer vuestros puntos de vista, vuestras necesidades, vuestros debates, propuestas y alternativas. Nosotras no lo vemos así. Creemos que tenéis razón cuando decía que las alternativas hay que empezar a construirlas ya, aquí y ahora, en el día a día, sin esperar que nadie venga a hacer ese trabajo. Y también en que el motor principal de esa dinámica seréis la juventud actual.
Horrexegatik zuekin dialogo bat sortzen saiatu gara lerro hauekin. Zuen ustetan hanka sartu badugu, esandakoa, bota edo ezabatu. Baina baliogarria edo interesgarria iruditzen bazaizue, jakin dezazue blog honen ateak (modu publiko edo pribatuan, zuek aukeratu) guztiz zabaldurik dituzuela benetako dialogoa sortzeko, eta gure asmoa dela zuen kasua bezala kapitalismoaren kontrako alternatibak eta bideak bultzatzea. Bide horiek irekitzeko zerbait hobeago belanauldi ezberdinen arteko amankomuneko lanean aritzea baino?