juicio Caso Saratoga y Riviera: La Narco-Policía Nacional al mando de la Trata de Blancas en Cataluña



Una vez más la policía adquiere el calificativo de "banda criminal". A raíz del Macrojuicio del Caso Saratoga y Riviera, se demuestran que no puede existir corrupción ni delincuencia sin un sistema de protección eficiente que mantenga la situación de explotación y privilegio. Policías, de oficio proxenetas, al frente de una organización dedicada a la trata de blancas, abuso de menores y posible pederastias, de esclavitud, secuestro y humillación. Una red mafiosa cuya única diferencia con la tradicional es el uniforme.

Policía nacional, una organización mafiosa
Hasta 20 personas cerdos, entre ellos el entonces comisario jefe y el inspector jefe de la brigada de extranjería de la Policía Nacional en Barcelona, varios de sus subordinados, un funcionario municipal, varios abogados, y los dueños de los prostíbulos Saratoga y Riviera, en Castelldefels (Barcelona) se sientan desde hoy en el banquillo acusados de pertenecer a una trama corrupta de prostitución ilegal y extorsión policial. La fiscalía pide penas de hasta 44 años de cárcel para algunos de los mandos policiales por supuestamente advertir a los locales de las inspecciones de extranjería a cambio de dinero y lujosos regalos.
El negocio de la explotación sexual
Según el ministerio público, los dos prostíbulos, que se encuentran clausurados desde el 2009 por orden judicial, explotaban a mujeres de origen extranjero, algunas de ellas menores de edad. Los mandos policiales del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ofrecían información confidencial a los propietarios sobre cuándo se llevaban a cabo las redadas a cambio de una remuneración, que entregaba el confidente policial y narcotraficante, Manuel Gutiérrez Carbajo [el chivato millonario].
Los establecimientos actuaban bajo el paraguas de la legalidad como si fuesen hoteles. Los propietarios exigían a las mujeres explotadas una cuota diaria. Muchas de ellas vivían allí mismo, se les obligaba a prostituirse en horarios estrictos de once horas seguidas y eran sancionadas si no cumplían determinados objetivos.
El fiscal señala que entre 2002 y 2008, los responsables de los clubes eran avisados de las redadas policiales gracias a su contacto con los máximos responsables policiales en la lucha contra la inmigración ilegal, el comisario jefe Luis G. G, y el inspector jefe Andrés O. B del CNP. Estos recibían importantes sumas de dinero, joyas, e incluso se les llegaron a pagar viajes y operaciones médicas.
 Presión a los locales para que aceptaran el chantaje
Antes de que se iniciara el presunto acuerdo mafioso, los dos clubes fueron objetos de importantes redadas policiales, que en caso del Riviera les supuso a sus propietarios 360.000 euros en multas. Los dueños del Saratoga se negaron en un principio al trato con los policías y fueron objeto de una redada que trascendió a los medios de comunicación y que les hizo perder clientes. Desde entonces, los propietarios de los prostíbulos aceptaron el chantaje policial. Según la fiscalía, también intervenían como intermediarios en los pagos tres abogados de Barcelona.
Cuando en el año 2005 los Mossos d’Esquadra se desplegaron en Barcelona, cambiaron los responsables de extranjería del CNP en la ciudad. El nuevo inspector jefe, José Javier M.P. desconocía estos acuerdos corruptos, y cuando tras una redada en Riviera uno de los detenidos llegó a la comisaría acompañado de un mando policial, lo denunció a su superior, que inmediatamente dejó en libertad al detenido. Poco después sucedió un hecho similar tras una actuación en el Saratoga. Trató de investigar qué estaba sucediendo, hasta que sus superiores le advirtieron de la situación. Entonces, se quiso sumar a la trama y amplió la extorsión a otros prostíbulos de Barcelona, exigiendo “cantidades de dinero desorbitadas”.

 Habitaciones ocultas para esconder a las mujeres
Finalmente, en el 2009 la magistrada del juzgado de instrucción número 33 de Barcelona ordenó entrar a los locales y clausurarlos. En los registros se encontraron varias estancias ocultas donde escondían a las mujeres en situación irregular y a las menores de edad durante las redadas. También documentos confidenciales del CNP que estaban en manos de los empresarios.
Por todo ello, la fiscalía imputa a los 20 acusados multitud de delitos, como asociación ilícita, extorsión, soborno, omisión del deber de perseguir delitos, falsedad documental, infidelidad en la custodia en documentos y favorecimiento de la prostitución. La petición mayor de pena es para el inspector jefe José Javier M.P, un total de 44 años de cárcel; entre 17 y 22 años para el resto de mandos policiales, entre 15 y 20 para los dueños de los prostíbulos y entre 5 y 20 para los tres abogados implicados. También solicita el cierre definitivo de los dos locales y cuantiosas multas. http://www.lamarea.com/2013/09/16/macrojuicio-saratoga-riviera/

IMPLICADOS

 Luis G. G, Comisario jefe de Extrangería
Luis G. fue hace años comisario jefe de Extranjería, cargo del que dependen las unidades de las Redes de Inmigración y Falsedad Documental (Ucrif)  de la Policía Nacional, de la que otros cinco mandos y agentes también han sido detenidos o imputados e incluso encarcelados, acusados de interceder a favor de los burdeles Saratoga y Riviera, ambos en Castelldefels (Barcelona).
Andrés O. B, inspector jefe de la Ucrif
Cuando fue detenido, Andrés O. había dejado ya la Policía y se encontraba en el sector privado.
José Javier M.P, inspector jefede la Ucrif

Abundio N, Jefe de una de las unidades de la Ucrif : "No me voy a sentir comprado por un jamón"
Otro jefe de una de las unidades de la Ucrif, Abundio N., imputado por los delitos de prevaricación, favorecimiento de la prostitución, contra los derechos de los trabajadores y falsedad documental, ha podido eludir la cárcel tras pagar una fianza de 2.500 euros. elmundo.es
José María M
Agente de la Ucrif. Actualmente destinado en alicante.

