Acusación a la Sociedad Industrial: la deshumanización del universo.

Acusación a la Sociedad Industrial: la deshumanización del universo.

"Los caucásicos tienen una visión más positiva de ofrecer a la humanidad que la cultura europea. Lo creo sinceramente. Pero para la consecución de esta visión es necesario que los caucásicos den un paso fuera de la cultura europea, junto al resto de la humanidad, y vean a Europa por lo que es y lo que hace."

Águila Valiente, Wanbli Ohitika, o Russell Means, es considerado uno de los líderes indígenas más importantes, a la par de Caballo Loco y Toro Sentado, guerreros Sioux Lakotas como él.


A pesar de que las Colinas Negras se pactaron como territorio pertenecientes a los Sioux, los Estados Unidos incumplieron el tratado del fuerte Laramie, que ellos mismos habían redactado. Y es que el sacerdote católico Jean de Sniet, se introdujo ilegalmente en territorio lakota y publicó en el periódico Sioux Falls Times de Dakota del Sur el descubrimiento de oro, lo que provocó la Guerra de Black Hills en 1876 y 1877. Más de un siglo después, en 1980, la Corte Suprema de los Estados Unidos otorgó una millonaria indemnización a los Sioux por la usurpación de Black Hills (Colinas Negras). A la fecha, ellos no han aceptado ese dinero, pues buscan la restitución de su territorio.
El presente discurso fue dado por Means en julio de ese año. El discurso sólo cuenta con una edición en español que apareció bajo el nombre “Acusación a la Sociedad Industrial”. 

He aquí algunos fragmentos:

"La única forma posible de comenzar una declaración de este tipo es decir que detesto escribir. El proceso en si mismo resume el concepto europeo de pensamiento “legítimo“. Lo que está escrito tiene una importancia que se le niega a lo hablado.
Mi cultura, la cultura Lakota, cuenta con una tradición oral, por lo que normalmente rechazo escribir.
Es uno de los caminos del mundo blanco para la destrucción de las culturas de los pueblos no europeos, la imposición de una abstracción sobre la relación oral de un pueblo." 

"Cada una de las revoluciones intelectuales son para abstraer la mentalidad europea aún más, para eliminar la maravillosa complejidad y la espiritualidad del universo y reemplazarlo con una secuencia lógica: uno, dos, tres. Respuesta!
Esto es lo que ha dado en llamarse “eficiencia” para la mente europea. Lo que sea si es mecánico es perfecto, lo que sea que parezca funcionar al momento –es decir, si prueba que el modelo mecánico es el correcto– se considera correcto, incluso cuando es claramente falso. Este es el por qué la “verdad” cambia tan rápido en la mente europea, las respuestas que resultan de dicho proceso son sólo paliativos, sólo temporales, y deben ser desechados de forma continua en favor de nuevos paliativos que soportan los modelos mecánicos y los mantienen (a los modelos) vivos." 
"La tradición materialista Europea de desespiritualización del universo es muy similar al proceso mental de deshumanizar a otra persona. ¿Y quienes son los mayores expertos en deshumanizar a otras personas? ¿Y por qué? Los soldados, los asesinos, los guardias nazis de las SS, los policías, los líderes empresariales, los políticos... Y todos esos grupos deshumanizantes tienen en común que el proceso hace que sea aceptable el matar o destruir a otras personas. (...) el truco está en convertir mentalmente a las víctimas en no humanos.  

En cuanto a la desespiritualización del universo, el proceso mental hace que destruir el planeta se transforme en algo virtuoso. Términos como progreso y desarrollo se utilizan como eufemismos, de la misma forma en que términos como victoria y libertad son usadas como pretexto para justificar la carnicería en el proceso de deshumanización. Por ejemplo, un especulador inmobiliario puede referirse al “desarrollo” de una parcela abriendo una cantera de grava, el desarrollo significa aquí destrucción permanente, total, con la tierra misma siendo removida. Pero la lógica europea ha ganado unas cuantas toneladas de grava, con la que más tierra se “desarrolla” a través de la construcción de carreteras y urbanizaciones. En última instancia, todo el universo está abierto –desde el punto de vista europeo– a este tipo de demencia. 
Lo más importante aquí, tal vez, es el hecho de que los europeos no sienten ninguna sensación de pérdida en todo esto. Después de todo, sus filósofos han desespiritualizado la realidad, así que no hay satisfacción (para ellos) en ser ganados en la simple observación de las maravillas de una montaña, o un lago, o de un pueblo simplemente siendo. No, la satisfacción se mide en términos de ganancia material."

"Así que la montaña se convierte en grava, y el lago se convierte en líquido refrigerante de una fábrica, y a la gente se la agrupa para procesarla a través de los molinos de adoctrinamiento que a los europeos les gusta llamar escuelas". 

"Como los gérmenes, la cultura europea atraviesa convulsiones ocasionales,

Aun quizá comparar la cultura europea con una ameba no sea realmente justo para con la ameba. Quizá sea más acertada la comparación con las células cancerígenas, ya que la cultura europea ha destruido históricamente todo alrededor de ella, y eventualmente se destruirá a sí misma."
incluso divisiones en su seno a fin de continuar viviendo y creciendo. No estamos hablando de revolución, sino de una forma de continuar lo que ya existe. Una ameba seguirá siendo una ameba aún después de que se reproduzca.

"No se puede juzgar una doctrina revolucionaria con base a los cambios que propone introducir en la estructura de poder y en la sociedad europea. Sólo se puede juzgar por los efectos que tendrá sobre los pueblos no europeos. Esto se debe a que todas las revoluciones en la historia europea han servido para reforzar las tendencias y capacidades de Europa, para exportar la destrucción a otros pueblos, otras culturas y al propio medio ambiente. Desafío a cualquiera a señalar un ejemplo en el que esto no sea cierto"

