LOUISE MICHEL - VIDA Y OBRA

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LOUISE MICHEL - VIDA Y OBRA


Louise Michel (Vida y obra)

Louise Michel (1830-1905). Nacio el 29 de mayo de 1830 en Castillo de Vroncourt-la-Côte (Francia)  y murió el 9 de enero de 1905 en Marsella, Provenza-Alpes-Costa Azul, (Francia).

Revolucionaria francesa, institutriz de profesión, participó en el levantamiento revolucionario de la Comuna de París de 1871, a causa de lo cual fue deportada a Nueva Caledonia. Allí se interesó vivamente por los nativos canacos. Amnistiada, regresó a Francia en 1880, dedicándose a propagar el ideario anarquista por todo el país y por algunas naciones europeas, mediante conferencias y escritos que suscitaban gran expectación.

Era hija natural de Etienne-Charles Demahis, propietario del castillo de Vroncourt, y de una de sus sirvientas, Marianne Michel.

Se crió en el propio castillo, considerada por la esposa de Demahis, Charlotte, como su propia nieta. Recibió de ellos una educación volteriana y republicana, aficionándose pronto al piano y a la lectura (conoció personalmente a Víctor Hugo, con el que tendría gran amistad en lo sucesivo).

Era hija natural de una sirvienta, Marie Anne Michel, y del terrateniente Étienne-Charles Demahis o más probablemente de su hijo, Laurent Demahis. Sus abuelos paternos le dieron una buena educación basada en principios liberales, y Louise leía a Voltaire y a Jean-Jacques Rousseau.

En sus memorias, Louise Michel recuerda su infancia como un periodo muy feliz de su vida. Soñaba con ser poeta.

Después de la muerte de su abuelo en 1850, estudia para ser maestra pero su rechazo a prestar juramento a Napoleón III le impide entrar en la enseñanza pública. Por ese motivo, entre 1852 y 1855, abre sucesivamente escuelas libres en Audeloncourt, Clefmont y Millières (Haute-Marne), invirtiendo la herencia que le habían legado sus abuelos.

Practica una enseñanza basada en los ideales republicanos y en una pedagogía innovadora, lo que levantará suspicacia entre los padres de sus alumnos y le valdrá alguna que otra amonestación por parte de las autoridades.

 Insistía en el sentido de la responsabilidad y en la participación activa del alumnado, prohibía los castigos, daba clases de ciencias naturales y escribía pequeñas piezas teatrales que las alumnas representaban en clase.3

En 1845 murió su padre, y en 1850 debió abandonar Vroncourt, expulsada por sus hermanastros, y con la prohibición expresa de utilizar el apellido Demahis. Marchó a Chaumont para obtener un diploma de institutriz, oficio que comenzó a desempeñar en 1853, en Audeloncourt. Aunque como institutriz comunal no tenía que realizar el juramento a Napoleón III, fue denunciada varias veces por republicana.

En 1856 comenzó a trabajar como maestra en una institución parisina, asistiendo además a cursos de todo tipo organizados por sociedades republicanas. Al mismo tiempo escribía versos y artículos, que enviaba a Víctor Hugo y a periódicos como “La Jeune France” (La joven Francia), y participaba en reuniones de debate.

Aunque no adscrita a corriente ideológica alguna, se relacionó con personas vinculadas al pensamiento revolucionario, sobre todo con Théophile Ferré y su hermana Marie, y otros como Amilcare Cipriani, Henri Rochefort y Jules Vallès. En 1865 murió la dueña de la institución en que trabajaba, Madame Vollier.

En 1870, tras la derrota de Napoleón III en Sedán ante los prusianos, y una vez proclamada la Tercera República Francesa el 4 de septiembre, grupos de revolucionarios, entre los que se encontraba Louise Michel, trataron de obtener armas en el Ayuntamiento de París para liberar Estrasburgo de las tropas prusianas; fue la primera vez que Louise Michel ingresó en prisión.

Despues presidió el Club de la Justice de Paix de Montmartre, una de las demarcaciones de vigilancia creadas por el Consejo Federal de la Internacional. Obtenidas por fin las armas, se proclamó la Comuna de París en marzo de 1871 y participó en la subsiguiente lucha de barricadas, ocupándose además de una ambulancia y de cuestiones de educación.

Consiguió liberar a su madre, que había sido capturada para ser fusilada como castigo contra Michel.

El 16 de diciembre de 1871 compareció en Versalles ante un consejo de guerra que la condenó a deportación perpetua.

Tras permanecer de más de año y medio en la prisión de Auberive (Marne), fue enviada a Noumea, en Nueva Caledonia (colonia francesa del Océano Pacífico), adonde llegó a finales de 1873, tras cuatro meses de viaje. Durante el mismo se había adscrito al anarquismo.

Una vez allí, su pasión científica le llevó a estudiar la exótica vegetación y fauna del lugar; además improvisó una escuela para los hijos de otros deportados, entre los que tuvo cierta autoridad y ascendiente.