Ignacio L.Subinspector
Inspector de la Ucrif. Actuálmente ha abandonó el cuerpo y trabaja en el sector privado, en la misma empresa que Andrés O.

Manuel M.R., agente de la brigada de extranjería

 Raúl P. propietario del club de explotación sexual Saratoga
acusados de un delito contra los derechos de los trabajadores, cohecho, contrabando y favorecimiento de la prostitución ilegal.

Carmelo D, directore dle club de explotación sexual Saratoga.
acusados de un delito contra los derechos de los trabajadores, cohecho, contrabando y favorecimiento de la prostitución ilegal.

Fernando M., abogado
Acusado de extorsionar a los propietarios de burdeles de Barcelona en connivencia con uno de los policías imputados.

Carlos C, abogado
Acusado de extorsionar a los propietarios de burdeles de Barcelona en connivencia con uno de los policías imputados.

Alex G, abogado
Acusados de extorsionar a los propietarios de burdeles de Barcelona en connivencia con uno de los policías imputados.

Declaración ante el Juez del Dueño de los burdeles, Antonio H
El dueño del club 'Riviera' Antonio H., que ha gestionado una decena de burdeles en la Península, ha admitido su amistad con un presunto comisario corrupto de la Policía Nacional, a cuyo hijo pagó una consulta médica, así como contactos con altos mandos de cuerpos policiales de toda España.
El empresario no ha tenido reparos en reconocer sus contactos con altos mandos de la Policía Nacional, la Guardia Civil y hasta la Ertzaina, como se desprende de una conversación intervenida en la que el dueño del Riviera alude a una comida de Navidad que iba a celebrar con "un coronel, un comandante y un capitán".
lavanguardia.com 

Antoni Salleras, el subinspector jefe de anticorrupción  implicado

El subinspector jefe de anticorrupción de la Comisaría General de Investigación Crimimal (CGIC) de los Mossos d'Esquadra, Antoni Salleras, ha tildado de "creíble" el relato del supuesto confidente Manuel G.C. de que los dueños de los burdeles de Castelldefels Riviera y Saratoga pagaban a policías por avisarles de redadas en los locales.
Salleras está imputado junto a otros mossos por el juez de Barcelona que investiga el caso Macedonia, que sospecha que pudieron haberle ocultado pinchazos telefónicos para proteger a un grupo de narcotraficantes, entre los que podría encontrarse el supuesto confidente, Manuel Gutierrez Carbajo, clave en esta investigación del caso de los prostíbulos.
Manuel Gutiérrez Carbajo, el narco del pico de oro


Para entregar los pagos o los regalos, la red utilizó como intermediario al confidente policial Manuel G.C., a quien el fiscal propone como testigo y que está siendo investigado por supuesto tráfico de drogas por otro juzgado de Barcelona, en unas diligencias en las que ha sido imputado un subinspector de los Mossos y cinco agentes acusados de protegerle.

Ajustes de Cuentas entre clanes mafiosos policiales: luchas por el territorio y el mercado
Al estilo de las monjas con los bebés robados, reminiscencia de la costumbre franquista de robar los bebés a las presas de la guerra civil para revenderlos, llegando a tratarlas como ganado humano, los maderos trafican con las crías cuando ya están un poco más creciditas, pero no mucho.

El caso Saratoga Riviera parece ser la réplica, ajuste de cuentas, que los Mossos d'esquadra dan a la intervenciónde la Policía Nazional en el caso Macedonia. Ambos casos surgen casi al mismo tiempo y comparten implicados, utilizados por ambos los clanes para ejecutar sus venganzas.

En el caso Macedonia se utilizó al  narco-chivato Manuel Gutiérrez Carbajo, para asestar un gran golpe, que no mortal, a la red mafiosa de Gossos, dedicada a la incautación y reventa de cocaína, hachís y heroína a traficantes. La intervención la realizó la Policía Nazional  en un claro aviso de que eran ellos los que controlaban el territorio. Se vió afectado Josep Lluis Trapero, nº3 del entonces consejero de Interior Fellip Puig. Posteriormente se usó como arma propagandística política en el show mediático habitual al que nos tienen acostumbrados.

Las conexiones entre la el Caso Macedónia evidencia la magnitud de la red. Esto solo es el principio de un hilo que los sicarios del estado y políticos quieren cortar por cualquier medio.

Nuestra intención es revelar nombres y apellidos, de modo que la sociedad pueda reconocer quiénes son los realmente peligrosos para sí. Por ahora parece evidente: la Policía! Uno a uno van saliendo.

Secuestro, esclavitud, tráfico de menores... ¿qué será lo próximo? ¿Tráfico de órganos? La realidad supera la ficción.

Policías dais asco! 

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