"Pero hay otro camino. Está el camino tradicional de los Lakota, y los caminos de los otros pueblos Indios Americanos. Es el camino que sabe que los humanos no tienen derecho a degradar a la Madre Tierra, que hay fuerzas más allá de todo lo que las mentes europeas han concebido, que los humanos debemos estar en armonía en todas las relaciones, o dichas cosas terminarán eliminando la disarmonía. El desequilibrado énfasis en los humanos por los humanos –la arrogancia europea de actuar como si estuvieran por encima de la naturaleza de todas las cosas– puede solo resultar en total disarmonía y en un reajuste que corte de tamaño la arrogancia del ser humano.
Los pueblos naturales de este planeta lo saben, y no necesitan teorizar sobre ello. La teoría es un abstracto; nuestro conocimiento es real"
"Cuando uso el término europeo, no me estoy refiriendo a un color de piel o a una estructura genética particular. A lo que me refiero es una forma de pensar, una visión del mundo que es un producto del desarrollo de la cultura europea. Las personas no están codificadas genéticamente para sostener este punto de vista, son aculturadas para sostenerlo. Lo mismo es cierto para los Indios Americanos y de los miembros de cualquier cultura.
Es posible, para un Indio Americano compartir valores europeos, una visión del mundo europea. Tenemos un término para esa gente, los llamamos “manzanas” –rojos por fuera (la genética) y blancos por dentro (sus valores).
Otros grupos tienen términos similares: los negros tienen las galletas “oreos”, los hispanos tienen “cocos” y así sucesivamente. Y, como he dicho antes, hay excepciones a la norma blanca: gentes que son blancas por fuera pero no por dentro. No estoy seguro que otro término deberíamos emplear 
con ellos más que “seres humanos.”
Lo que estoy poniendo aquí no es una propuesta racial sino una propuesta cultural."


"Más allá de eso, trabajo con cualquiera quienes hayan experimentado la opresión colonial de Europa y quienes resisten su totalidad cultural e industrial. Obviamente, esto incluye caucásicos genéticos que tienen que luchar para resistir a las normas dominantes de la cultura europea. Los irlandeses y los vascos vienen inmediatamente a la mente, pero hay muchos otros."
"Es evidente que individuos blancos pueden participar en esto, siempre que hayan alcanzado la conciencia de que la continuación del imperativo industrial de Europa no es una visión, sino una especie de suicidio. El blanco es uno de los colores sagrados del pueblo Lakota – rojo, amarillo, blanco y negro. Las cuatro direcciones. Las cuatro estaciones del año. Las cuatro etapas de la vida y el envejecimiento. Las cuatro razas de la humanidad. Mezcla rojo, amarillo, blanco y negro juntos y consigues marrón, el color de la quinta raza. Se trata de un orden natural de las cosas. Por lo tanto, me parece natural para trabajar con todas las razas, cada una su propio significado especial, su identidad y su mensaje."

"Pero hay un comportamiento peculiar en la mayoría de los caucásicos. Tan pronto como llego a ser crítico con Europa y su impacto en otras culturas, se ponen a la defensiva. Comienzan a defenderse a ellos mismos. Pero yo no estoy atacándoles personalmente, estoy atacando a Europa. Al personalizar mis observaciones sobre Europa, están personalizando la cultura europea, identificándose con ella. Al defenderse ellos mismos en este contexto, están defendiendo en última instancia la cultura de la muerte. Ésta es una confusión que debemos superar, y debemos superarla deprisa. Ninguno de nosotros tiene energía que gastar en tales luchas falsas.
Los caucásicos tienen una visión más positiva de ofrecer a la humanidad que la cultura europea. Lo creo sinceramente. Pero para la consecución de esta visión es necesario que los caucásicos den un paso fuera de la cultura europea– junto al resto de la humanidad– y vean a Europa por lo que es y lo que hace."
"Una cultura que regularmente confunde revolución con continuación, que confunde ciencia y espiritualidad, que confunde rebelión con resistencia, no tiene nada útil que enseñarte y nada que ofrecerte como estilo de vida. 
Los europeos hace mucho que perdieron todo contacto con la realidad...
... si alguna vez tuvieron contacto con ella"




 No sólo se apropiaron en su día de este lugar sagrado para los lakotas, sino que entre 1927 y 1941, esculpieron en él los rostros de 18 metros de altura de los presidentes estadounidenses George Wasington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln.

“Las sagradas Montañas Negras tienen dos descripciones en la lengua lakota: Paha Sapa y Kȟe Sapa." explica Means. "La palabra Pa-ha contiene dos significados: Pa describe a la montaña emergiendo de la tierra.  El término Paha Sapa, todo junto, ofrece una imagen descriptiva de nuestras montañas sagradas vistas a la distancia. Te proporciona la ilusión de ser negra desde la distancia, las montañas emergiendo de la tierra. Paha Sapa.
Las palabras Kȟe Sapa te dan la descripción de las montañas sagradas vistas de cerca con sus blancos riscos, praderas, árboles y valles.
Así, todo lo que ves y todo lo que conoces es sagrado.
Piensa en lo profundo que es Paha Sapa.”


[Aspaldian bertatik pasatu ez nintzen Una Antropologa en la Luna proiektu interesgarritik hartua]

La voz de la rebelión, Agustín García Calvo

Conviene recordarlo de vez en cuando... y tenerlo siempre presente.


“La voz de la rebelión”, por Agustín García Calvo

Stanislav Plutenko

Reproducimos [BABAB] un texto de Agustín García Calvo que ha compartido el Grupo de Estudios José Domingo Gómez RojasOriginalmente se publicó en mayo de 2012, en la edición n°20 de BICEL, boletín interno de la Fundación Anselmo Lorenzo.

A ver si se puede oír esto:
Por la razón y el sentido común podemos decirle a este régimen que padecemos, a todos esos planes de economía futurista que nos invaden desde lo alto, desde donde Estado y Capital (que son lo mismo en todas partes) mandan y nos mandan encima que estemos informados y preocupados, como si nos fuera la vida en lo mismo que les va a Ellos: en el futuro de su dinero, de su euro o de su dólar o de su yen o como se llame, en el futuro de las ventas demenciales de sus averiados productos, de esos que están llenando de basura los sitios donde se podría –quién sabe– vivir.
Podemos porque se puede decirle que no, simplemente que no, sin necesidad de proponer nada a cambio (ya la gente sabe por lo bajo cómo apañarse sin Ellos o puede irlo sabiendo a medida que tenga que hacerlo): sólo hay que perder un poco el miedo personal y dejarse decirlo, porque ya está bien de que nos traten como a idiotas acojonados, que tiemblan por su futuro, que no piensan más que en la seguridad (¡ja!) que puede darles una cuenta corriente, en tener para pagar y seguir comprando chismes inútiles a costa de venderse y matarse por un puesto de trabajo de los que Ellos promocionaron y crean y nos obligan a tener o no tener, como a idiotas que están llenos de eso que tanto nos animan a tener: sueños e ilusiones personales (¡ejem!), y que por tanto, no se enteran de nada de lo que están haciendo. Todos los días por todos los medios, tratan de demostrarnos que eso es lo que somos: unos auténticos individuos (Ellos dicen “personas”, que es una cosa muy santa), y que no hay más en la gente que eso.
La penuria de cada día, la miseria que vemos dentro y fuera, hay que verla –nos dicen– como si fueran el bienestar y la riqueza mismos por el miedo a perderlas, a quedarse sin ello. No hay más que ver esos lamentos que se promocionan por ahí, que hacen a tantos salir indignamente a reclamar más empleo, más educación, más sanidad pública a las calles, olvidados de que tal vez no hace mucho, antes de que les informaran sobre recortes y demás amenazas futuras, ellos mismos podían haber estado echando pestes de todo eso que llaman empleo, educación o sanidad, lo mismo públicos que privados. Es lo que está mandado pensar: que hay que dar gracias al señor y seguir así, progresando en lo mismo, porque, si no, podríamos volver a las cavernas. Pero qué pasa si en vez de engañarnos sin lo que ellos nos venden, que bien mirado, no puede ser nada de verdad bueno ni deseable para nadie. Todo el mundo sabe que son sustitutos. Sirven para llenar unas vidas contabilizadas previamente, que consisten en un tiempo vacío en que temer o esperar un futuro y otro futuro, que eso no merece llamarse ni vida, que es una existencia abstracta y sosa a más no poder. El dinero acaba con las cosas.
Para perder ese miedo, no hace falta más que dejarse pensar y decirlo, el alivio y el ahorro que sería para todo el mundo no tener que seguir contribuyendo a sostener tanta insensatez, que no haya papeles que hacer a todas horas, que no haya que ir a ningún sitio por obligación, ni trabajo ni vacaciones ni semana laboral que engorden los bancos, que no haya oficinas ni bancos ni ministerios ni más ventas de pisitos, automóviles y demás inutilidades. ¡Eso sí que sería economía de la buena, sin estados ni fronteras, la de la gente viviendo en la tierra, libre de todos esos estorbos de Estado, Trabajo, Dinero, Familia, libres del Hombre y su Historia! ¿No sentís cómo tiemblan los padres de la patria eterna, los ejecutivos creyentes en el Futuro? Quien diga que no se puede será que tiene algún interés en mentir, porque poderse, claro que se puede, que nada de verdad lo impide.
Sólo que a la gente le han dicho que algún gobierno de lo alto, algún orden tiene que haber, hecho de leyes y policías, porque si no, el caos, la ley de la selva y el comerse los unos a los otros. Pero no puede ser tan tonta la gente para creerse eso ni dejar que nadie se lo crea ¿no?, porque eso nunca se ha visto más que en fantasías o películas: el único caos y la única jungla que conocemos son éstos que han producido la administración de los estados al servicio del Dinero con toda violencia impuesta, los tenemos delante cada día sus horrores, sólo con fijarnos en el tráfico mismo. El miedo a los fantasmas de lo que podría pasar si no nos defendieran las leyes y sus fuerzas armadas de esos fantasmas que ellos mismos fabrican para asustarnos, sólo ese miedo vano, esa fe en que estamos seguros contra los fantasmas de las guerras y hambrunas que salen por televisión, parece ser más que nada lo que permite que la pesadilla real continúe.
Pero no puede hacerse creer por siempre a la gente que el terror en que “vivimos” es normal. Como decíamos al principio, aparte del miedo personal que nos han metido, vive entre la gente la razón y el sentido común que pueden decirle que no a toda esa organización del Dinero sin miedo ninguno, porque es horrible y mentirosa, y caiga quien caiga. Algún día habrá que despertar y decirlo ¿no?: pues que sea ahora. ¡Abajo la mentira!
¿O es que no se piensa que a lo mejor las mujeres y sus hombres, libres del dinero, podrían vivir y dejar vivir? Porque lo que es con Él…
Otro día seguiremos razonando, que ya se sabe que no se derriba el régimen de un soplo, pero mientras tanto cabe acá abajo corroer la fe en las mentiras que lo sostienen y dejarlo que se hunda.

¡Salud y a ello!



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Sitopía, nueva visión de las antiguas costumbres

Sitopía, nueva visión de las antiguas costumbres 

En el pasado, lo normal era sentarse a la mesa a comer con la familia, los amigos, o la comunidad a la que pertenecíamos. Charlar, intercambiar experiencias y socializarse. El centro de la comunidad y de la familia giraba en torno a la comida, nuestro sustento.

Hace más de 200 años, con la revolución industrial, llegó también la revolución social del hogar. La industrialización acabó penetrando muy rápido en sectores como la alimentación y la vida social.

Hoy en día, la familia no se reúne en muchos casos ni siquiera alrededor de la mesa. Trabajan uno o los dos progenitores fuera de casa. Comen en el trabajo, y quizás los niños también en la escuela. Los hijos se echan todo el día fuera de casa, en la escuela, con los amigos, las actividades extraescolares, etc. Llegan a casa y en muchos casos tampoco cenan con sus padres, pues estos llegan tarde del trabajo, o sus horarios no compaginan.

Todo este descontrol ha traído los siguientes problemas:

* Una vida de estrés diario y continuo que nos afecta directamente a la salud.
* Una precaria educación social, ética y moral para los hijos.
* Una precaria alimentación fuera de casa y con comida rápida o industrial.
* Un deterioro progresivo de la salud.
* Un deterioro claro del entorno familiar y la unidad del hogar.
* Una sensación enorme de vacío y falta de sentido a nuestras vidas.

Además de todo esto, el ritmo de vorágine consumista en el que estamos envueltos, hiere de muerte cada día a nuestro entorno y a nuestro planeta. Para llenar ese vacío que sentimos recurrimos a las cosas materiales, el dinero, los lujos, etc, pero no nos percatamos de que estos no son más que un placebo temporal a corto plazo.

Carolyn Steel en su libro "Hungry City" nos describe un concepto que ya se está convirtiendo en una realidad: Las ciudades acabarán pasando hambre. A primera vista puede parecer alarmista, pero lo cierto es que hay millones de personas ya están pasando hambre en las ciudades. Una superpoblación de las mismas, llenas de gente que no produce sus propios alimentos, está llevando a una súper explotación de los campos con sistemas agrícolas insostenibles y dependientes del petróleo, está minando los recursos hídricos y naturales de nuestros campos. Además, el cambio climático acelerado por toda la producción de gases de efecto invernadero derivados de nuestro sistema de vida industrializado, provocará todavía más sequías, desastres climáticos y grandes pérdidas de cosechas.

