¿Cómo os han inoculado la obediencia?
¿Quién os ha convencido?
¿En qué momento el mundo
-lugar siempre incompleto, inmarcesible-
se os hizo necesario y concluido?
¿Quién os ha convencido?
¿En qué momento el mundo
-lugar siempre incompleto, inmarcesible-
se os hizo necesario y concluido?
¿Cuándo los sacerdotes,
psicólogos, ministros, publicistas,
lograron que encontraseis su basura
veraz y apetecible, deliciosa?
¿Cómo es que continuas
esperando tu turno, con modales
perfectamente pulcros,
y enrojeces de placer y de alegría
cuando al fin te han concedido
avanzar una casilla?
psicólogos, ministros, publicistas,
lograron que encontraseis su basura
veraz y apetecible, deliciosa?
¿Cómo es que continuas
esperando tu turno, con modales
perfectamente pulcros,
y enrojeces de placer y de alegría
cuando al fin te han concedido
avanzar una casilla?
¿Pero es que no te queda
ni un gramo de ti mismo, amigo mío?
ni un gramo de ti mismo, amigo mío?
Cristóbal Pérez. En: Voces del Extremo. Madrid, 2014. Poesía y Desobediencia. Ed. Amargord, 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario