Bajo el título «Manoseando el pensamiento» publicamos una serie de artículos en torno a la división entre el trabajo manual y el trabajo intelectual.
Al poner encima de la mesa la cuestión sobre la división entre trabajo manual y trabajo intelectual, vamos a estar aludiendo en todo momento a las implicaciones que ha tenido para la configuración de las sociedades occidentales el advenimiento de la industria, la organización científica del trabajo, el culto hacia la tecnología y el resto de mitos y promesas de bienestar implícitos en la propaganda progresista. Pero al mismo tiempo estaremos aludiendo a una reflexión más profunda sobre el tipo de relación que debemos construir con nuestro entorno, que debería pasar por preguntarnos en qué lugar han quedado nuestras capacidades tanto manuales como intelectuales en la sociedad actual, así como la degradación evidente de cualquier tarea productiva o creativa, sea manual o intelectual o que integre ambas categorías.
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