Hoy por hoy, sólo con los desastres naturales que está sufriendo Asia, hay muchas ciudades donde la comida escasea y el precio de los alimentos se ha puesto por las nubes. Esto por no hablar de toda la gente de países subdesarrollados (por culpa del primer mundo) que está pasando verdadera hambre y desnutrición, la vergüenza del S.XXI.

Hay varios conceptos que debemos de tocar para empezar a cambiar toda esta situación antes de que a nivel personal nos pille el toro. Digo a nivel personal, porque parece que a nivel global no sabemos tomar decisiones, cambiar las cosas o dar marcha atrás, por eso la gran revolución de este siglo ha de nacer de la decisión personal del individuo que acabe arrastrando a los demás individuos a tomar medidas. Si esperamos a que nuestros gobernantes, estados, instituciones, etc, tomen medidas, si me permiten la expresión, “estamos jodidos”.

Esta es una pequeña lista de puntos que debemos cuidar:

* Nuestra seguridad alimentaria: No depender de proveedores ajenos a nosotros, desconocidos o lejanos para sobrevivir (importante el concepto de “sobrevivir”).

* Nuestra calidad alimentaria: Saber de dónde viene lo que comemos, como ha sido preparado o cocinado. Somos lo que comemos.

* Nuestra calidad social: Reunir a la familia, el hogar o los amigos es necesario para nuestra salud física y psicológica. Nadie puede enfrentarse a la barrera de la soledad durante mucho tiempo.

* Nuestra salud: El estrés, la falta de sueño, la mala alimentación, la “mala leche”, los humos, el tabaco, el alcohol excesivo, la comida rápida… todo daña directamente nuestro organismo, y todo nuestro ser, de una manera u otra.

* La salud y el futuro de nuestros hijos: Una correcta alimentación, una vida social en familia (sea cual sea el concepto de familia), una correcta educación ética y moral en respeto y tolerancia, una correcta educación intelectual.

* La salud de nuestro planeta: Es nuestra pequeña burbuja en el universo, nuestra pequeña y delicada nave espacial, además de nuestra casa, y nuestro propio ecosistema del cual hemos surgido… si lo destruimos, nos estamos autodestruyendo.

Hay cientos de modelos de vida que podemos seguir, muchos de ellos completamente válidos, pero irónicamente la sociedad occidental autoproclamada como primer mundo, y de naturaleza parásita, ha decidido decantarse por la más destructiva de todas.

Hay muchos movimientos sociales y organizaciones de gente concienciada que están intentando cambiar las cosas, y todos ellos están aportando su granito de arena (más allá del radicalismo que no lleva a ningún sitio en ningún entorno o ideología) para hacer de este cambio una realidad.

Ecologistas, cooperantes humanitarios, movimientos sociales y espirituales, movimientos de alternativas al capitalismo, tendencias slow, agricultores ecológicos, urbanos o permacultores… son algunos de ellos. También se está trabajando en el marco de la política, la economía y las energías renovables. Pero aquellos que tienen el poder, el dinero y el control de los recursos naturales no renovables no están por la labor de cambiar las cosas, y luchar en contra del interés, es complicado… pero no imposible. Entre todos podremos cambiar las cosas, sólo espero que no sea demasiado tarde.

Para terminar me gustaría quedarme con el concepto que Carolyn Steel ha acuñado: Sitopía. Procedente de la unión de dos raíces griegas: Sitos, que significa comida, y Topos, que significa lugar (emulando el concepto utopía, que significa “lugar bueno”).

Sitopía es entonces un “lugar de comida” o un entorno creado alrededor de la comida, nuestro sustento, motivo de socializarse, no sólo para consumirla y alimentarnos, sino también para producirla, prepararla, etc.

En experiencias propias y de otros puedo asegurar que el trabajar para producir tu propio alimento hace que necesites de tu comunidad más cercana, tu familia, y lógicamente la producción se convierte en producción de todos los que trabajan en ella, compartiendo nuestro tiempo, nuestra comida, nuestros recursos, nuestras experiencias, etc.

Hay muchos proyectos arrancados por el mundo entero donde se está “reinsertando” al individuo industrializado en comunidades que producen sus propios alimentos con un éxito impresionante, hasta tal punto que la gente que lo ha probado asegura que la experiencia le ha abierto los ojos para “vivir la vida de verdad”.

En Galicia, los mayores siempre dicen: “Onde hay comida, hay xente.”

Extraído de Cityhuerto. Huertos Urbanos

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La felicidad de ser abandonado por la sociedad


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La felicidad de ser abandonado por la sociedad