Conoció a un nativo canaco, del que aprendió la lengua y cultura, y visitó varias tribus canacas; llegó a ser muy apreciada por los nativos, a los que enseñó diversos conocimientos.

Al contrario que la mayoría de los deportados, Michel se mostró partidaria de la revuelta canaca de 1878, pues la consideró una lucha de liberación; por el mismo motivo también tuvo en gran estima a los deportados argelinos.

En julio de 1880 fue amnistiada junto con otros revolucionarios; regresó a Francia, con la idea inicial de volver a crear una escuela para los canacos.

El 9 de noviembre entró en París después de casi diez años de ausencia. Se dedicó entonces a pronunciar conferencias en clubes revolucionarios por todo el país, en aliento del espíritu de la Comuna, con importante asistencia de público, y estudió las teorías económicas anarquistas de Piotr Kropotkin.

En 1883, después de tomar parte en una manifestación contra el paro, fue de nuevo detenida y condenada a seis años de prisión por saqueo, aunque fue indultada en enero de 1886.

Antes, el 5 de enero de 1885, había fallecido su madre, pero no le fue permitido asistir al entierro. Al poco murió también el escritor Víctor Hugo.

Retomó de nuevo su actividad propagandística, volvió cuatro meses a la cárcel a mediados de año, y en enero de 1887 fue ligeramente herida de bala, mientras hablaba en Le Havre (sufrió varios atentados durante su vida).

En 1890 participó en una revuelta anarquista en Vienne y fue detenida una vez más; liberada luego, quisieron declararla loca para encerrarla en un internado.

Se refugió en Londres, como habían hecho antes otros revolucionarios, y trató de cerca a muchos de ellos: Enrico Malatesta, Léon Blum y otros. Dio también conferencias, ahora para el público inglés. Se ocupó también de recoger fondos para los proyectos y obras anarquistas, y de enseñar en una escuela a los hijos de los exiliados. En 1895 regresó a París, requerida su ayuda por Sébastien Faure para la edición del periódico Libertaire (Libertario). Hasta su muerte, publicó artículos y siguió realizando giras por distintas ciudades francesas y algunos países europeos (Holanda, Bélgica, Suiza y Escocia), luchando para evitar la disgregación del anarquismo que a principios del siglo XX estaba produciéndose.

En marzo de 1904 fue afectada por una neumonía en Toulon, de la que pudo recuperarse. Sin embargo, a principios del año siguiente, regresando de una gira por Argelia, contrajo una nueva infección en la villa alpina de Oraison y falleció tras ser llevada a Marsella. Su cuerpo fue trasladado a París para ser enterrado en el cementerio de Levallois-Perret junto a su madre y los hermanos Ferré. Millares de personas acompañaron la procesión fúnebre, y otros muchos fueron testigos de su paso; oradores anarquistas alabaron la talla moral de Louise Michel, y durante una decena de años su tumba fue escenario de homenajes en su honor.

Utilizó el seudónimo de Clémence, y fue también conocida como Vierge Rouge (‘Virgen roja’) y Bonne Louise (‘La buena Louise’); hoy llevan su nombre instituciones educativas y culturales. Escribió varias obras de poesía, teatro, narración y opinión política y numerosos artículos periodísticos; del conjunto de su producción cabe destacar sus “Memorias” (1886),”El nuevo mundo” (1888) y “La Comuna” (1898).

Activa luchadora de la Comuna de París, educadora popular, y feminista, Louise Michel sigue siendo hoy en día una figura emblemática del anarquismo francés y del movimiento obrero en general. Todo poder encarna la maldición y la tiranía; por eso me declaro anarquista

Luchadora incansable, altruista, dedicada a la causa de los más desvalidos, su personalidad exhibía un profundo coraje.

En las numerosas reseñas que se han publicado sobre su vida, se ha reiterado el hecho de que hubiese vestido ropa masculina, intentando así convertir en un acto de reivindicación feminista lo que, al parecer, no fue más que una anécdota puntual.

Sería tal vez más realista atenerse a las propias declaraciones de Louise Michel al respecto en el juicio de diciembre de 1871, teniendo en cuenta la franqueza inquebrantable que siempre demostró tener frente a sus acusadores:

El presidente (del tribunal): ¿Al parecer Usted llevó diversos trajes durante la Comuna?

Louise Michel: Vestía como de costumbre. Sólo añadía un cinto rojo sobre mi ropa.

El presidente: ¿No vistió en varias ocasiones un traje de hombre?

Louise Michel: Sólo una vez, el 18 de marzo; iba vestida de guarda nacional para no llamar la atención.

No hay constancia de que Louise Michel hubiese llevado vestimenta masculina ni antes ni después de aquel momento. Su feminismo se inscribía en el conjunto de su lucha a favor de la igualdad, no solamente de género, sino social y política.

Aunque su obra literaria cuente con pocos ensayos teóricos y varios poemas, leyendas y cuentos, algunos para niños, Louise Michel es recordada principalmente por su activismo en pro de la revolución social. Su novela “La miseria” anticipa la crisis social de los suburbios de las grandes urbes francesas, a principios del siglo XXI. En reconocimiento a su labor docente, con frecuencia se pone su nombre a escuelas primarias y secundarias en muchas ciudades francesas.

