El negocio de los negocios, libertad de expresión VS poder político-financiero

El negocio de los negocios, libertad de expresión VS poder político-financiero

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Cualquier tipo de sociedad se articula a través de un sistema…

El negocio de los negocios” es una autobiografía esrita por Denis Robert[1] y dibujada por Laurent Astier[2] que abarca un período concreto de la vida del periodista y que se centra en una investigación periodística y las consecuencias que de ella se derivaron. Narra  la investigación y procesos judiciales derivados del Caso Clearstream entre 1995 y 2011 en Francia y Luxemburgo. Es, por tanto, una historia completamente real y los personajes que en ella aparecen son personas reales e incluso conocidas a nivel nacional y europeo (es el caso de Jacques Chirac y Nicolás Sarkozy en el ámbito internacional, Dominique de Villepin en Francia o Baltasar Garzón en España).

… cuyo objetivo es sacar el máximo partido

Esta autobiografía es muy detallada: ocupa 4 tomos  con un total de 690 páginas y describe situaciones y conversaciones con docenas de personajes, muchos de ellos interactuando simultáneamente y además algunos de ellos jugando dobles papeles en una trama de verdadero espionaje de negocios. Permitámonos el tópico “la realidad ha superado a la ficción” para constatar que una novela de espías es mucho más sencilla que esta historia real. Y esta circunstancia hace que, para el lector habitual de cómics de ficción, pueda resultar farragoso. Ciertamente, ello no será culpa de Denis Robert, quien ha elegido la metodología más sencilla, es decir, contar toda la historia en su orden cronológico y mostrando hechos y personajes tal como ocurrieron, donde ocurrieron y cuando ocurrieron. Lo que pasa es que realmente es una historia con muchas vueltas y revueltas y el conjunto aparece desordenado, tal y como suele ocurrir en la vida real (quizá por eso las novelas de ficción son tan atractivas, porque muestran las cosas de una forma mucho más asequible que como se mostrarían en la vida real).
Es obvio que no es un cómic para entretener. En un principio podría parecer que es un cómic de denuncia… pero tampoco es eso. En palabras del propio autor es “el placer de descubrir para luego transmitir”. Denis Robert cuenta lo que descubre sin giros dramáticos ni recursos literarios (hay un par de metáforas en el cómic para expresar mejor algunas sensaciones del autor durante la investigación y los juicios pero están bien integradas en el contexto y no forman picos de intensidad dramática). Este cómic es puro WYSIWYG[3] si se me permite un palabro anglicista. Y por ello, el lector que mejor apreciará esta obra es aquél aficionado a las revistas de periodismo de investigación o lecturas similares.

Ningún sistema es hermético

Decía en el primer párrafo que “El negocio de los negocios” es turbador. Y no por la historia en sí misma sino por todo lo que se deduce de ella, a veces narrado explícitamente en el cómic y otras sugerido por el guión o inferido por el lector. Veamos algunos ejemplos: el primer punto inquietante es la tremenda manipulación a que nos vemos sometidos los ciudadanos por parte de los dirigentes políticos en connivencia con los altos directivos multinacionales (todo ello debidamente documentado); el segundo punto es la complejidad de la trama macrofinanciera internacional, que permite evadir capitales bajo las mismas narices de los jueces sin que éstos puedan hacer nada para evitarlo; el tercero es la oposición del poder establecido hacia la libertad de expresión, aun cuando ha jurado defenderlo; Denis Robert va más allá, e incluso da pinceladas acerca de cómo el proceso afectó a su vida personal y a su relación con amigos y familiares, incluyendo a su esposa e hijas en una arriesgada exposición de su privacidad.

Soy el factor humano de una historia compleja, improbable y multiforme

Salvando las distancias de historia y medios artísticos… “El negocio de los negocios” produce la misma impresión en el lector que la película “Solo ante el peligro”[4] (dirigida por Fred Zinneman y protagonizada por Gary Cooper) produce en el espectador. Un hombre honesto y reconocido socialmente por su integridad se enfrenta a una verdad probada (lease los librosRevelacione$ y La Caja Negra sobre el Caso Clearstream). Sabe que está inferioridad de condiciones (demandas judiciales por infamia de multinacionales y gobiernos) y por ello solicita la ayuda de su entorno social (derecho a la libertad de expresión). Esa ayuda le es negada y debe elegir entre huir (dejar de escribir e investigar e incluso delatar confidentes) o enfrentarse en solitario a lo que le viene encima (multas económicas y, quizá, cárcel). Con el apoyo de su familia y amigos más íntimos elige quedarse y luchar. Finalmente sobrevive (Denis Robert es absuelto de los cargos el 4 de Enero de 2011) no sin antes dejarse trozos de piel en la lucha (Denis Robert había sido condenado solidariamente con su editor en 2003, 2004 y 2008 a pagar multas a Cleastream por una cantidad sumada de 11.501 euros).
En definitiva, el protagonista ha sobrevivido, sí, pero ¿ha vencido? El sheriff Kane tiene frente a sí el cuerpo ya sin vida de sus poderosos adversarios y ha salido de la situación con sólo el brazo herido; no está mal vistas las probabilidades en contra; mira a su alrededor con desprecio, a las caras de los vecinos que le negaron su ayuda para defender una causa justa; se da cuenta de que ya no puede quedarse en esa ciudad; solo hay un camino: se quita la estrella de sheriff, la arroja al suelo, toma a su esposa y ambos se alejan en un carruaje. ¿A dónde van? La ficción es tan sencilla….

[3] WYSIWYG acrónimo de What You See Is What You Get (lo que ves es lo que tienes)
[4] Solo ante el peligro” es una película dirigida por Fred Zinneman, protagonizada por Gary Cooper y producida por Stanley Kramer en 1952

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