De joven eres fuerte en grupo;
de viejo, en soledad.
– Goethe

La vejez no es un mal en absoluto. Con el dinero suficiente y si le queda a uno la salud suficiente, es formidable. ¿Y por qué es formidable? Bueno, creo que, en primer lugar, porque ya no queda más que la vejez, ante todo, uno ya ha llegado, ¿no?, no es poca cosa. No es un sentimiento de triunfo, pero, en fin, el hecho es que uno ya ha llegado. Uno ya ha llegado, después de todo, en un mundo que trae consigo guerras, porquerías de virus y todo lo demás… uno ha atravesado todo eso, los virus, las guerras, las porquerías: uno ya ha llegado. Y es un momento en el que ya no se trata de ser algo: se trata de ser, ser… Ya no hay que ser esto, ser aquello: es ser. El viejo es alguien que es… y punto. Siempre se puede decir: «Oh, es huraño; oh, no está de buen humor»; es a secas, vaya. Se ha ganado el derecho de ser a secas… porque, en cualquier caso, un viejo, alguien viejo siempre puede decir: «Yo tengo proyectos», pero es verdad y no es verdad. Son proyectos, pero no en el sentido en que alguien de treinta años tiene proyectos. En lo que me atañe, espero poder hacer dos libros que me importan: uno sobre la literatura, y uno sobre la filosofía. Espero poder hacerlo, lo que no quita que esté libre de todo proyecto, soy libre… sabes, cuando uno es viejo ya no es susceptible…
Uno ya no tiene… susceptibilidad, y además ya no se lleva ninguna decepción fundamental, vaya. Quiero decir que uno es mucho más desinteresado, cómo diría: uno quiere a la gente, de veras, por sí misma… Yo tengo la impresión, por ejemplo, de que la vejez afina la percepción: de las cosas que antes no habría visto, de las elegancias a las que no me había mostrado sensible –yo las veo mejor, porque miro a alguien por sí mismo, casi como si para mí se tratara de llevarme una imagen, un percepto, de extraer de él un percepto: todo eso hace de la vejez un arte. ¡Y los días pasan a tal velocidad! Con su escansión, el cansancio –pero el cansancio no es una enfermedad, es otra cosa. No es ni la muerte, ni la… es, una vez más, la señal del final de la jornada. Ahora bien, claro que hay angustias con la vejez, pero se trata de evitarlas, de conjurarlas. Es fácil conjurarlas, es un poco como con el coco: no hay que quedarse –o como con los vampiros, que por lo demás me encantan; no hay que quedarse solo por la noche, cuando empieza a hacer frío, porque uno es demasiado lento para salir del apuro. No, no hay que hacerlo, hay cosas que evitar, etc., pero… Y luego, lo maravilloso es que la gente te abandona, la sociedad te abandona, y eso, ser abandonado por la sociedad, es tal felicidad. Y no es que la sociedad me haya tenido muy enganchado, pero alguien que no tenga mi edad, o que no se haya jubilado, no puede figurarse la alegría que supone verse abandonado por la sociedad… Claro, cuando oigo a algunos viejos quejarse, bueno, son de aquellos que no soportan la jubilación, y desde luego no sé por qué: no tienen más que leer novelas, al menos descubrirán algo; no soportan, o… no creo en los jubilados que se… –salvo, tal vez, en el caso de los japoneses– que no pueden estar sin hacer algo. Quiero decir: es una maravilla, sí, te abandonan, y qué… o basta sacudirse un poco para que caigan todos los parásitos que has tenido en la chepa toda la vida. Caen: ¿y qué queda a tu alrededor? Tan sólo gente a la que quieres, sólo gente a la que quieres y que te soportan, que te quieren también cuando te hace falta: el resto te ha abandonado. Y aun así, cuando hablo, como yo, en ese momento, se hace muy duro cuando algo te alcanza. Yo no soporto, ya no tengo más que… ya no conozco la sociedad sino a través del recibo de la pensión todos los meses. Es algo –si no sé que soy un completo desconocido de la sociedad. Entonces, la catástrofe llega cuando hay alguien que cree que sigo formando parte de ella, y que me pregunta… Esto es algo completamente diferente, porque lo que estamos haciendo en este momento forma parte hasta tal punto de mi sueño de vejez… pero a quién me pide una entrevista, una conversación y todo eso, me dan ganas de decirle: «No, la cabeza ya no me funciona, ¿no estás al corriente de que soy viejo y de que la sociedad me ha abandonado?». Pero se está bien, te lo aseguro.

Gilles Deleuze
Abecedario con Claire Parnet

Эй ухнем! (Los sirgadores del Volga - Kovcheg)

Эй ухнем!

Lamentablemente, este espacio ha ido dejando de lado lo necesario, acuciado por lo urgente.
Me propongo reparar, siquiera mínimamente, esta falta. Os propongo una canción tradicional rusa, muy famosa, que pasó al castellano (vía Manuel de Falla) como “Los remeros del Volga”. Durante el romanticismo, los compositores dieron la espalda a los palacios imperiales y se volvieron hacia el pueblo, para alimentarse de su espíritu. El nacionalismo musical rescató y valorizó, por primera vez, todo un caudal musical que, hasta entonces, había discurrido ajeno a la música culta. Esta canción en concreto, fue recogida por Balakirev (uno de los cinco de Moskva, con Rimsky, Borodin, Mussorgsky…) y publicada en su libro de música tradicional en 1866.
Me permito sugerir esta interpretación, desprovista de cualquier otro acompañamiento musical que no sean las propias voces. Atención al bajo profundo, tan característico de la liturgia ortodoxa, que desciende hasta cerca de los 40 Hz, las profundidades abisales de la voz (para que os hagáis una idea, el umbral de audición humano está entre los 20 Hz y los 20 kHz aproximadamente, para un oído joven).
Bueno pues, de remeros, los cojones. El título de la canción (y de esta entrada) viene a significar “Eh, ¡tirad!”. Es una canción de labor, como aquí tenemos las de siega o malla, pero de una labor muy jodida. En la Rusia zarista, regida durante siglos con un sistema feudal bajo el signo de la cruz, los hombres hacían el trabajo de las bestias, demasiado valiosas para reventarlas. No son remeros, sino Бурлаки (pronunciado “burlaki”, plural de Бурла́к). Que yo sepa, no existe un vocablo en castellano que traduzca este término ruso [ver comentario a pie de página], así que lo más breve y preciso que se me ocurre sería “animal de tiro humano”. Efectivamente, los Бурлаки no remaban (tarea completamente estéril a contracorriente en las grandes arterias fluviales rusas, el Volga, el Dnieper…). Los barcos hacían el viaje de ida arrastrados por la corriente, llevando madera, carbón o mineral a las zonas costeras. El viaje de vuelta, contracorriente, contrataban el tiro de un conjunto de hombres (o mujeres) que halaban del barco desde la orilla.
No es un método extraño, lo he encontrado descrito por ejemplo en el transporte de cargas por la red de canales franceses. Lo particular es emplear seres humanos para un trabajo que, en otras partes del mundo, era oficio de una recua de mulas o una yunta de bueyes. En la Rusia blanca, tradicional y cristiana, era más económico usar a un grupo de campesinos (мужик).
Unos pocos años más tarde (1873), Ilya Repin se inspiró en esta canción para pintar la que quizá sea su obra más famosa: Бурлаки на Волге (Burlaki en el Volga)


(clic para agrandar)

Tomó sus modelos entre los mismos burlaki y, como nota curiosa, el modelo que coloca el primero en el tiro (Водолив) era un sacerdote excomulgado cuya presencia fascinó al joven pintor.
Este bestial oficio aún era requerido en el siglo XIX, aunque la revolución industrial, con el motor de vapor, lo fue haciendo innecesario hasta que fue prohibido, en 1929, tras la revolución bolchevique. Por lo tanto, coexistió con otra revolución, la del nitrato de plata, lo cual nos permite conocer el aspecto de algunos de estos hombres:


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Y no sólo hombres se usaban como tiro.