En la Guerra Civil española, dos batallones de brigadistas internacionales llevaban el nombre de Louise Michel.

Hasta 1916, una manifestación recordatoria la rendía homenaje cada año en su tumba en Levallois-Perret. Desde 1937, una estación del Metro de París lleva su nombre. En 2004, el jardín situado al pie de la basílica del Sagrado-Corazón en Montmartre, París, fue rebautizado en su honor.


Obras

À travers la vie, poesía, París, 1894.

Le Bâtard impérial, por L. Michel y J. Winter, París, 1883.

Le claque-dents, París.

La Commune, París, 1898.

Contes et légendes, París, 1884.

Les Crimes de l’époque, novelas inéditas, París, 1888.

Défense de Louise Michel, Burdeos, 1883.

L’Ère nouvelle, pensée dernière, souvenirs de Calédonie (canciones de los prisioneros), París, 1887

La Fille du peuple por L. Michel y A. Grippa, París (1883)

Le Gars Yvon, légende bretonne, París, 1882.

Lectures encyclopédiques par cycles attractifs, París, 1888.

Ligue internationale des femmes révolutionnaires, Appel à une réunion. Firmado como “Louise Michel”, París, 1882.

Le livre du jour de l’an : historiettes, contes et légendes pour les enfants, París, 1872.

Lueurs dans l’ombre. Plus d’idiots, plus de fous. L’âme intelligente. L’idée libre. L’esprit lucide de la terre à Dieu… París, 1861.

Manifeste et proclamation de Louise Michel aux citoyennes de Paris, Firmado “Louise Maboul”, París, 1883.

Mémoires, París, 1886, t. 1. (en línea en fr.wikisource) (en francés)

Les Méprises, grand roman de mœurs parisiennes, por Louise Michel y Jean Guêtré, París, 1882.

Les Microbes humains, París, 1886.

La Misère por Louise Michel, segunda parte, y Jean Guêtré primera parte, París, 1882.

Le Monde nouveau, París, 1888

Lettres à Victor Hugo 1850-1879, Mercure de France, 2005.


Obras póstumas:

Vol. I. Avant la Commune. Prefacio de Laurent Tailhade, Alfortville, 1905.

Les Paysans por Louise Michel y Émile Gautier, París, Incompleto.

Prise de possession, Saint-Denis, 1890.

Le Rêve (en una obra de Constant Martin), París, 1898.

Légendes et chants de gestes canaques. Présentation. Gérard Oberlé. Edición 1900. 1988.

Je vous écris de m


Bibliografía

Nic Maclellan, Louise Michel, Editorial Ocean Sur, 2007.

Isabel Moyano Ramos, Juan C. Ordóñez Podadera, Louise Michel, una revisión biográfica a partir de sus memorias (1830-1905) p. 59-72, in Feminismos en las dos orillas, coord. por Rosa María Ballesteros García, Carlota Escudero Gallegos, Universidad de Málaga, 2007.

Andrea D´Atri, Luchadoras, Historia de mujeres que hicieron historia, Ediciones IPS, Argentina, 2006.

Irma Boyer, La Vierge rouge. Louise Michel, d’après des documents inédits, avec quatre portraits, André Delpeuch ed., 1927.

Clotilde Chauvin, Louise Michel en Algérie, La tournée de conférences de Louise Michel et Ernest Girault en Algérie (octobre-décembre 1904), Ediciones Libertaires, 2007.

Pierre Durand, Louise Michel ou la révolution romantique, Editorial Français Réunis, 1971.

Pierre Durand, Louise Michel, la passion, editorial Le Temps des cerises, Pantin, 2005. Poemas selectos de Louise Michel.

Françoise d’Eaubonne, Louise Michel la Canaque : 1873-1880, Editorial Encre, 1985.

Xavière Gauthier, La Vierge rouge, Edición de Paris-Max Chaleil, 1999. Primera edición bajo el título : L’insoumise, biographie romancée de Louise Michel.

Ernest Girault, La Bonne Louise, Bibliothèque des auteurs modernes, 1906.

Xavier de La Fournière, Louise Michel, matricule 2182, Perrin, 1986.

Paule Lejeune, Louise Michel l’indomptable, Éditions Des Femmes, 1978.

Jean Maitron, Histoire du Mouvement anarchiste.

Yves Murie, Victorine, le grand secret de Louise Michel, edición del autor, 2000.

Yves Murie, L’enfant de la Vierge rouge, L’Harmattan, 2003.

Fernand Planche, La vie ardente et intrépide de Louise Michel, Edición Tops-H. Trinquier, 2005.

Michel Ragon, Georges et Louise, Albin Michel, 2000.

Anne Sizaire, Louise Michel : l’absolu de la générosité, Desclée de Brouwer, 1995.

Édith Thomas, Louise Michel ou la Velléda de l’anarchie, Gallimard, 1971.

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