Y si son más débiles, basta con enganchar más.
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Para finalizar con las artes, y siguiendo el tema del ámbito ruso, os propongo una película: Mandariinid (Mandarinas), del georgiano Zaza Urushadze.



Ambientada en el conflicto de Abjasia en 1992, cuando se independizaron de Georgia, y cómo unos estonios étnicos se ven atrapados… bueno, mejor la veis y me contáis si os ha gustado (está en la mulita, en VOS). Dato curioso: generalmente los personajes se comunican en ruso, la lingua franca del Cáucaso, pero al volverla a ver con una rusoparlante me dijo que cuando hablaban entre los dos personajes de la aldea no entendía nada, así que debe ser que se comunicaban en… estonio (
también una lengua eslava).
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Y para despedir esta entrada, algunas fotos más de Бурлаки que he encontrado:



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FE DE RATAS: Gracias a la impresionante cultura de Juan Manuel Grijalvo, ante la cual no puedo menos que descubrirme, corrijo alguno de los datos ofrecidos: sí que existe un término castellano para referirse a los Бурлаки: sirgadores, los que halan de una sirga, por el camino de sirga, paralelo a la orilla.
Por otra parte, debería haberme molestado en comprobar que el estonio no es una lengua eslava, sino ugrofinesa (como el húngaro o el finés), de la familia de las lenguas urálicas.Por lo tanto, ni siquiera son indoeuropeas, como el ruso, el letón o el lituano…o las romances. Pido humildes disculpas por el error.
Finalmente, Juan Manuel me indica que la tracción humana también ha sido usada en los ríos y canales de China (no sé por qué no me sorprende).

[ La Mirada del Mendigo webgunetik hartua]

Cuando todo el mundo ama súbitamente a la policía, es que el terror ha triunfado.

[ Arrezafetik hartu diNat Gazteizkoak talde antimilitaristaren testua, esan hau aurretik Borroka garaia da! blogean agertu zela ]

Cuando todo el mundo ama súbitamente a la policía, es que el terror ha triunfado.


Artículo de colaboración para Borrokagaraia da! 


Desde hace una semana no deja de asombrarnos cómo se está manejando el atentado de Barcelona en lo que respecta a la policía. Nos causa sorpresa no sólo la gente que se abraza a los antidisturbios (¿por qué, por no hacer su trabajo?), sino las declaraciones de numerosos cargos políticos, sobre todo de las llamadas «izquierdas» (Podemos, CUP, Barcelona en Comú…), que alaban a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y que se unen al ya coro único que demanda un aumento de dotaciones policiales, amén de las medidas de videovigilancia, restricción de movimientos, aumento de identificaciones arbitrarias por motivos de seguridad, etc.
Hoy mismo hemos sabido que ayer (24/08/2017) Bildu se sumó a una declaración institucional de la Cámara de los diputados impulsada por Ciudadanos para reconocer y agradecer la labor de todas las fuerzas policiales y de seguridad por su labor tras los atentados de Barcelona. Atrás quedaron las denuncias de las asociaciones contra la tortura (Coordinadora contra la Tortura y Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa) contra uno de los cuerpos (Mossos d’Esquadra) que más denuncias ha recibido en los últimos diez años desde que Euskal Herria fuese «pacificada» (en este decenio Catalunya ha liderado los rankings en cuanto al número de denuncias presentadas en el Estado español por torturas, vejaciones, palizas, malos tratos, amenazas, encañonar a detenidos, etc., con multitud de policías acusados y condenados, superando, aunque cueste creerlo, a otros cuerpos avezados en lo que podríamos considerar prácticas policiales al uso —Guardia Civil, Ertzaintza, todas las policías locales y también funcionarios de prisiones).
Olvidado ha quedado el discurso que señalaba a la policía por ser lo que es y lo que no puede sino ser: una organización militar y militarista que ejerce la violencia, la tortura, los abusos, la mentira, que se sirve del poder para cometer todo tipo de atropellos y tropelías, que sólo está cuando no se la necesita, para pegar, para detener, para acusar, para multar, para golpear, para fichar, para invadir nuestra privacidad… ¿Dónde estaban, por ejemplo, cuando debían defender a todas las mujeres asesinadas por maltratadores? ¿Dónde cuando se producen violaciones sexuales? ¿Dónde estaban el 11M de 2004 (y que conste que no defendemos su existencia ni siquiera en estos casos)? ¿Para qué sirven tantos dispendios policiales si son incapaces de detectar a un numeroso grupo de personas (al menos 12) que almacenaban un centenar de bombonas de butano, cientos de litros de productos químicos para fabricar explosivos, tornillos y otros metales para ser utilizados como metralla, dinero a espuertas, pasaportes falsos, que amenazaban a través de las redes sociales como si tal cosa, que tenían la intención de realizar un atentado bestial? Se dice ahora que es muy difícil anticiparse a este tipo de atentados, pero entonces, ¿para qué están? ¿A quién protegen? ¿A quién sirven? ¿Tenemos que pensar que el atentado bien pudiera ser otra vuelta de tuerca que encaja en ese proyecto de largo recorrido que busca ejercer un todopoderoso control social mediante el miedo generalizado?
Recordemos, de pasada, un episodio no muy lejano… Según la (h)inteligencia policial, en 2013 dos anarquistas chilenos (en este caso sí eran una célula terrorista) viajaron desde Barcelona (mira tú qué coincidencia) hasta Zaragoza para colarse en la basílica del Pilar con una bombona de camping gas con la intención de cometer un terrible atentado contra una figura de yeso y unos bancos de madera (la propia Audiencia Nacional consideró acreditado que la acción afectó al patrimonio histórico y artístico de los bancos y la zona del coro y la sillería), causando lesiones leves en un oído y en la mandíbula a una persona. Desde el principio se afirmó que pertenecían a una enorme y peligrosa organización criminal de corte anarquista que pretendía tumbar el Sistema: el Comando Insurreccionalista Mateo Morral, integrado en los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC), equivalentes a la Federación Anarquista Informal/Frente Revolucionario Internacional (FAI/FRI)… El ridículo comando Mateo Morral apestaba desde el primer minuto a montaje policial; sólo hay que leer el comunicado para detectar algunos tics de la policía. Las consecuencias de dicho atentado implicaron detenciones e identificaciones, acusaciones injustificadas, amenazas a personas y grupos anarquistas acusados de terrorismo…  ¿Para qué tanto Centro Nacional de (H)Inteligencia, tanto Centro contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, tanta videocámara, tanto policía y tanto presupuesto militar/policial? Pues para eso, para defender un determinado orden, un orden en el que se defiende a los de siempre y donde mueren los de siempre, como en Siria, Iraq o Somalia, donde muere cualquiera menos quien debería. «Proteger y servir»: no nos cabe duda de que así es.
En estos días se repite que no podemos flagelarnos con el discurso de la responsabilidad por lo que está ocurriendo allende nuestro primer mundo porque eso implica dar alas a quienes ya nos señalan y porque el discurso implica, de facto, una separación entre ellos y nosotros, cuando no debería darse tal separación. Pero lo que nadie explica es cómo resulta posible que los atentados no los cometa un iraquí que ha perdido a su madre y a sus hermanas cuando estaban comprando en un mercado y un dron que vuela a 10 km de altura, teledirigido, ha lanzado un pepino que no discrimina entre inocentes y culpables, como un atropello no lo hace entre musulmanes e infieles. No; el atentado lo comete un puñado de jóvenes en cierta medida integrados, que hablan catalán y castellano, que incluso trabajan, que habitan en viviendas no precisamente precarias, que tienen móviles de alta gama, con perfiles en las redes sociales, amantes del Barça, que conducen Audis, que acuden a la peluquería con regularidad para estar a la moda, que visten ropa de marca, que están encantados con Occidente y todo lo que él representa, que adoran al Dios dinero. Estos infelices, que han sido seducidos por una ideología mezclada con una interesada interpretación religiosa, que no han padecido los efectos más sangrantes de las condiciones de posibilidad de nuestro modo de vida (sí, también de la socialdemocracia), no son muy diferentes de cualquiera que se sienta vacío, ninguneado, engañado por pertenecer a una sociedad de mierda que sólo puede ofrecer frustración, soledad y miedo. Cualquiera, aunque nos duela, es un potencial terrorista en este mundo que estamos construyendo. Desde hace tiempo, y en adelante, ya no pod(r)emos vivir con tranquilidad en ningún sitio, y dad por seguro que ningún policía, ninguna videocámara ni ley que se precie podrá defendernos de tamaña irracionalidad.
Y esto también viene a cuento de cómo la policía ha sido aclamada por restablecer la pena de muerte (ésa que teníamos con Franco y que aún está vigente en lo que pudieran disponer las leyes penales militares en tiempos de guerra, tiempos en los que podríamos hallarnos con una simple orden ministerial) cargándose a tiros, «dando caza», «abatiendo» a unos cuantos terroristas… A partir de ahora que nadie se resista, porque puede ser asesinado con total impunidad y con méritos policiales. Son males menores, como diría algún que otro filósofo, como la tortura, que es bienvenida, dicen, si es para evitar males mayores. ¿Evitar? Ja. Son los fundamentos del Estado de Derecho, del estado de las cosas en que nos encontramos.
¡Vivan esos militares demócratas, esos guardias civiles, esos agentes de policía que quieren poner las esposas a los corruptos!, decía Pablo Iglesias en un mitin; la CUP amagó con no asistir a la manifestación de mañana si a la misma acudía el Rey, a quien considera «culpable del ataque» de los atentados por «los tratos económicos, armamentísticos y geopolíticos que propicia con países como Arabia Saudita y Catar, fuentes de financiación del Daesh», pero al final va a ir y además aplaude a su policía, a los Mossos, por su actuación en los atentados; la Autoridad Portuaria de Bilbao, integrada por la Ertzaintza, la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía, Capitanía Marítima, Aduanas y la Subdelegación del Gobierno se coordina (lo que están pidiendo todos los partidos) para que desde allí, y rumbo a Arabia Saudí, hayan salido en diez meses un total de 312 contenedores marcados con el sello de «explosivos» (nada menos que un total de 8.656 toneladas de armas). Sigamos disociando lo que pasa y sigamos comportándonos como se espera que hagamos, seamos «gente de bien», aunque un poquito contestona.
Al final resulta que eso que llaman «gobernar» implica todas estas servidumbres, como pasar revista a las tropas, felicitar a todas las policías por su eficacia (¡?), saludar de buen grado el trabajo conjunto de todos los cuerpos… que tan bien hace la nueva casta anticapitalista, independentista o populista, qué más da.
¿Desde cuando la policía se ha convertido en el aliado de «los de abajo»? ¿Acaso es imposible tratar sucesos de esta magnitud sin aceptar todos los trágalas que impone el poder? Si en tan poco tiempo nos hemos olvidado de todas las ofensas, palizas, detenciones ilegales, torturas, amenazas, de todas las mentiras, montajes, detenciones arbitrarias y de todas las manipulaciones ¿qué nos cabe esperar? Dais mucha vergüenza.
Si hacemos un esfuerzo por no olvidar y hablamos mal de la policía, ¿qué nos va a pasar?, ¿qué nos vais a hacer? ¿En serio os habéis creído que debemos luchar desde dentro para conseguir que esta policía fascista —el que ejecutó a 4 de un golpe viene de la Legión— se convierta en la policía del pueblo? ¿Debemos animarnos a ingresar en el cuerpo, como en tiempos decían algunos con la mili para aprender a disparar?
Lo dicho: ¡dais una profunda vergüenza!
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La desmemoria histórica, esa sí que hace daño.

Absueltos los dos mossos acusados de reventar el ojo a Ester Quintana durante la huelga general de 2012
brutalitat mosos d'escuadra carrer aurora


Enlaces relacionados:

http://canarias-semanal.org/not/20886/la-trampa-de-la-unidad-contra-el-terrorismo-/


http://socialistapopular.blogspot.com.es/2017/08/la-extincion-de-la-zona-gris.html

https://www.nytimes.com/es/2017/08/25/otro-triunfo-del-terrorismo/amp/

A Este Lado de la Tumba (10-02-2014)



[ Duela ia 4 urtetako irratsaio bat, hamar urtetik gora martxan den A Este Lado de la Tumba irratsaio bikaina entzungai hemen behean, goxatu!! ]


10-02-2014
En Irán asesinan a un poeta y nosotros le acompañamos al otro lado con textos de Reza Baraheni y Shahrnush Parsipur desde la prisión. También Danilo Kis se apunta con un relato sobre la caída en desgracia de un poeta que osa criticar al régimen yugoslavo de Tito en sus versos. Antes terminamos la sembanza de Kis sobre Ödön von Hórvath y su absurda muerte en París. Por otro lado, leemos dos bloques de poemas del rumano Ioan Es. Pop. Serbia, Rumanía, Hungría… Nueva incursión en las Ediciones Aerostáticas. Nuevos poemas de F.J. Casado. Comentario sobre las recientes masacres a los animales y recomendación de dos cuentos sobre asesinos de cisnes. En la próxima semana, Tamames nos hablará sobre las poblaciones urbanas de gatos y palomas. Todo ello envuelto en una ligera nebulosa de caos en la técnica. Y en unos días… ¡el libro de Patricia Heras! 

Oda al hombre sencillo


Oda al hombre sencillo 

Voy a contarte en secreto
quién soy yo,
así, en voz alta,
me dirás quién eres,
quiero saber quién eres,
cuánto ganas,
en qué taller trabajas,
en qué mina,
en qué farmacia,
tengo una obligación terrible
y es saberlo,
saberlo todo,
día y noche saber
cómo te llamas,
ése es mi oficio,
conocer una vida
no es bastante
ni conocer todas las vidas
es necesario,
verás,
hay que desentrañar,
rascar a fondo
y como en una tela
las líneas ocultaron,
con el color, la trama
del tejido,
yo borro los colores
y busco hasta encontrar
el tejido profundo,
así también encuentro
la unidad de los hombres,
y en el pan
busco
más allá de la forma:
me gusta el pan, lo muerdo,
y entonces
veo el trigo,
los trigales tempranos,
la verde forma de la primavera
las raíces, el agua,
por eso
más allá del pan,
veo la tierra,
la unidad de la tierra,
el agua,
el hombre,
y así todo lo pruebo
buscándote
en todo,
ando, nado, navego
hasta encontrarte,
y entonces te pregunto
cómo te llamas,
calle y número,
para que tú recibas
mis cartas,
para que yo te diga
quién soy y cuánto gano,
dónde vivo,
y cómo era mi padre.
Ves tú qué simple soy,
qué simple eres,
no se trata
de nada complicado,
yo trabajo contigo,
tú vives, vas y vienes
de un lado a otro,
es muy sencillo:
eres la vida,
eres tan transparente
como el agua,
y así soy yo,
mi obligación es ésa:
ser transparente,
cada día
me educo,
cada día me peino
pensando como piensas,
y ando
como tú andas,
como, como tú comes,
tengo en mis brazos a mi amor
como a tu novia tú,
y entonces
cuando esto está probado,
cuando somos iguales
escribo,
escribo con tu vida y con la mía,
con tu amor y los míos,
con todos tus dolores
y entonces
ya somos diferentes
porque, mi mano en tu hombro,
como viejos amigos
te digo en las orejas;
no sufras,
ya llega el día,
ven,
ven conmigo,
ven
con todos
los que a ti se parecen,
los más sencillos,
ven,
no sufras,
ven conmigo,
porque aunque no lo sepas,
eso yo sí lo sé:
yo sé hacia dónde vamos,
y es ésta la palabra:
no sufras
porque ganaremos,
ganaremos nosotros,
los más sencillos,
ganaremos,
aunque tú no lo creas,
ganaremos.

Pablo Neruda: Odas elementales (1954)

Versións:
Santo Barrio: Oda al hombre sencillo; Marinero en tierra. Tributo a Neruda (VVAA); 1999; CD1: Pista 18



Santo Barrio: Oda al hombre sencillo; Marinero en tierra. Tributo a Neruda (VVAA); 2004; CD1: Pista 18

(Reedición da versión do disco Marinero en tierra. Tributo a Neruda, do ano 1999.)

( Sons de Turoquia webgunetik hartua )

Monopolio

MONOPOLIO

El Estado tiene el monopolio absoluto y arbitrario de:

La ley
Las normas
Las armas
Lo justo
Lo injusto
La violencia
El crimen
La verdad
La mentira
El fraude
La riqueza
El dinero
El saqueo
La medida
El reparto
Los fines
Los medios
El horario
El secreto
La información
El futuro
El presente
La realidad
La historia
La vigilancia
El orden
El desorden
La moral
La necesidad
El lujo
El gusto
El ocio
El trabajo
El territorio
Los límites
Las fronteras
Los alimentos
La salud
La medicina
La educación
La lengua
La ciencia
El pensamiento
El premio
El castigo
El vicio
La virtud
La seguridad
La inseguridad
La vida y
La muerte
Estado:
El Estado es una maquinaria mediante la cual se hace efectivo el poder político; y el gobierno es quien, en una primera aproximación, detenta ese poder, ya que está constituido por el conjunto de personas que manejan dicha maquinaria.
arbitrario, ria.
Del lat. arbitrarius.
adj. Sujeto a la libre voluntad o al capricho antes que a la ley o a la razón.
absoluto, ta.
Del lat. absolūtus.
adj. Independiente, ilimitado, que excluye cualquier relación.
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“Ser gobernado significa ser observado, inspeccionado, espiado, dirigido, legislado, regulado, inscrito, adoctrinado, sermoneado, controlado, medido, sopesado, censurado e instruido por hombres que no tienen el derecho, los conocimientos, ni la virtud necesarios para ello. 
Ser gobernado significa, con motivo de cada operación, transacción o movimiento, ser anotado, registrado, controlado, grabado, sellado, medido, evaluado, sopesado, apuntado, patentado, autorizado, licenciado, aprobado, aumentado, obstaculizado, reformado, reprendido y detenido. 
Es, con el pretexto del interés general, ser abrumado, disciplinado, puesto en rescate, explotado, monopolizado, extorsionado, oprimido, falseado y desvalijado, para ser luego, al menor movimiento de resistencia, a la menor palabra de protesta: reprimido, multado, objeto de abusos, hostigado, seguido, intimidado a voces, golpeado, desarmado, estrangulado por el garrote, encarcelado, fusilado, juzgado, condenado, deportado, flagelado, vendido, traicionado y por último, sometido a escarnio, ridiculizado, insultado y deshonrado. 
¡Eso es el gobierno, esa es su justicia, esa es su moral!”
Pierre-Joseph Proudhon

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